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Amelia Sanjurjo Casal presente

A casi un año del hallazgo de restos óseos en el Batallón de Infantería n°. 14, hoy se confirmó que pertenecen a la militante social y política Amelia Sanjurjo Casal, detenida en 1977.
Conferencia de prensa por la identificación de los restos hallados en junio de 2023

La identificación fue posible a través de un arduo trabajo coordinado entre la Fiscalía General de la Nación, la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH), la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Este 28 de mayo el EAAF envió el resultado de los estudios realizados sobre la muestra de estos restos hallados el 6 de junio de 2023. En conferencia conjunta, el fiscal especializado en delitos de lesa humanidad, Ricardo Perciballe; el director de la INDDHH, Wilder Tayler; la coordinadora del Equipo de Antropología Forense de la INDDHH, Alicia Lusiardo; Alba Gonzalez y Graciela Montes de Oca, de la organización Madres y Familiares; anunciaron públicamente los resultados de la identificación, que alcanzan un 99,9 % de certeza.

Amelia Sanjurjo Casal era vendedora de libros y tenía 41 años cuando fue secuestrada. Además, se presume que al momento de su detención se encontraba embarazada. De “infaltable sonrisa”, “hoy, la Pocha vuelve a su casa, su familia y su pueblo”, expresaron de forma muy emotiva las representantes de Madres y Familiares.

Perciballe recordó que tras el hallazgo de los restos se conformó una mesa de trabajo, integrada por las instituciones presentes en la conferencia, en la que delinearon las estrategias para la identificación, que requirieron arduas coordinaciones para obtener muestras de familiares en Uruguay y en el exterior. Asimismo, mencionó que la denuncia por la desaparición de Sanjurjo tiene causa archivada a través del viejo Código del Proceso Penal, pero que, dados los hechos, será reabierta con el fin de determinar quienes son las personas responsables de su asesinato y desaparición.

Lusiardo destacó que durante todo este año la mesa de trabajo llevó adelante acciones que pudieran brindar una certeza con fundamento científico y con validez legal. Recordó que el 20 de junio se van a cumplir 19 años de la primera vez que el equipo entró al Batallón de Infantería n.° 13 y reafirmó la necesidad de tener información para poder hacer búsquedas más afinadas, así como la importancia de que existan muestreos de sangre con los que se puedan hacer comparaciones cuando se producen hallazgos.

Tayler expresó su satisfacción frente al trabajo realizado y resaltó que esta tarea de investigación continúa de forma diaria, analizando documentación, haciendo entrevistas y excavaciones, siguiendo los pasos que permitan arribar a información sobre las personas desaparecidas. Resaltó la importancia de que quienes cuenten con datos los proporcionen para poder avanzar más rápidamente en las investigaciones.

Además, Tayler reconoció el apoyo de otras organizaciones que permitieron llevar adelante esta confirmación: los servicios de Necrópolis de las Intendencias de Canelones, Montevideo y Paysandú; la Oficina de Registro Civil, Ministerio de Defensa Nacional, Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina y Uruguay, ex funcionarios de Casa de Galicia y la Brigada Solidaria del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA).

Sobre las próximas acciones, Tayler comentó que se firmará un convenio con UTE y el Ministerio de Defensa Nacional para mover un cable de alta tensión en el actual Servicio de Material y Armamento del Ejército en donde funcionó el centro de tortura denominado 300 Carlos. Además, se realizarán excavaciones en predios privados, linderos a complejos militares.

El trabajo del equipo de Búsqueda

Para lograr la identificación fueron necesarias múltiples acciones por parte del equipo de Búsqueda. Cuando en 2023 el resultado de la muestra no logró determinar la identidad de los restos encontrados, en esa oportunidad había un solo familiar de Sanjurjo con quien cotejar, lo que no permitía llegar a resultados que aportaran certezas.

Luego de una nueva búsqueda de familiares se encontraron cinco, cuatro de ellos en el exterior del país. Una segunda prueba genética mitocondrial aportó que no se podía descartar que pertenecieran a Sanjurjo, lo que llevó a continuar localizando muestras de su familia.

Se trataron de ubicar los restos de su madre y padre, sin embargo, prontamente se determinó que no era posible exhumar los restos del padre. Continuó la tarea de investigación para ubicar el nicho de la madre, pero sin resultados positivos. De acuerdo a la investigación documental, se hallaban en el panteón de Casa de Galicia, pero por problemas en la estructura de los nichos, afectados por una inundación, no se podía acceder al primer piso en donde se estimaba que se encontraban. La Brigada Solidaria del SUNCA colocó andamios con el fin de llegar al panteón, sin embargo, no se pudo dar con su paradero.

Para ese entonces ya se había recurrido a distintas fuentes de información: actas de los cementerios, partidas de nacimiento y defunción, revisión de archivos, se elaboraron genealogías. Así se llegó a los restos de una tía de Sanjurjo que pudieron ser exhumados y del que se tomó una muestra ósea, que sumado a las muestras de sangre de otros familiares, pudieran ser estudiadas por el EAAF.

Para arribar al resultado final, el EAAF tomó en cuenta todas estas muestras en un examen complejo para cotejar con los restos encontrados. Los análisis se realizan en este laboratorio en Argentina, que cuenta con una base genética de todo el Cono Sur y otros países de la región, lo que permite que los resultados se contrasten también con una importante base preexistente.

Para poder desarrollar todos estos pasos se generó un protocolo de actuación que asegurara la cadena de custodia y diera garantías de no alteración de las muestras obtenidas.

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