Informe: Estándares de derechos humanos para la evaluación del cuidado de la salud mental de niñas, niños y adolescentes
Informes

Contó con la participación de las instituciones responsables del diseño y/o implementación de la política pública de salud mental de niñas, niños y adolescentes, las instituciones que generan conocimiento en torno a la temática, las organizaciones sociales y los organismos encargados del monitoreo de los establecimientos referidos. También participaron de la consulta adolescentes de diversos ámbitos, tales como centros juveniles, instituciones educativas, Consejo Asesor Consultivo (CAC), centros 24 horas del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), entre otros. La metodología de trabajo utilizada permitió avanzar en la generación de lineamientos consensuados entre un amplio espectro de actores referentes en la materia.
La construcción de este tipo herramientas tiene un carácter dinámico, dado que permite una adaptación constante, lo que confiere un estado permanente de revisión y ajuste. De acuerdo a la conceptualización de estándares de derechos humanos y los principios de progresividad y no regresividad, su uso contribuye a fijar criterios de aplicación e indicadores de medición para juzgar la debida satisfacción del derecho por parte del Estado y así poder desarrollar estrategias de exigibilidad.
Las personas que están internadas en servicios de atención en salud mental se encuentran en situación de dependencia de sus cuidadores y autoridades responsables, por lo cual su vulnerabilidad se ve agravada y el riesgo de malos tratos puede aumentar significativamente. Cuando la situación de encierro involucra a niñas, niños y adolescentes con padecimiento psíquico, se incrementan los riesgos de sufrir abusos, violencias y malos tratos.
Garantizar la adecuación de los servicios de salud mental en clave de derechos humanos, como lo estipula la ley de Salud Mental 19529, exige un monitoreo sistemático. En este marco, la protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes requiere que ese monitoreo sea externo e independiente como condición indispensable para detectar malas prácticas en la atención en salud y promover el desarrollo de servicios eficientes.
Esta iniciativa se constituye en la primera de un conjunto de propuestas en la misma dirección, que buscan colaborar en la generación de acuerdos amplios y participativos respecto al cuidado de la salud mental de niñas, niños y adolescentes. En este sentido, se trata de un documento preliminar, que se verá enriquecido con el proceso posterior de testeo del instrumento elaborado.
El documento se estructura en tres apartados, el primero describe el diseño y la implementación del proceso de consulta. El segundo aborda el concepto de infancias, adolescencias y salud mental, sustento teórico imprescindible para el posterior proceso de operacionalización. El tercero analiza los marcos normativos a los que responde el instrumento de estándares de derechos humanos para la evaluación del cuidado de la salud de niñas, niños y adolescente y desarrolla el conjunto de dimensiones, estándares y criterios utilizados para el monitoreo de los servicios.