Unidad Nacional de Seguridad Vial

Protegerte – usar el casco protector es una medida básica para quien se sube a un birrodado. Se ha demostrado que abrochado correctamente reduce los traumatismos craneales mortales y graves entre 20% y 45%; siendo entonces, la estrategia más exitosa para prevenir traumatismos en los conductores de vehículos motorizados de dos ruedas.

Hacerte visible – Anunciarte en la vía es una medida previsora frente a otros usuarios de la misma. La reflectividad de un chaleco o cinta, posibilita que te registren 12 veces más que sin los mismos. Estudios sobre los efectos de seguridad de las luces de circulación diurna en los automóviles señalan una reducción de 10% a 15% en el número de choques diurnos que incluían a más de un participante.

No distraerte – Dividir la atención al frente del volante es un error de instantes que puede terminar en una tragedia personal o de terceros. No quites ni la vista ni la atención mientras conduces. Todo lo demás podrás hacerlo cuando arribes sano y salvo. Las distracciones al volante son la causa de más del 30% de los siniestros.

Asegurarte – La energía cinética es aquella asociada a los cuerpos que se encuentran en movimiento. Al momento de frenado de un vehículo, la misma sigue ejerciendo su efecto circunstancialmente. Para mitigar los golpes que por la misma se pueden dar, existen los cinturones de seguridad y los sistemas de retención infantil para los niños.

Respetarte – Las normas de convivencia son un gran acuerdo no escrito que dan por descontado el acatamiento de valores mínimos. Uno de sus pilares son las normas jurídicas, establecidas de manera genérica y universal. Los límites de velocidad en la circulación son parte de esta gran convención de acuerdos, de los cuales se espera un respeto recíproco a nivel social.

No consumir – El consumo de sustancias –incluyendo algunos medicamentos- alteran la percepción, motricidad, respuesta física y reflejos. El razonamiento y la coordinación muscular. No manejes si has consumido algún tipo de drogas.

Asistir – Revisar, llamar y atender son tres acciones concretas para asumir frente a un siniestro vial. Verificar las circunstancias y su seguridad; comunicar al 9-1-1 lo sucedido; y en la medida de lo posible, mitigar las consecuencias del siniestro asistiendo.