Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca

La fruticultura es una producción que requiere mucha mano de obra e intervenciones en las diferentes etapas de su ciclo, los elevados costos productivos desde su implantación, hasta la llegada de la fruta al consumidor y la baja rentabilidad hacen que cada vez, productores y familias, deban ser más precisos en las decisiones tomadas, identificando puntos críticos de manejo. Para ello tener registros de todas las actividades que realizan a nivel predial es fundamental (llamado cuaderno de campo). Esto muchas veces por falta de tiempo o conocimiento, no se realiza o se hace parcialmente.

El cuaderno de campo es, además de una herramienta de gestión y registro del predio, un apoyo muy importante para el proceso de toma de decisiones de la unidad productiva familiar en fruticultura.

La propuesta complementa otros proyectos. En primer lugar, se complementa con el proyecto que lleva adelante AFRUPI de certificación de la producción de fruta integrada. Este proyecto ya se encuentra muy avanzado en su ejecución y pretende diferenciar para el consumidor la fruta que se produce mediante la producción integrada, como fruta producida amigablemente con el medio ambiente, de calidad e inocuidad. En este caso, el registro es indispensable para la certificación.

De lograrse el objetivo general de la propuesta se estaría logrando crear una base de datos mucho más importante en volumen, que permitiría establecer causalidades que expliquen los resultados logrados, identificar sistemas de producción exitosos, la detección de limitantes y la detección de alternativas que permitan superarlas, además se generaría un herramienta que podría ser replicada a diferentes rubros productivos, permitiendo seguir la trazabilidad de frutas, hortalizas y de todo aquel producto que se obtenga de una producción que lleve adelante un cuaderno de campo digital.

Pensando en la producción

Fernando Rabellino es fruticultor de Joanicó, Canelones. Integra la Asociación de Fruticultores de la Producción Integrada, actualmente es su presidente. Está desde los inicios de la organización, en el año 1999. Integra por parte de AFRUPI la comisión del Consejo Asesor Regional del INIA (CAR), participa también en la Comisión Honoraria del Plan de Agroecología y en la Mesa de Desarrollo Rural del Oeste de Canelones. A su vez, AFRUPI integra la Confederación Granjera del Uruguay, como gremial de segundo grado.

AFRUPI surge en el marco del Programa Piloto de Producción Integrada que comenzó en el año 1997 y se constituye como organización de productores en el año 2000. Actualmente cuenta con una plantilla de 137 productores, aproximadamente, distribuidos en Canelones (mayoritariamente) pero también hay productores de Montevideo, San José y Colonia. La organización tiene por objetivos promocionar la producción integrada, difundir sus normas y presentarse a beneficio de los productores en los diferentes proyectos y planes que implementan el MGAP y el INIA: “Se trata de buscar herramientas e insumos que puedan contribuir a los productores al abordaje de la producción y siempre teniendo en cuenta los principios de la producción integrada”, afirma el productor.

Los Fondos de Promoción de Tecnología Agropecuaria (FPTA) de INIA, los llamados de Fortalecimiento de Desarrollo Rural, han sido algunas de las convocatorias con las que se han visto beneficiados: “Estamos siempre presentándonos en los llamados para algunos planes de industria y también en algunos planes de exportación de DIGEGRA”, dice el productor. Informa que en la actualidad están armando un nuevo FPTA con INIA y están como Agente Territorial de Desarrollo Rural en los llamados de Mujeres Rurales y AGROTIC, que lleva adelante la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR) del MGAP.

De esta convocatoria, AGROTIC,* se enteraron por AFRUPI ya que toda la información llega a la organización. Además se interiorizaron en la Mesa de Desarrollo del Oeste, donde los técnicos de DGDR explicaron todo lo referente al llamado.

El nombre del proyecto con el que se presentaron es “Sistematización de la información productiva en la producción frutícola”. Lo lleva adelante Carolina Zunino, ingeniera en programación de sistemas informáticos y cuenta con el aval de INIA y DIGEGRA: “Se trata de un cuaderno de campo, herramienta que por lo general muchos productores usamos y que mucha actividades y llamados de la propia DIGEGRA requiere, como es el manejo regional de plagas y otros tantos, y cualquier certificación también lo requiere, con la diferencia que es un cuaderno digital, que puede hacerse en cualquier máquina, computadora, tablet, celular...”, explica el productor. Pretendían y solicitaban que fuera una herramienta “fácil de usar”, “accesible”, “intuitiva” y que la pudiera manejar cualquier productor sin necesidad de tener demasiado conocimiento en tecnología. Que además fuera fácil de cargar la información y que fuera “confiable”.

Con este proyecto, AFRUPI se propone llegar a 47 productores: “Esto es una herramienta que va a quedar a disposición. Va a ser de propiedad de AFRUPI pero va a ser para que puedan acceder todos quienes la requieran. El cuaderno de campo digital será dinámico, vivo, activo, porque se podrá ir modificando, agregando, cambiando cosas para la adaptabilidad de las necesidades de cada uno y cada rubro, y además con un impacto a nivel nacional, porque cualquiera que lo necesite, haciendo la solicitud correspondiente, lo podrá usar. La idea es que se pueda difundir y sea aplicable a todos los productores que lo necesiten”, dice Rabellino.

El trabajo de armado del cuaderno, -explica-, es muy dinámico y participativo, a tal punto que ya tuvieron un taller de trabajo con 12 productores con diferentes niveles de conocimiento en el registro de cuaderno. Algunos ya manejaban cuadernos de campo informatizados y algunos recién están incluyendo el cuaderno de campo a nivel papel. Rabellino cuenta que primero se hizo una encuesta para conocer en qué situación se encontraban los productores y cuáles son las dificultades que encuentran al momento del llenado del cuaderno de campo y eso se ha tomado en cuenta: “Tenemos muchas expectativas al respecto, si bien tenemos a disposición cuadernos de campo informatizados, el formato que se le quiere dar a este creemos que va a tener una aceptación mayor y va a resolvernos muchas cosas que hasta el momento no podíamos resolver. La disponibilidad del cuaderno en todo momento, en el celular, donde hoy este aparato pasa a formar parte de la vida de uno y puede darnos este tipo de prestaciones que puede mejorar mucho la calidad del registro, la cantidad y la fidelidad del mismo. Son cosas que son fundamentales, sobre todo cuando uno pretende lograr la certificación de una fruta en donde el cuaderno de campo es la trazabilidad que permite la certificación”, dice el productor.

El monto total del proyecto es de unos 30 mil dólares: La Dirección General de Desarrollo Rural del MGAP pondrá 24 mil dólares y AFRUPI deberá poner 6 mil dólares de contraparte.

“La motivación para incorporarnos en este llamado fue la necesidad de un cuaderno de campo más accesible y pensado desde los productores, que tuviera en cuenta todas las dificultades para poder zanjar esas limitantes que hoy tienen los productores a la hora de cargar la información. Es una herramienta fundamental para lo que sería una certificación”, concluye Rabellino.

*AGROTIC es una convocatoria de la Dirección General de Desarrollo Rural del MGAP para soluciones digitales para la producción familiar. Mediante esta convocatoria, la DGDR convocó a Agentes Territoriales de Desarrollo Rural (ATDRs) a la presentación de proyectos de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), para el desarrollo, implementación y/o adaptación de soluciones digitales existentes a problemáticas vinculadas a la producción familiar y que buscaran levantar restricciones identificadas al desarrollo rural sostenible en sus territorios de referencia. Para esto las organizaciones se asociarían con empresas privadas de desarrollo o entidades de enseñanza con probada experiencia en la temática, para, de forma conjunta, lograr soluciones a las problemáticas planteadas.