Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca

Nuevas herramientas para un viejo problema

Durante su exposición, Suárez abordó los avances en fármaco-epidemiología y el uso de modelos para interpretar la eficacia terapéutica en condiciones reales de campo. Explicó que 

“un mismo producto puede comportarse distinto entre potreros de un mismo establecimiento” y que “las nuevas herramientas que estamos usando nos permiten pasarnos a subir un escalón más en el desafío de interpretar qué es lo que está sucediendo”.

Detalló estudios aplicados con principios activos de uso habitual en el país, que permiten entender por qué un tratamiento puede fallar aún cuando el protocolo fue correctamente ejecutado, y destacó la importancia de incorporar la variabilidad biológica y ambiental en la evaluación.

Uso responsable de medicamentos y gestión de resistencias

Uno de los temas centrales fue el uso racional de nuevas moléculas, como el fluazurón y una droga recientemente incorporada al mercado. Sobre esta última, señaló que

“la academia cuenta con muy poco conocimiento porque hay poco conocimiento global de la información” y que, por esa razón, se aplicaron nuevas herramientas para analizar el comportamiento en distintas categorías, momentos fisiológicos y razas.

Advirtió que “los productos se formulan, se desarrollan y se registran con documentación que hace avalar un uso determinado”, por lo que “la recomendación principal es utilizarlo como indica la etiqueta”. Explicó además que “eso es lo que estuvimos mostrando un poco: cómo termina afectando los niveles de exposición y de protección a nivel de los animales, y por ende, la presión de selección que podríamos estar causando”.

Diagnóstico, asesoramiento y rol del veterinario

Suárez remarcó que “sin diagnóstico no podemos avanzar”, y sostuvo que es necesario que el veterinario se involucre desde el inicio en la toma de decisiones. 

“Cuando uno va a un productor que nos llama porque tiene un problema de garrapata, no es hablarlo por teléfono, es ir ahí al lado del tubo, trabajar con el productor y con el personal de campo”, explicó.

En ese sentido, propuso

“ajustar cada esquema terapéutico a la situación particular del problema” y dejar atrás esquemas tradicionales generalizados. “Yo creo que ya estamos en una etapa que no es un problema entre vecinos, sino muchas veces es un problema dentro del establecimiento entre potreros”, afirmó.

Buenas prácticas y gestión responsable

Finalmente, Suárez señaló que

“es fundamental buenas prácticas de administración de medicamentos y de uso de medicamentos, al igual que la importancia de la farmacia porteras adentro”. En esa línea, insistió en la necesidad de capacitar al personal, controlar las condiciones de aplicación y asumir un compromiso profesional en el uso de medicamentos veterinarios.