Uruguay ha perdido, en el período 2015-2019, 32.000 años de vida saludable como consecuencia de la siniestralidad vial
“La Unidad Nacional de Seguridad Vial ha medido año a año la eficacia de su política mediante el indicador de tasa de mortalidad cada 100.000 habitantes; este muchas veces resulta insuficiente por no considerar el peso de aquellas víctimas que continúan su vida con algún nivel de discapacidad”, es el punto de partida del Estudio; por lo que “los años de vida con discapacidad son un componente del indicador AVAD(*) con un peso promedio cercano al 40 % en el total del indicador en el período analizado” .
La investigación realizada por la Cra. Elena Fagundez, la Lic. Magela Negro Brum y el Dr. Norberto Borba –todos funcionarios de UNASEV- apunta a estimar la carga global de los siniestros de tránsito en Uruguay, entendida ésta como la “medida de pérdida de salud que para una población representan consecuencias mortales y no mortales de las diferentes enfermedades y lesiones”, según citan los investigadores. Para agregar que “su resultado muestra la diferencia entre la situación actual y la situación ideal donde la población vive en perfecta salud y hasta un estándar de años de vida esperados”.
El Estudio utiliza como metodología el denominado indicador AVAD (años de vida perdidos por muerte prematura y discapacidad), a partir del cual se obtiene la información sobre las enfermedades que quitan años de vida saludable a la población.
Entre sus principales conclusiones destaca que Uruguay se sitúa en el 9no lugar, según el promedio 2015-2019 de ratio avad (854,59); esto lo posiciona por debajo del promedio general del grupo de países OISEVI (cuyo índice promedio es 917,06).
El peso de la siniestralidad vial, dentro de la globalidad de las enfermedades emergentes en nuestro país, lo deja en un sexto lugar; mientras para el grupo de enfermedades para edades de 14 a 39 años, se confirma un triste lugar en el podio, luego de los accidentes vasculares y las autolesiones, incluida el suicidio.
En definitiva, el Estudio concluye que “los años de vida saludable perdidos por siniestros de tránsito en el período 2015-2019 en Uruguay, promedian más de 32.000 años”.
Ello representa en términos monetarios un promedio de más de 525 millones de dólares de impacto económico, lo que se traduce en un 0,92 % del PBI anual.
(*) También encontrados en la literatura por su sigla en inglés DALYS (Disability Adjusted Life Years)