La distracción al manejar potencia la posibilidad de un siniestro de tránsito

Existen distintos tipos de distracciones; básicamente divididas en aquellas que tienen su origen dentro del vehículo -como por ejemplo, manipular el gps, sintonizar la radio, recibir un mate o utilizar el teléfono celular- y distracciones externas al vehículo -como fijar la atención en alguna publicidad de la vía pública o alguna persona que va por la calle.
Sin dudas que el uso del teléfono celular mientras se maneja, ha aumentado exponencialmente, multiplicando de esta manera los riesgos ligados a la distracción.
Concentración
Dividir la atención mientras se está controlando la circulación de un vehículo es apostar a una ruleta rusa donde se desvía la mirada de la ruta, se quitan las manos del volante y se aparta la concentración exclusiva en la carretera y la situación existente.
A este tipo de distracción se le denomina “distracción cognitiva”; y es la que tiene mayores consecuencias en el comportamiento del conductor. La Organización Mundial de la Salud sostiene que “un cúmulo cada vez mayor de datos científicos muestra que las distracciones provocadas por el teléfono celular pueden afectar la actuación del conductor de distintas maneras, como por ejemplo, aumentando el tiempo de reacción (sobre todo el tiempo de reacción de frenada y la reacción ante las señales de tráfico), entorpeciendo su capacidad para mantenerse en el carril adecuado, haciendo que acorte la distancia de seguridad y, en términos generales, reduciendo su percepción de la situación de la carretera”.
Mensajes de texto: no
El envío de mensajes de texto suele ser una comunicación habitual ya que es más barata que una llamada; aplica a otra dinámica donde hay que fijar la vista, además de eventualmente, sostener el aparato celular (y de esta manera retirar fuerza al sostén del volante). Todas cuestiones que realizamos automáticamente y naturalizamos como si fuesen parte de una conducción segura y responsable.
No obstante todo ello tiene efectos perjudiciales en el comportamiento del conductor. Y obviamente, convierte el uso del teléfono celular en un importante problema de seguridad vial.
OPS invoca “estudios que señalan que los conductores que utilizan el teléfono celular durante la conducción corren un riesgo aproximadamente cuatro veces mayor de verse involucrados en un accidente”. Según los mismos, “ese aumento del riesgo es similar tanto en el caso de los teléfonos sin manos libres, como en el de los teléfonos con manos libres, lo que indica que es la distracción cognitiva derivada de mantener una conversación por teléfono lo que afecta en mayor medida al comportamiento del conductor y, por consiguiente, al riesgo de accidente”.