Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca

Priscila Crespo nos cuenta sobre esta historia: “La idea la sacó mi padre, venía de varios años de seca y se puso a investigar cómo hacían los países con estrés hídrico y así fue como llegó al nopal forrajero. La idea la sacó de México”, cuenta la joven. Priscila es de Montevideo, vivió parte de su infancia en el campo y después se fue a estudiar Administración de Empresas.

Explica que el nopal es de la familia de las cactáceas, la usan mucho en México, en el norte del Brasil y en otros países de Europa y África, como forraje, ya que es muy resistente a la seca y a las altas y bajas temperaturas. “Nos pusimos en contacto con un mexicano que planta nopal forrajero y nos contó su experiencia, cómo plantaba, cómo le daba de comer a los animales, y nos fue asesorando en los comienzos. Nos contaba que en México pasan ocho meses sin lluvia y el nopal les permite darle forraje verde a pesar de la seca”.

Priscila nos cuenta sobre las cualidades de esta planta: es un cultivo muy noble, no requiere de un suelo rico y además da mucho volumen en poca área. En México sacan aproximadamente unas 300 toneladas por hectárea. Como alimentación, se puede dar nopal solo, pero en México lo que hacen es una especie de fermentado, con el que aumentan el nivel de proteínas, y lo llevan hasta un 20%, 25% de proteína, porque el nopal por sí solo es rico en energía, pero tiene poca proteína.

“Mi padre se dio cuenta que estaba esta planta en Uruguay. La vio en la ruta, en casa, y así fue como arrancamos a recolectar. Al principio hicimos un invernáculo donde manejamos la temperatura y le pusimos riego, cosa de aumentar bastante la cantidad  de hojas y poder ir llevando al campo y en enero del 2021 arrancamos con la plantación a campo”, cuenta la joven.

Continuaron investigando hasta que llegaron a dar con un brasilero, Paulo Suassuna, que se dedica a esto desde la década del 90, y fue quien creó el sistema intensivo de cultivo de palma forrajera. “Es un sistema muy distinto al mexicano. Ellos llegan a plantar hasta 160 mil plantas por hectárea y llegan a sacar hasta 700 toneladas, con muy bajas precipitaciones, de unos 600 milímetros o menos”, cuenta la joven. La familia contrató al brasilero y éste vino en el mes de julio pasado a asesorarlos sobre su sistema. Él también ha logrado aumentar el nivel de proteína del nopal a través  de la fertilización nitrogenada: “El nopal tiene un nivel de 4% y él ha llegado hasta un 9 y un 11%”, dice la joven. Paulo les enseñó y Priscila y su padre comenzaron a plantar, haciendo pruebas con ese sistema.

“Otro beneficio que tiene el nopal es que tiene mucha agua, va entre un 75%, 90%, dependiendo de la edad de la planta y la época del año. En época de seca también les proporciona el agua a los animales. Paulo nos comentaba que allá es un problema bastante grande y el nopal lo que hace es que les permite tener el agua para los animales. Pueden pasar más de un año sin beber una gota de agua, justamente, al darle nopal, ya están bebiendo el agua que necesita el animal”, dice la joven.

Sin dudas es un cultivo muy interesante, principalmente para hacerle frente al cambio climático. En México le llaman el “oro verde”, y además de usarlo a nivel forrajero también lo usan para cosmética y para el sector farmacéutico. Según cuenta Priscila, “es muy eficaz en la prevención de diabetes, porque logra estabilizar y regular el nivel de azúcar en sangre”. Además se usa en el sector textil, donde se hace cuero vegetal.

En este momento, la familia Crespo se encuentra en la etapa del cultivo con el sistema brasilero: “estamos viendo cómo se comporta en nuestro clima y de esta manera poder comparar los dos sistemas, el mexicano y el brasilero. Estamos buscando apoyo para la siguiente etapa que es ver cómo responden los animales con esta alimentación”. Ya hicieron una prueba con ovejas. Sabían que era una planta palatable y querían comprobarlo. Según dicen, a las ovejas les gustó mucho. Próximamente comenzarán a analizar la alimentación con bovinos.

A futuro pretenden aumentar la producción, para alimentar los animales: “esto permite tener mayor cantidad de animales, porque nosotros tenemos suelos muy superficiales, con mucha piedra y el nopal permite mucho más volumen de comida que la que tienen en campo natural. Y asegurarnos tener comida durante todo el año y especialmente en época de seca, tanto en invierno como en verano”, dice la joven.

“La gran ventaja del nopal es que lo usás cuando se requiere. Se mantiene constante con sus propiedades y es un cultivo muy longevo, que puede durar entre 25 y 30 años. Nosotros hemos encontrado plantas acá en Barriga Negra que tienen más de 70 años y siguen dando hojas”.

El director de Desarrollo Rural, Carlos Rydström, luego de la visita, expresó: “Ante la invitación de la familia Crespo, nos pareció muy interesante poder conocer experiencias como éstas. Estamos claramente en un marco de cambio climático que está impactando, y mucho, en las realidades productivas de nuestra agropecuaria nacional. La capacidad de adaptación depende muchas veces de la adaptación de tecnologías y de la innovación en las tecnologías para que las mismas no sean siempre asociadas a altos costos de aplicación, y esto es lo que encontramos, lo que estamos viendo en esta realización, y por lo tanto deseamos el mayor de los éxitos a este emprendimiento para que luego pueda escalar cada vez más en productores que vayan encontrando certezas tecnológicas al respecto. Sabemos que tenemos una gran responsabilidad desde el punto de vista del sector público, de la institucionalidad pública, en investigar más, validar más y hacer disponible herramientas como puede ser la producción de nopales en suelos superficiales para generar forraje. Era importantísimo verlo de primera mano y luego comenzar gestiones con el resto de la institucionalidad, para apoyar en lo que se pueda a estos emprendimientos”.