Ante la muerte del ciudadano afrodescendiente George Floyd

Lamentablemente estas situaciones, que parecen aisladas, se reiteran con frecuencia en diferentes países y ponen de manifiesto que el racismo es estructural y forma parte de nuestras sociedades. Ello nos interpela y nos obliga a aunar esfuerzos para que la comunidad internacional se pronuncie con una voz fuerte y clara contra la histórica persistencia de un flagelo que ataca de forma diferencial a ciertos grupos sociales, pero afecta a la sociedad en su conjunto.
En Uruguay las personas afrodescendientes sufren también fuertes inequidades: mayor incidencia de la pobreza; más desempleo; menores ingresos reales por su trabajo; menor cantidad de personas egresadas del nivel secundario; menor acceso a la educación superior y menor acceso a la vivienda digna, entre otras vulneraciones de derechos.
La Ley 19.122 establece medidas de acción afirmativa que contribuyan a reducir algunas de esas inequidades. En su artículo 1 reconoce que las personas afrodescendientes sufren históricamente el racismo, la discriminación y la estigmatización “desde el tiempo de la trata y tráfico esclavista, acciones estas últimas que hoy son señaladas como crímenes contra la humanidad de acuerdo al derecho internacional.”
La INDDHH se compromete una vez más a defender y promover la realización plena de los todos derechos para todas las personas en una sociedad tolerante, plural y diversa.
Consejo Directivo de la INDDHH
Montevideo, 6 de junio de 2020