El Servicio de Información de Defensa (SID): información y represión

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El SID fue un organismo de la máxima jerarquía en la estructura de control social y represión bajo el terrorismo de Estado. Dependía de la Junta de Comandantes en Jefe y su director era un oficial superior. La Ley Orgánica Militar le asignó el cometido de asesorar en materia de información y contra información.
SID

La investigación SID Una máquina casi perfecta (UdelaR: 2018) sostiene que ese sistema integral de información se aplicó al diseño y elaboración de las estrategias de represión del Estado contra las organizaciones guerrilleras primero y luego del golpe de Estado de control y vigilancia de las organizaciones sindicales, políticas, sociales y religiosas que la Doctrina de la Seguridad Nacional consideraba potenciales enemigos. Ello no impidió que el SID hiciera operaciones militares en territorio nacional y fuera de fronteras. En el país fue responsable de acciones represivas contra el MLN Tupamaros, el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) y el Partido Comunista.

En el exterior, el organismo tuvo un papel protagónico en la persecución de los exiliados en Buenos Aires: en 1974 secuestraron a cinco hombres y mujeres a quienes trasladaron ilegalmente a Uruguay, donde los asesinaron y arrojaron los En el exterior, el organismo tuvo un papel protagónico en la persecución de los exiliados en Buenos Aires: en 1974 secuestraron a cinco hombres y mujeres a quienes trasladaron ilegalmente a Uruguay, donde los asesinaron y arrojaron los cuerpos cerca de la localidad de Soca.  Secuestraron y asesinaron a los ex legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, a los ex militantes del MLN Rosario Barredo y  William Withelaw, y al militante del Partido Comunista, Manuel Liberoff.

El SID también es responsable del secuestro y tortura de más de cuarenta personas en el centro clandestino de detención Automotores Orletti y de su traslado ilegal en dos vuelos a Montevideo, donde la mitad desapareció. El organismo se propuso también una operación en Estados Unidos: el asesinato del congresista demócrata Edward Koch, promotor y autor de la enmienda que suspendió la ayuda militar estadounidense a Uruguay. El plan fracasó porque el gobierno del presidente James Carter, que asumió en enero de 1977, declaró persona no grata al entonces subdirector del SID coronel José A. Fons y al mayor José Gavazzo, a quienes la dictadura pretendía acreditar como diplomáticos en Washington. 

El SID, además, apoyó operaciones del Grupo de Tareas 33.2 de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) en territorio uruguayo que tuvieron como objetivo el secuestro y traslado ilegal a Argentina de militantes de la organización Montoneros.

Luego de la firma del acuerdo regional que dio nacimiento al Plan Cóndor (Valparaíso, Chile, 1975), el SID consolidó y expandió sus acciones en el exterior. Desde fines de 1975 el organismo tuvo una sección especial llamada Condorop (Cóndor Operativo), que en ese año estuvo bajo el mando del mayor Gavazzo. Los militares uruguayos viajaban en forma periódica a Buenos Aires o estaban instalados allí, si las necesidades represivas lo exigían, es el caso del mayor Manuel Cordero y del capitán Ricardo Arab.  
 

El circuito del SID

Su principal base de operaciones en el exterior fue el centro clandestino Automotores Orletti, que los represores llamaban "El jardín", en la calle Venancio Flores 3519 (barrio Floresta, Buenos Aires). Funcionó entre mayo y noviembre de 1976.

Por Orletti, stio de exterminio del Plan Cóndor,  pasaron unos trescientos uruguayos, chilenos, paraguayos e inclusive dos funcionarios diplomáticos cubanos: Crescencio Nicomedes Galeña y Jesús Cejas, secuestrados en Buenos Aires, asesinados y arrojados al canal San Fernando en un barril de cemento. 

La fuga a tiros de los secuestrados Graciela Vidaillac y José Morales provocó el cierre definitivo del lugar. En octubre de 2011 un decreto del Poder Ejecutivo lo declaró sitio de memoria

En Uruguay el SID operó en la Casa de Punta Gorda, también llamada "300 Carlos R" o "Infierno chico". La casa está en la rambla República de México 5515, al lado del Hotel Oceanía. Originalmente perteneció al MLN y luego de un operativo que terminó con la detención de militantes de esa organización, el SID se quedó con ella y la convirtió en sitio de tortura. Allí estuvieron detenidos los “fusilados de Soca”, militantes del Partido Comunista secuestrados durante la Operación Morgan, los secuestrados que vinieron de Orletti y militantes de Montoneros detenidos en Uruguay. 

En 1983 el Ministerio de Defensa vendió el inmueble en licitación pública. El 29 de mayo de 2014 la Intendencia de Montevideo colocó una marca de memoria frente a la casa.

La Inmobiliaria Valparaíso funcionaba en una casa de la calle Francisco de Medina 1525 bis, cerca del Jardín Zoológico. La inmobiliaria era la fachada para el funcionamiento de una flota de taxis espía, que dirigía el mayor Gilberto Vázquez con el apoyo del capitán Lawrie Rodríguez. Allí llevaron a María Claudia García de Gelman para asesinarla. 

En la Casona de Millán, casa quinta ubicada en la calle Millán 4259, fueron torturados y asesinados el maestro y periodista Julio Castro y el militante del Partido Comunista Revolucionario (PCR) Ricardo Blanco Valiente. La casa fue comprada con documento falso por Gilberto Vázquez en marzo de 1977.

“300 Carlos”, también conocido como “El Infierno grande” o “La Fábrica”, funcionó en un galpón del Servicio de Materiales y Armamento, al fondo del Batallón de Infantería número 13, en Avenida de las Instrucciones 1925, Montevideo. El lugar estuvo operativo entre noviembre de 1975 y mediados de 1977. En ese período allí fueron torturados unos seiscientos hombres y mujeres, los detenidos en la Operación Morgan y militantes del PVP. 

En el Batallón fueron ubicados los restos del escribano y militante del Partido Comunista Fernando Miranda, desaparecido en 1975. El 27 de junio de 2016 el Ministerio de Educación y Cultura colocó allí una placa recordatoria.

En la actualidad el Museo de la Memoria (MUME) está abocado a la recopilación de testimonios de las personas que estuvieron detenidas allí.

Al subsuelo de la sede central del SID, ubicada en Bulevar Artigas 1532, fueron trasladados desde la casa de Punta Gorda, los militantes del PVP secuestrados en Buenos Aires; en el sótano de la casa también fueron torturados militares que se opusieron al Golpe de Estado.

 


 

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