Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca

Laura do Canto es productora rural y respecto a su familia nos cuenta: “somos cuatro, mi esposo, mis dos hijos y yo, somos una familia que hicimos el camino al revés… nos vinimos hace 7 años de Montevideo al campo. Además de productora rural soy maestra y hace 4 años que no ejerzo, me he dedicado a la producción rural… Han sido 7 años de aprendizajes, tanto en el rubro ovino, como en las hierbas”. Nos cuenta que su esposo trabaja en otro empleo, además de en la chacra de 7 hectáreas, que está ubicada a 3 kilómetros del poblado Los Cerrillos. Sobre los hijos, nos dice que, “el más grande va al liceo en Los Cerrillos, y el chico va a la escuela rural” de la zona.

“Hierbas del oeste” es el nombre del proyecto y también del “grupo de cinco mujeres rurales de acá de la zona de Los Cerrillos también, salvo una de las compañeras que es de Montevideo, que se formó cuando se abrió el llamado Camino Mujer”, cuenta Laura. Es la primera vez que se presentan a un proyecto financiado por el MGAP. Camino Mujer es una política de género que promueve la Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, para apoyar proyectos productivos y de servicios agropecuarios, que se implementó en 2020.

Laura comenta que al enterarse de la convocatoria, y ya conociéndose de otros lugares o actividades, “nos unió la idea de armar un proyecto productivo que tuviera que ver con las plantas medicinales y aromáticas”.

El proyecto implicaba empezar de cero, hacer todo el proceso: “desde el cultivo de las plantas aromáticas y medicinales, después el secado artesanal de las hierbas, para su posterior comercialización, y está previsto, aunque aún no le empezamos a implementar, el destilado de aceites esenciales de las hierbas medicinales que estuviéramos produciendo en el campo”, relata. Con el dinero que financió el proyecto, se compraron insumos como el equipo destilador. “Fue importado de China; hoy está en el país, en el puerto, y estamos esperando la liberación”, cuando finalice la documentación de importación. Otro costo que se cubrió es la construcción de un secadero solar para secar las hierbas, la construcción de una sala de elaboración y acopio de las mismas, donde se instale el destilador, y se guarden las hierbas acondicionadas para su venta posterior.

Además se compraron plantas y semillas para los cultivos: “en este momento está siendo a campo, al aire libre, no contamos con invernáculo… y algunos cultivos, como por ejemplo la melisa, que está a campo, durante el invierno le hemos construido micro túneles para protegerla, porque es una planta bastante sensible a las heladas y las bajas temperaturas”.

Por el momento se cultivan melisa, tomillo, romero, caléndula, ortiga, salvia, orégano, lavanda, menta y lemongrass, que están hoy plantadas a campo. Además, “tenemos una parte de recolección de hierbas como la carqueja, que tiene propiedades medicinales, que crecen naturalmente en el campo” y se cosechan en épocas especiales, como también pasa con la marcela y el eucaliptus, nos cuenta. 

“Estamos entusiasmadas, y comenzamos a hacer la comercialización de las hierbas a partir de febrero de este año y nos ha ido muy bien, si bien no sabíamos cómo nos iba a ir con eso. Incluso en algún momento quedamos sin stock”, dice Laura.

Nos relata que les está faltando implementar al proyecto inicial, la puesta en práctica de la elaboración de aceites esenciales, que está demorada por lo de la máquina destiladora que está en proceso de trámites de importación. El costo total del equipo, con los impuestos incluidos y trámites, fue de 1.700 dólares.

“Ahora nos queda también la parte de aprendizaje… la capacitación la tenemos prevista hacer con un joven de Maldonado, que está haciendo destilado hace bastante tiempo y tiene mucha experiencia en destilado de medicinales y aromáticas”. Esto será financiado por cuenta del grupo, ya que el proyecto terminó su ejecución este año. También han mantenido contacto con otras personas que se dedican a lo mismo, en otras partes del país e incluso de otros países como Argentina, y han intercambiado conocimientos y aprendizajes.

En cuanto a la comercialización de las “Hierbas del oeste”, nos cuenta: “hemos participado en algunas ferias y eventos de la zona, donde nos ha ido muy bien. Por otro lado vendimos en Instagram, en la cuenta @hierbas_del_oeste, donde están todos nuestros datos de contacto. Además tenemos nuestros productos en un local en Montevideo y en una herboristería acá en Cerrillos”.

Para cerrar la nota nos comenta que el proyecto “Camino Mujer” les ha dado mucho: “la conformación del grupo con ese proyecto ha sido un camino de aprendizaje para nosotras cinco, el grupo se ha consolidado muy fuertemente, hemos aprendido mucho de todas, con nuestros saberes distintos… es un placer y un desafío trabajar juntas, estamos muy entusiasmadas”.