Mujeres y niñas en la ciencia

Niñas y adolescentes visitan a científicas y centros de investigación agraria

Con miras a posicionar las ciencias, y en particular las agrarias, como opciones posibles para las mujeres, el Plan Nacional de Género en Políticas Agropecuarias está realizando diversas acciones: visitas a centros educativos por parte de científicas y visitas a centros de investigación dónde mujeres de las ciencias agrarias reciben a niños/as y adolescentes.

Para lograr que más niñas y mujeres accedan a la educación y a las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM), se necesitan políticas públicas integrales que alcancen transversalmente a diferentes sectores y que atraigan a niñas y mujeres para identificar soluciones a los desafíos que persisten.

El Plan Nacional de Género Agro busca visibilizar el trabajo de las mujeres que se dedican a las áreas STEM, con énfasis en las ciencias agrarias, promoviendo el acercamiento de las niñas y adolescentes al trabajo que realizan de forma cotidiana técnicas e investigadoras del sector agropecuario.

Un compromiso asumido por el Plan Nacional de Género en las Políticas Agropecuarias (PNG Agro) realizado en articulación con CODICEN, promueve la realización de visitas a centros educativos y a centros de investigación de niños, niñas y adolescentes dónde técnicas e investigadoras de las ciencias agrarias les reciben como referentes calificadas. A la fecha, escuelas y liceos rurales, escuelas agrarias y centros de formación docente han sido recibidos por técnicas e investigadoras de la Dirección de Laboratorios Veterinarios del MGAP en Tacuarembó y Treinta y tres, las estaciones experimentales de INIA en Salto y Tacuarembó y el Instituto Nacional de la Semilla. Durante el 2022 se realizaron 7 visitas y se seguirán realizando más durante el corriente año.

Otro compromiso importante a resaltar es el que lleva adelante INIA vinculado a la implementación del Modelo de Calidad con Equidad (MCE) en articulación con Inmujeres. Este modelo es una herramienta organizacional que permite construir y fortalecer trayectorias laborales con mayor equidad de género a través de diferentes mecanismos como: i) identificar e impactar en áreas estratégicas de la organización para reducir brechas de género en el ámbito laboral; ii) promover un ejercicio interno que facilite la detección de prácticas discriminatorias en la gestión del personal; y iii) establecer procedimiento para la mejora continua en la gestión.

Cabe destacar también que el MGAP durante el 2022 ha comenzado a participar del Grupo de Género de Ciencia, Innovación y Tecnología (GECIT), espacio interinstitucional coordinado por la Dirección Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología del MEC. El GECIT tiene como objetivo asesorar en el desarrollo de políticas públicas en materia de Ciencia y Tecnología con perspectiva de género, diseñar indicadores e instrumentos, así como también reflexionar sobre lecciones aprendidas.

Construir trayectorias educativas y laborales en STEM más inclusivas es un desafío que interpela a toda la sociedad. Este escenario es posible, a partir de un cambio cultural profundo, con un Estado garante de los derechos humanos, la igualdad de género y un desarrollo socio- económico y ambiental sostenible. En este sentido, el MGAP conjuntamente con la institucionalidad agropecuaria pública, trabaja con el PNG Agro como hoja de ruta.

Investigadora en Bioseguridad del INIA recibe a estudiantes de Tercer año Ciclo Básico Tecnológico de UTU en la Estación Experimental de Salto Grande (2021).
Investigadora en Bioseguridad del INIA recibe a estudiantes de Tercer año Ciclo Básico Tecnológico de UTU en la Estación Experimental de Salto Grande (2021).
Visita de estudiantes del Liceo Rural de Achar al DILAVE de Tacuarembó (Dirección General de Servicios Ganaderos, 2022)
Visita de estudiantes del Liceo Rural de Achar al DILAVE de Tacuarembó (Dirección General de Servicios Ganaderos, 2022)

11 de febrero - Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

 

El 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas lo proclamó en 2015, con la finalidad de promover el acceso y la participación equitativa de mujeres y niñas en la ciencia.

En América Latina y el Caribe, en las últimas décadas las mujeres han incrementado de forma significativa su participación en el ámbito educativo y laboral, accediendo a mayores niveles de formación y empleo. Sin embargo, según la UNESCO, esta situación no ha permeado en todas las áreas y contextos por igual y en particular no se ha extendido a la ciencia, tecnología e innovación (CTI).

Los ámbitos CTI son elementos claves para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y específicamente el desarrollo científico - tecnológico en el sector agropecuario ha permitido entre otros aportes, a implementar medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, aumentar la producción y seguridad de los alimentos, mejorar la calidad de vida de las personas que habitan el medio rural, lograr un aprovechamiento más sostenible del agua potable y conservar los ecosistemas naturales y la biodiversidad.

Tanto a nivel internacional como nacional, los estudios vinculados a las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemática (STEM por sus siglas en inglés) exponen claramente las brechas de género que existen desde los primeros niveles de educación y que se van desarrollando durante las trayectorias educativas y laborales de las mujeres.

Desde edades tempranas las niñas son orientadas hacia temáticas alejadas de la ciencia y la tecnología, incluso cuando tienen buenos resultados educativos en estas materias, y manifiestan menos seguridad en sí mismas que los niños para desempeñarlas.

Los estereotipos de género, la falta de referentes, los sesgos de género de los equipos docentes, la sobrecarga del trabajo doméstico y de cuidados, limitan entre otros factores, las trayectorias educativas y laborales de las mujeres en las áreas STEM.

Esta situación requiere un abordaje integral que involucre cambios culturales no sólo a nivel individual sino también colectivo, de instituciones privadas, y del propio Estado quien debe motorizar esos cambios.

Avanzar en el reconocimiento sobre las desigualdades de género que impiden que mujeres y varones tengan igualdad de derechos y oportunidades y actuar sobre ellas es clave en materia de derechos humanos, inclusión y desarrollo, así como también asegurarse que las sociedades puedan capitalizar el valioso aporte de las mujeres.

 

Contexto global y regional.

  • Los datos disponibles evidencian que las mujeres se van perdiendo desde edades tempranas en el recorrido educativo vinculado a STEM.
  • A pesar de los avances que se han alcanzado en las últimas décadas, según el Instituto de Estadística de la UNESCO, en 2019 la tasa mundial promedio de investigadoras era de 29%.
  • Las mujeres investigadoras están subrepresentadas en los cargos más altos de las carreras profesionales y académicas, y continúan siendo minoría en muchos campos de las áreas STEM.
  • Sólo el 3% de los Premios Nobel en Ciencias han sido ganados por mujeres.
  • Se estima que el 75% de los futuros trabajos requerirán capacidades en STEM, por lo que si la situación actual persistiese esto implicaría la pérdida de trabajo para muchas mujeres y una limitante para las matrices productivas de los países.

 

La situación de Uruguay

  • En sexto año de Primaria, empiezan a verse las primeras diferencias en el desempeño de niñas y niños en matemáticas, con una clara ventaja por parte de los varones.
  • A nivel de la educación media superior se podría decir que se produce una de las primeras “pérdidas” de las mujeres en el recorrido educativo en áreas STEM, o al menos una de las más contundentes. Según datos de la Mesa Interinstitucional Mujeres en Ciencia, Innovación y Tecnología (MIMCIT) de 2018 sólo el 34% de estudiantes en la orientación Ingeniería/Físico Matemática, son mujeres.
  • En la UTU se repite esta menor presencia de mujeres en áreas vinculadas a STEM, siendo Informática e Industria y Producción las áreas en las que tienen menor participación, con un 15,2% y 12% respectivamente.
  • A nivel de posgrados, tanto en maestrías y doctorados, el egreso de las mujeres es mayor. Sin embargo, si observamos la distribución de las áreas de estudio, se observa segregación horizontal, es decir las mujeres se forman menos en áreas de ingeniería y TIC.
  • Asimismo, en el Sistema Nacional de Investigación, dónde investigadores e investigadoras están categorizados/as en cuatro niveles en orden creciente (Iniciación, I, II y III), se puede constatar que existe segregación vertical, es decir que en los niveles de investigación más avanzados predominan los investigadores varones. Por ejemplo, en el nivel III encontramos sólo un 25 % de mujeres.
  • Según la ANII, el mercado laboral también presenta sesgos de género, por ejemplo, considerando el período 2016-2018, en las empresas que realizan investigación y desarrollo en Ciencias Agrarias sólo el 27 % de profesionales son mujeres mientras que, en empresas vinculadas con Ingeniería de sistemas, computación y exactas, es el 21%.

                                                                         

Etiquetas