Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca

Durante la exposición se destacó que el conocimiento del ciclo biológico del parásito es clave para diseñar planes efectivos. Solo un 5% de la garrapata permanece sobre el animal, mientras que el 95% se desarrolla en el ambiente, lo que exige medidas sanitarias combinadas con un manejo adecuado de los campos

Tratamientos y control integrado

Se explicó que el país enfrenta tres generaciones anuales de garrapata, lo que hace necesario aplicar tratamientos generacionales y supresivos, siempre con supervisión veterinaria. También se subrayó la importancia de respetar dosis, pesar a los animales y asegurar que ninguno quede sin tratar.

El control integrado incluye mantener alambrados en buen estado, aplicar cuarentena y tratamientos preventivos al ingreso de nuevos animales, medir concentración y pH en baños de inmersión, y planificar el uso de campos “limpios”

Resistencias y riesgos sanitarios

Se alertó sobre el riesgo de resistencia a los productos veterinarios, generado por el uso repetido de la misma droga, la incorrecta dosificación o la introducción de animales infestados. Además, se recordó la importancia de cumplir los tiempos de espera a faena para garantizar la inocuidad de la carne

La garrapata es también vector de la tristeza parasitaria bovina, enfermedad de alta letalidad en animales adultos, causada por Babesia bovis, Babesia bigemina y Anaplasma marginale. Para reducir el riesgo, se recomendó la aplicación de la hemovacuna elaborada por DILAVE, que otorga inmunidad de por vida cuando se administra a terneros menores de un año