¿Qué hábitos alimentamos?

El peatón tecnológico no existe

Una pseudo categoría que justifica una forma ligera de transgresión.
Peatones cruzando por cruce peatonal una calzada

La preocupación por la seguridad de los peatones en el sistema de tránsito está reflejada ya, desde 1984 en el Reglamento Nacional de Circulación Vial (RNCV); y actualizadas más recientemente en el tiempo por la Ley Nº 18.191 de Tránsito y Seguridad Vial.

El RNCV en su capítulo de Generalidades prevé que el peatón (al igual que el resto de usuarios de las vías de tránsito) está obligado a cumplir con el mismo “y a no hacer lo que signifique trastornos o peligro para los demás usuarios”.

En el RNCV explícitamente se definen las áreas habilitadas para uso de los peatones, (con las excepciones correspondientes) lo que por descarte a su vez define las no habilitadas.

Dentro de las obligaciones de los Conductores se estipula que “deberán poner cuidado y atención para evitar accidentes (sic) en el caso de peatones que invadan la calzada”.

También la Ley 18.191 se encarga de regular el tránsito peatonal además del vehicular; estableciendo por ejemplo, que “todo conductor debe dar  preferencia  de  paso  a  los  peatones  en  los  cruces  o  pasos reglamentarios destinados a ellos”, pero dentro de un orden razonable de coexistencia en que “los  peatones  deberán  circular  por  las  aceras,  sin  utilizar  la  calzada  ni  provocar  molestias  o  trastornos a los demás usuarios” (numeral 1 del Art. 22 de la mencionada Ley).

En todo caso la Norma explicita que “para cruzar la calzada (…) los peatones deberán hacerlo caminando lo más rápidamente posible, en forma perpendicular al eje y asegurándose de que no exista peligro”.

Seguridad vs confort?

Los usos y costumbres actuales -dentro de una lógica cultural dinámica que abarca los diferentes planos de la convivencia- imponen en el paisaje cotidiano la presencia de GPS en los vehículos, de radares en la calle y también de celulares.

De hecho, ‘peatón tecnológico’ es una imagen que describe a quienes se trasladan caminando enfocados en la pantalla de su celular; por ende, automáticamente definen que lo que tengan al frente o en su entorno es secundario, así sea un pozo, las heces de animales o el lateral de un ómnibus que va a girar.

´Peatón tecnológico´ es una etiqueta que resuelve la modernidad de ponerle nombre a todo; pero no la cuestión de fondo, en cuanto es un actor integrado a un sistema –el de tránsito- donde existen reglas acordadas para participar.

En todo caso, un peatón que prioriza el uso de la tecnología –otra variante para denominar este fenómeno- es un ingenuo que cree que el resto de los usuarios de la vía se va a hacer cargo de su desatención a las reglas esquivándolo o tocándole bocina mientras cruza displicente la calzada.

Para el caso, no se trata de actualizarse; sino de cumplir con lo que existe.

Reconsiderémoslo, al igual que cuando tengo la responsabilidad de un volante o un manillar; mientras camino, atender al frente y prevenir es el objetivo.

2.7.0.0

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