CAPACITACIÓN

Estudiantes de la Tecnicatura en Producción Agropecuaria Familiar visitan el CRC de Aiguá y recorren predios de la zona

El Centro Regional de Capacitación Aiguá (CRC) recibió a 20 estudiantes de la Tecnicatura en Producción Agropecuaria Familiar de UTU. En el marco de sus salidas curriculares a territorio, los alumnos recorrieron predios de productores familiares de la zona, junto a sus docentes, el Profesor Agrario Experto del CRC (PAE), e integrantes del equipo territorial de la Dirección General de Desarrollo Rural del MGAP.

La actividad se realizó el 8 de junio pasado. La gira comenzó en la mañana, en Villa del Rosario (Lavalleja), en el predio de María Alba y Francisco Britos, productores familiares cuyo rubro principal son los ovinos.  Los jóvenes estudiantes recorrieron el predio e intercambiaron con la productora acerca del sistema productivo, así como de temas ambientales y sociales.

Al mediodía fueron recibidos en el CRC, donde se les presentó el Centro y su sistema productivo, y donde se resaltó el tema de la profundización hacia la transición agroecológica, que se incluye explícitamente como uno de los objetivos desde 2021. Luego se realizó una pequeña recorrida por campo.

En la tarde, los estudiantes visitaron el predio de Ignacio Gómez, productor familiar de Aiguá (Maldonado), que tiene como rubro principal la ganadería sobre campo natural. En esta instancia pudieron ver su sistema de manejos, subdivisiones, distribución de agua, tajamares y montes de abrigo y sombra. Al igual que en el predio anterior, los alumnos indagaron sobre temas ambientales y sociales.

La actividad se realizó en coordinación con los docentes de la tecnicatura, el responsable del CRC y técnicos de la DGDR. Se abordaron temas relacionados a la producción familiar, asistencia técnica, relacionamiento con organizaciones de la zona, de gestión, así como también otros aspectos relacionados al área social.

 

La experiencia para la juventud

Carolina Lutzen fue una de las estudiantes que participó de la visita. Tiene 28 años, vive en Casarino, Canelones, con sus padres y su hermano, en un predio de 7 hectáreas en el que se dedican a la façonería, con aves de engorde. Todos trabajan en el predio. Carolina estudia la Tecnicatura en Producción Agropecuaria Familiar: “Decidí estudiar la Tecnicatura para especializarme un poco más y dar una ayuda un poco más teórica, más específica, más técnica”, cuenta.

En la tecnicatura tienen una asignatura que es taller, donde una de las propuestas es tener salidas y visitar predios de productores familiares para conocer las distintas realidades, manejos y sistemas de producción: “El objetivo es acercarnos más a la realidad del productor agropecuario uruguayo y ver todas las realidades, porque justamente, al ser familiar hay objetivos un poco más profundos que sólo la producción específicamente. Es lo que tratamos de ver y analizar, y es la idea de estas salidas”, explica la joven.

“En lo personal y a nivel de grupo nos pareció muy interesante poder conocer sistemas productivos distintos y realidades distintas, manejos que se hacen de determinada manera, porque el productor lo elige así y lo decide con la familia y prioriza de repente el bienestar familiar ante un sistema pura y exclusivamente productivo”, dice Carolina.

“Para nosotros fue muy enriquecedor porque si bien en un salón podemos ver y analizar a través de fotos, poder ver en vivo y en directo las realidades, los sistemas, las praderas, las plantaciones, los cultivos, la rotación de un pastoreo y ese tipo de cosas, es muy enriquecedor porque en la práctica es donde uno realmente puede apreciar y comprender mejor”, dice la joven.

En lo personal, como productora rural, Carolina apunta a poder encarar el emprendimiento que tiene con su familia desde un punto de vista más técnico: “práctico también, porque tenemos solo un asalariado y trabajamos nosotros, pero tener un encare técnico para poder hacer que todo funcione mejor. Mi idea es que mi padre pueda disfrutar ya desde otro lado, y ponerme un poco al hombro todo esto y que él pueda disfrutar de otra etapa”, dice la joven.

 

La experiencia desde la producción

María Alba es presidente de la Fomento Solís de Mataojo. Vive en Estación Solís, entre ruta 8 Km 99 y Km 319 de ruta 12. Hasta allí llegaron los alumnos de UTU.

María cuenta que la DGDR los ha ayudado con varios proyectos, no sólo para el predio sino también para la Fomento: “Vinieron aguadas, un proyecto para ayudarnos a hacer cosas en el predio, comprar animales, reproductores... Vinieron también dineros del FIDA. Había que hacer algo social y lo que hicimos fue un consultorio médico rural, porque no había nada y vino bien de bien porque con la pandemia quedamos sin ómnibus en esa zona y la gente no tenía acceso ni a ir a buscar un medicamento. Hoy por hoy la policlínica funciona bien. Viene la doctora dos veces al mes, todo avalado por el Ministerio de Salud, y estamos todos saneados, cuidados y protegidos, ante cualquier eventualidad”.

Su predio es agro-ganadero. Plantan maíz y se hacen silos de planta entera, micropicado: “La visita de los gurises para mí fue una gran alegría. No es la primera vez que vienen (...). Me gusta recibirlos y contarles lo poco que sé. Con los años que tengo, he ido adquiriendo un poco de experiencia, y me gusta contarla. Conversamos y les mostramos. Los esperamos para que pudieran ver el silo de micropicado, el bolsón, la carga para llevarle de comer a las vacas, los llevamos a que las vieran... También vieron las ovejas. Y como todo predio rural, aquí hay gallinas, tengo ñandúes (...). Y bueno, les explicamos cómo era la parte del silo, ellos preguntaron sobre los alambres, si teníamos alambrados o eléctrico... En casa es todo alambre de ley; preguntaron muchísimo y fue un intercambio muy bueno”, cuenta María.

María es abuela. Trabaja junto a su esposo en el campo, a veces su hermano les da una mano. Cuenta que ya está haciendo los trámites para jubilarse, pero que va a seguir en el predio: “La nieta, que tiene 18 años, es la que va a seguir. Si bien no vive con nosotros, está muy vinculada al predio porque se ha criado al lado nuestro y ayuda al tata. Teníamos que buscar un referente para el campo que fuera de la familia... La nieta es joven, está estudiando en Montevideo, pero ella dijo que sí y los padres estuvieron de acuerdo”, cuenta con orgullo.

María es consejera de Comisión Nacional, algo que ella deseaba muchísimo. “Llegué a serlo por la creación del consultorio médico; vieron que yo podía ir a más...”. Además, trabaja con las mujeres referentes de Comisión Nacional, en la parte de género, y también participa en la Mesa de Desarrollo Rural de Lavalleja. Forma parte de un grupo de mujeres que se llama Kuñapyrenda, que en guaraní quiere decir ‘huella de mujer’: “Tenemos 45 mujeres nucleadas, con la parte de artesanías, quesos, panes..., de todo. El otro día hicimos el cierre del proyecto y reunimos a 20 mujeres en un campamento. Hicimos talleres de incidencia en género, sobre violencia y suicidio”, cuenta.

“En Comisión Nacional nosotros lo que buscamos es la equidad. Poder caminar todos juntos sin tener esa diferencia entre hombre y mujer. Vamos a hacer talleres en el norte, centro y sur del país, como ocho o diez talleres para ir evaluando y ser ojos y oídos...”, dice.

 

La visión de los docentes

Javier Zipitría es docente de la Tecnicatura en Producción Familiar de UTU. Esta tecnicatura se dicta en el Centro Agustín Ferreiro, en Canelones, y depende de Escuela Agraria de San Ramón. Anualmente, con los estudiantes se realiza una gira por el país, para conocer los diferentes actores sociales y productores del sistema rural uruguayo, y sus lógicas de acción: “Ellos recorren, junto a los docentes, diferentes regiones del país, donde pueden ver la forma de producción y pueden interactuar directamente con productores e instituciones vinculadas con el medio, y en ese marco es que nosotros llegamos al CRC de Aiguá, así como en otra oportunidad vamos para zona Litoral Oeste, y Litoral Norte, a ver diferentes sistemas de producción”, explica el docente.

Zipitría cuenta que los estudiantes preparan, según las regiones agropecuarias, el tipo de producción con la que se van a encontrar, y llegan conociendo las básicas de las regiones en cuanto a aptitudes agropecuarias y la parte geológica y morfológica general del ecosistema al cual se dirigen.

Este tipo de giras se realiza desde hace muchos años, sólo fueron interrumpidas en los últimos dos años por la Pandemia y se retomaron este año. En esta oportunidad sólo estuvieron un día en la zona, pero generalmente la zona se recorre en dos días.

“Nuestro proyecto a futuro es poder seguir llegando con los estudiantes de primer año, ya que forma parte de lo curricular, de lo que tienen que hacer para poder cumplir los requisitos del semestre, que es hacer un informe enfocándose en los predios como sistema y en vinculación con su región, detallando cómo funcionan en una presentación escrita y una defensa oral”, dice el docente.

En cuanto a la relación del taller con la zona de Aiguá, es de interés llegar a esa misma zona y poder alojarse en el CRC y utilizarlo como base para conocer los diferentes sistemas de producción de la zona Sierras del Este, forestación y ganadería.

Zipitría también destacó la relación con los docentes y técnicos de UTU, y con los técnicos de la DGDR y su buena disposición, al igual que con los productores visitados. Esperan continuar con el vínculo. En el semestre próximo tienen actividades previstas en producción animal. “El lugar siempre ha estado abierto y siempre nos han recibido de muy buena manera y hemos tenido la posibilidad de lograr los objetivos curriculares de los estudiantes de la Tecnicatura”, señaló.

 

CRC Aiguá

El Centro Regional de Capacitación Aiguá cumple un rol importante en la zona, tanto para los productores y sus organizaciones, como para los técnicos, instituciones, alumnos y público en general. Ubicado en ruta 13, Kilómetro 169.500, funciona desde el año 2014, en un predio del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP). Fue creado por un acuerdo firmado entre el Programa de Educación para el Agro del CETP y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca a través de la Dirección General de Desarrollo Rural (MGAP/DGDR), con el fin de promover acciones que contribuyan al desarrollo rural sustentable. Vincula instituciones y organizaciones públicas y privadas, nacionales y locales, con el propósito de promover capacitación y formación, extensión, transferencia de tecnologías e investigación. Es gestionado por una comisión interinstitucional. Se imparten cursos, capacitaciones y prácticas a alumnos de UTU, entre otras actividades. El sistema productivo está íntimamente ligado a todas las actividades que se realizan en el CRC. Se busca mejorar el manejo del pastoreo racional, enfocándose a las transiciones agroecológicas, que permita generar conocimiento y lograr trasferir tecnología en esa temática. Realizar mediciones en forma conjunta sobre variables como evolución de la composición botánica, producción de materia seca, composición del suelo, y de ser posible, emisiones y capturas de gases de efecto invernadero. Para ello la DGDR aporta recursos humanos y económicos.

Audios

Carolina Lutzen, estudiante de la Tecnicatura en Producción Agropecuaria Familiar
María Alba, productora de Estación Solís, Lavalleja.
Javier Zipitría, docente de la Tecnicatura en Producción Familiar de UTU

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