En memoria de Felipe Michelini

El futuro que queremos y debemos construir

Felipe Michelini, un luchador de todas las horas por los derechos humanos, falleció ayer a consecuencia de un accidente doméstico que enluta a la ciudadanía y el sistema político uruguayo. Fue un actor clave en el proceso iniciado en 2005 por un amplio grupo de instituciones y organizaciones para la creación en Uruguay de la Institución Nacional de Derechos Humanos.
Foto de Felipe Michelini

Hace pocos meses, actuando como coordinador del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, Michelini pronunció el siguiente discurso durante el sepelio público del militante comunista Eduardo Bleier, que permaneciera desaparecido durante 44 años.

Así, con sus propias palabras, es como la INDDHH, la institución actualmente responsable por mandato legal de ejecutar la búsqueda de detenidos desaparecidos, desea reconocer su enorme compromiso y contribución en la defensa de los derechos humanos en general y en la búsqueda de la verdad y la justicia en particular.

     “ (..) Es necesario recordar que el régimen del terrorismo de Estado en nuestro país avasalló las instituciones        democráticas, sometió a un férreo control social y represivo a nuestro pueblo, consolidó la tortura sistemática, la violación y abuso sexual de los detenidos, la prisión prolongada, las ejecuciones extrajudiciales y la desaparación forzada, dentro y fuera de fronteras. Sus víctimas fueron y son personas indefensas.

          La acción represiva fue una obra diseñada, ordenada y ejecutada desde las máximas autoridades del régimen, incluidos, obviamente los mandos militares. A los crímenes les siguió tanto la ineficacia como la anulación de los mecanismos de represión y la negación sistemática de los hechos. Desde el mismo momento en que ocurrieron fueron denunciados. Recuperada la democracia, más allá de todos los esfuerzos, el país fue sumido en la impunidad a través de la sanción, aplicación e interpretación de la Ley de Caducidad o de impunidad.

(…)

       Los responsables de su secuestro, tortura, desaparación y muerte fueron muy valientes al momento de torturar a víctimas indefensas. Por el contrario, han demostrado una cobardía sin límites a la hora de enfrentar sus responsabilidades. La articulación de un pacto mafioso de negación o la deformación de los hechos, el ocultamiento a la información, la construcción de la mentira sistemática, en el abuso burdo de todas las garantías del proceso, con el solo objeto de rehuir sus responsabilidades en tan monstruosos hechos.

       La respuesta ha sido redoblar el compromiso y seguir bregando incansablemente para cumplir la tarea de búsqueda. Esta ha ido permitiendo obtener la verdad que se nos ha querido ocultar. Desmontar la impunidad que se ha pretendido imponer, recuperar la memoria para erradicar el olvido. Así en estas acciones las víctimas continuan con nosotros.

       La búsqueda de los detenidos desaparecidos y la denuncia permanente de estos crímenes de Estado no significa pensar el ayer con los ojos en la nuca. Tampoco es pensar sobre hechos irrelevantes en el presente. La búsqueda debe ser entendida, por el contrario, como una causa sagrada de todos los uruguayos, tarea irrenunciable para dejar un legado de dignidad a las próximas generaciones. Ese es el futuro que queremos y debemos construir.

       Nuestra democracia, el estado de derecho y la plena vigencia de los derechos humanos no pueden sustentarse en el ocultamiento, en la cultura de la impunidad y en el olvido. Por ello ha sido trascendente el trabajo de tantos y especialmente de la Asociación de Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, que muchas veces en soledad han mantenido sin pausa la búsqueda. (…)”

 

                                                                                 

                                                                                 Felipe Michelini

                                                                                 Coordinador del Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia.

                                                                                 Fragmentos del discurso pronunciado en la Universidad

                                                                                 de la República el 14 de octubre de 2019

                                                                                 al recibir los restos de Gerardo Bleier.

 

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