INTERVENCIÓN TERRITORIAL

DGDR firma convenio para contribuir a mitigar el daño producido por cotorras en Canelones

La Dirección General de Desarrollo Rural firmó un convenio con la Sociedad de Fomento Rural Rincón del Colorado para llevar adelante el proyecto de aplicación de técnicas para mitigar el daño producido por cotorras en productores familiares frutícolas del oeste del departamento de Canelones.

En la firma, que se realizó el martes 25 de octubre, participaron el director de Desarrollo Rural, Carlos Rydström, Nurys Zerpa presidente de la SFR y Diego Mozzo, secretario. También estuvieron presentes Fernando Rabellino, por AFRUPI, Graciela Pereira, por SFR Canelón Chico y Griselda Mendieta, por la Mesa de Mujeres Rurales de Canelones. Además participaron referentes de la Intendencia de Canelones, de INIA y las técnicas referentes del proyecto, Lourdes Olivera y Ethel Rodríguez, entre otras personas.

El director de Desarrollo Rural, Carlos Rydström, señaló: “para nosotros es muy significativo porque es la primera Intervención Territorial Específica que se concreta con lo que llamamos una lógica ascendente: con el reclamo de los productores, de la sociedad civil, por temáticas que no han sido atendidas y que a partir del trabajo interinstitucional comienzan a hacerlo”.

Además de la Dirección General de Desarrollo Rural, forman parte de esta propuesta la Dirección General de la Granja del MGAP, la Intendencia de Canelones e INIA, que, al igual que las Sociedades de Fomento de Canelón Chico, Rincón del Colorado y Afrupi, tuvieron una parte activa en la formulación del proyecto.

El objetivo es contribuir a mitigar el daño que producen las cotorras en los productores frutícolas y la concientización de la sociedad civil sobre esta problemática. 

El público objetivo son productores y productoras frutícolas, familiares y no familiares con predios de superficie pequeña a mediana que tengan la fruticultura como rubro principal de explotación. Los productores y productoras deberán estar vinculados a las organizaciones de base de la zona: Sociedad de Fomento Rural Canelón Chico; Sociedad de Fomento Rural Rincón del Colorado; Asociación de Fruticultores de Producción Integrada. La zona de acción definida es la zona oeste, específicamente, departamentos de Canelones y Montevideo.

“La idea del proyecto surge a través de la Mesa de Desarrollo Rural de Canelones Oeste; en realidad fue la Mesa de Mujeres Rurales de Canelones quienes presentaron la inquietud a la Agencia de Desarrollo Rural de la Intendencia de Canelones y luego de varios planteos surgió la posibilidad de una Intervención Territorial”, cuenta Lourdes Olivera, Licenciada en Ciencias Biológicas de la Facultad de Ciencias, Universidad de la República, técnica y vocera de esta propuesta. Lourdes tiene además un doctorado en Ciencias Agrarias, de la Facultad de Agronomía de la UdelaR.

Explica que uno de los objetivos es generar una línea de base sobre la estimación de las pérdidas económicas en predios frutícolas ocasionadas por cotorras, a partir de mediciones cuantitativas del daño y para ello se va a hacer un relevamiento en distintos predios. Eso servirá como insumo para trabajar después a la hora de comparar el costo y la eficiencia de las medidas de manejo, con las pérdidas que se tienen.

Otro de los objetivos es trabajar con medidas de manejo para mitigar los daños. Ese objetivo tiene dos estrategias: una es trabajar con predios que ya tengan instaladas esas medidas y hacer evaluaciones de daño, recopilar información sobre las ventajas y desventajas, las experiencias de los productores y también instalar, en el marco del proyecto, medidas de manejo conforme a un diseño experimental para evaluar su eficiencia.

El último objetivo específico tiene un fuerte componente de difusión, para lo que se realizarán encuentros con los productores, jornadas técnicas, días de campo y áreas demostrativas para fomentar el uso de esta herramienta. La idea es que en esas jornadas se difundan las experiencias recopiladas, tanto de monitoreo de los predios como en los que se realizó la evaluación de la eficiencia, para que los productores conozcan los resultados.

Olivera explica que el proyecto tendrá una duración de dos años. La idea es comenzar en esta zafra con el relevamiento inicial del daño que tienen los productores, con la cuantificación de las pérdidas y con el seguimiento técnico de predios que ya tengan instaladas medidas de manejo. En una siguiente etapa, en la zafra 2023-2024, instalar las medidas de manejo y hacer las evaluaciones de daño y las medidas de la eficiencia.

“Con este proyecto se pretende acercar a los productores las tecnologías y las herramientas de manejo que hay disponibles para mitigar los daños; mostrarles su eficiencia, las ventajas, desventajas, y cómo es la correcta implementación para fomentar que más productores las adquieran”, dice la técnica.

“Este proyecto es un paso más, un primer piloto que estaría llevando a cabo la Comisión para el manejo de aves que se formó en Canelones, que está integrada por varias instituciones públicas y sociedades de Fomento. Esta comisión está poniendo el tema sobre la mesa y buscando alternativas para disminuir las pérdidas”, dice Olivera. La técnica también cuenta que ya se habían presentado a distintos proyectos buscando financiación y no habían podido concretarlo: “La idea es trabajar en este tema del manejo de cotorra que es tan problemático para muchos productores frutícolas y hortícolas del departamento de Canelones, principalmente pequeños productores”, concluye.

Ethel Rodríguez es Bióloga e investigadora en el manejo de aves plaga. Trabajó durante 42 años en la Dirección General de Servicios Agrícolas del MGAP y en la actualidad está conformando el grupo de Consultorías Biológicas que se dedica a resolver conflictos entre aves y la industria, principalmente la agricultura. También es técnica de este proyecto y nos cuenta sobre su importancia: “Si bien la cotorra es un ave conflictiva con muchos tipos de industria, fundamentalmente la agricultura y especialmente en los cultivos oleaginosos, pero también en cereales de invierno, en el caso de los frutales es aún más complejo porque el daño que sufren los pequeños productores muchas veces les inhibe de tener una producción que les sea sustentable, por lo tanto, atender a sus necesidades de manejo de este problema es muy importante y por eso la especial atención a este aspecto del conflicto de las cotorras con la producción”.

 

La inquietud de los productores

Griselda Mendieta, productora rural frutícola y vitícola de la zona de Canelón Chico, nos cuenta sobre los inicios de esta propuesta. Pertenece a la Fomento de Canelón Chico y también integra el grupo de membrilleros UPROME, el Centro de Viticultores del Uruguay (CVU) y la Cooperativa Vicca: “El tema de las aves plaga desde hace un tiempo es un problema, un problemón, porque ellas no se conforman y de un lugar se van para otro y dañan la fruta, dañan la planta, y ya es un problema de difícil solución. Hace un tiempo se hacía un control letal con unos productos que se ponía en la boca de los nidos, pero ya no se puede realizar más y creció mucho la población, de ahí que hay muchísimas loras y se nota el daño que hacen”.

La productora cuenta que desde la organización de la Mesa de Mujeres de Canelones tomaron la iniciativa para hacerle frente a esta problemática: “tuvimos la iniciativa de presentar una carta al director de la Agencia de Desarrollo Rural de la Intendencia de Canelones, que convocó a las demás autoridades para ver qué se podía hacer. Esto fue el año pasado. Después se formó una comisión de trabajo que está integrada por varias organizaciones gubernamentales y sociales y se ha logrado esto tan lindo que fue la firma del convenio para poder empezar este plan piloto que pensamos va a tener muy buenos resultados y que es un aprendizaje. Participan dos técnicas, que son quienes nos orientan (...) y además está el apoyo del dinero, ya que nos apoya la DGDR y el Gobierno de Canelones”, dice la productora.

Griselda se refiere a la problemática, difícil de controlar: “Se trata de un ave que tiene sus pichones una vez al año y casi no pierde ninguno, porque todas alimentan los pichones; año a año es una población muy grande y se hace difícil controlarla”. También entiende la importancia de cuidar el ecosistema: “Debemos saber cómo hacer para no dañar. Y en este plan que se firmó y se va a empezar a ejecutar los primeros días de noviembre, se ha pensado en todos esos aspectos y para nosotras, como mujeres rurales, como productoras y compañeras, pensamos que va a ser muy bueno, porque además de poder controlarlas, de conocer su comportamiento, en un futuro es para bajar la población... Nuestro foco y nuestra preocupación es año a año tratar de disminuir los nacimientos”, dice.

 

La metodología... los pasos

En cuanto a la metodología, como primer paso se realizará un diagnóstico de la problemática para poder definir distintos indicadores tanto productivos como económicos que sean de utilidad (por ejemplo, dólares de pérdida/ha). Para ello se estimará el daño en 12 predios utilizando como principal insumo la encuesta realizada en el marco de la consultoría de IICA.

Posteriormente, se llevará a cabo un relevamiento de información a productores que ya apliquen medidas para mitigar las pérdidas, con el fin de conocer y difundir sus experiencias. En base a dicha información, se determinará un grupo de predios piloto que cuenten con herramientas de protección del cultivo para realizar un seguimiento de sus resultados, con el fin de generar información que sirva como medio de extensión a otros predios. En todos ellos se llevará a cabo un seguimiento técnico realizado por los profesionales del proyecto, evaluando el impacto de las medidas implementadas en las pérdidas ocasionadas por aves, sus ventajas y desventajas en la adopción de estas herramientas.

Con esta Intervención Territorial Específica (ITE) se propone adaptar alguna de ellas a las necesidades locales. En un primer intercambio los productores propusieron diversos métodos candidatos para mitigar el daño causado por cotorras, en base a su disposición en el mercado, su costo y los antecedentes técnicos existentes. Estas herramientas ya han sido utilizadas en diversos cultivos como cebada, colza y uva con resultados satisfactorios. Se seleccionará un total de seis predios para aplicar las medidas de mitigación de los daños a ser evaluadas. Se utilizarán al menos tres predios por técnica y otras tres áreas control que sean agronómica y ambientalmente comparables.

Se analizarán los resultados obtenidos en el seguimiento técnico y el avance de la aplicación de la propuesta en conjunto con los costos de las medidas implementadas y las percepciones de los productores, con el fin de sistematizar la información y generar un insumo de utilidad para la toma de decisiones.

La tercera etapa del proyecto consiste en difundir y fomentar mediante un proceso de aprendizaje participativo la adopción de herramientas para disminuir los daños ocasionadas por cotorras. Se incluirá una campaña de sensibilización a la población en general sobre los perjuicios de las aves plagas en la producción local del departamento, así como los riesgos de zoonosis. Se llevarán a cabo cuatro reuniones con los productores participantes del proyecto, para intercambiar con ellos sobre los resultados que se vayan obteniendo en los predios monitoreados. Además, se determinarán áreas demostrativas para la realización de al menos tres jornadas de campo y/o charlas de difusión con entrega de material gráfico. Complementariamente, se elaborará un plan de recomendaciones para manejar el daño que las cotorras causan en predios frutícolas, con el fin de generar una vía de trabajo óptima y viable a mediano y largo plazo con impacto a escala predial. Por último, se diseñará un plan de acción que busque dar seguimiento, luego de culminado el proyecto, al problema que ocasionan las cotorras en fruticultura.

Se propone un plazo de ejecución de 24 meses para poder abarcar dos zafras productivas (2022-2023 y 2023-2024), debido a que la disponibilidad de fondos se realizará meses después del inicio de la zafra 2022-2023.

 

Al finalizar, se espera contar con:

  • Un informe conteniendo los indicadores productivos y económicos recomendados para determinar el daño por aves en un área representativa de la zona frutícola de Canelones Oeste. Se espera que aporte a mejorar la toma de decisiones de los productores sobre si es conveniente o no adoptar una medida y en tal caso cuál.
  • Un informe técnico, conteniendo detalle de las herramientas de manejo en predios experimentales y monitoreados en el marco del proyecto, su costo en el mercado, su eficiencia, ventajas y desventajas en la implementación.
  • Recomendaciones para el manejo integrado de esta plaga (cotorras) en predios frutícolas y elaboración de material gráfico para técnicos y productores.
  • Concientización de los pobladores de la zona de influencia sobre el daño que realiza esta plaga y la importancia de manejo integrado.  

 

SNIDER

Este proyecto se enmarca dentro del Sistema Nacional de Innovación y Desarrollo Rural (SIDER), impulsado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) a través de la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR) y la Unidad de Descentralización (UD), en conjunto con varias instituciones. Este sistema promueve el diseño e implementación de procesos de desarrollo rural sustentables con enfoque territorial. Las propuestas pueden surgir tanto desde grupos de productores, técnicos en territorio, oferta institucional o inquietudes planteadas en los espacios de participación (MDR, Mesas Sectoriales, entre otros). Dentro de sus objetivos específicos, el SNIDER promueve la generación de intervenciones territoriales específicas (ITE).

Se define como ITE un proceso de intervención de carácter innovador, que articula capacidades de instituciones y actores sociales, con el fin de atender problemas u oportunidades de desarrollo rural sostenible, desde una perspectiva territorial. Apunta a la articulación de capacidades y recursos de políticas públicas y actores de la sociedad civil, en base a objetivos convergentes. Se propone una concepción amplia de intervención, donde se incluyen acciones de investigación, transferencia, extensión, inversión, adopción e innovación, así como otras actividades vinculadas al desarrollo rural.

Audios

Carlos Rydström_ITE Aves Plaga
Lourdes Olivera_Técnica del proyecto
Ethel Rodríguez_Técnica del proyecto
Griselda Mendieta_productora de Canelón Chico

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