Isla e Islote de Lobos y su entorno sumergido
El sitio, ubicado a 8,1 km de la costa de Punta del Este (Maldonado), es hogar de una gran diversidad de vida marina, incluidas dos especies de otáridos prioritarias para la conservación en Uruguay como: el lobo fino sudamericano (Arctocephalus australis) y el león marino (Otaria flavescens). Además, la isla es un punto de descanso para focas, como los elefantes marinos y la foca de Weddell, así como un área crucial para la migración de la ballena franca austral y hábitat de diversas especies de delfines, orcas y tortugas marinas.
Con una delimitación de 40 km2 de superficie, se integran un conjunto de islas y afloramientos rocosos de la plataforma costera uruguaya y un espacio marino de Uruguay destacado para la conservación.
La isla principal, conocida como Isla de Lobos, abarca 43,5 hectáreas, acompañada por el Islote de Lobos, que tiene 1,3 hectáreas. Ambas forman parte de un conjunto de 22 formaciones rocosas que emergen del Océano Atlántico en el punto más austral del territorio uruguayo.
Es refugio y sitio de alimentación de gran diversidad de aves costeras terrestres y sitio para el anidamiento de gaviotas y ostreros.
Por su parte, El entorno sumergido presenta arrecifes rocosos donde predominan mejillones, que brindan hábitat a al menos 37 especies de otros invertebrados marinos, algas y peces. Su profundidad llega hasta los 30 m, con fondos de sedimentos finos (i.e. fango, arena) y tosca, son hábitat de otro importante componente de la biodiversidad, responsable de diversas funciones ecológicas, que ha sido poco explorada y debe ser objeto de investigación.
En cuanto a las actividades productivas de la zona, la pesquería artesanal, en particular la de mejillón que se desarrolla de forma manual y por medio del buceo asistido, presenta una gran relevancia socioeconómica para la región.
Esta zona protegida tiene un alto valor cultural e histórico. Desde el siglo XVIII, ha sido un punto geopolítico estratégico y un enclave importante para la industria ballenera y lobera de la época colonial.
Allí se presentan numerosas ensenadas y caletas rodeadas de restingas de piedra y afloramientos en todo su alrededor lo que ha originado numerosos los siniestros marítimos, con registros desde 1795, que motivaron la construcción de un faro en 1858 que fue reconstruido en el año 1906. Desde entonces, el faro guía a los navegantes y alerta la presencia de bajos y afloramientos rocosos.
Descargas
- Decreto_233-024_Ingreso Isla e Islote de Lobos y su entorno sumergido (.pdf 2142 KB)
- Proyecto de ingreso Isla e Islote de Lobos y su entorno sumergido (.pdf 2573 KB)