Alimentaria para la población

Disminuí la sal y el azúcar para cocinar: pequeñas cantidades son suficientes para realzar el sabor

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Sin lugar a dudas, cuando cocinamos y le agregamos sal a la comida, realzamos su sabor. Sin embargo, la sal debe usarse con moderación ya que un consumo por encima de cinco gramos al día —equivalente a tan solo a una cucharadita— se vincula con el desarrollo de hipertensión arterial.
Salero en blanco y negro con un mensaje de menos sal, más salud

En Uruguay, el consumo de sal es muy elevado y la hipertensión afecta a casi el 40 % de la población. La hipertensión es un factor de riesgo para el desarrollo de las enfermedades del corazón, las cuales constituyen la primera causa de muerte. Por ello, todos, no solo en personas hipertensas, necesitamos reducir la sal.

La mitad de la sal que consumimos diariamente proviene de la que agregamos al cocinar o con el salero en la mesa. El resto está oculto en los productos ya elaborados. El queso, queso rallado, fiambres, embutidos, snacks, enlatados, galletas y galletitas, caldo en cubitos, sopas instantáneas, salsas de soja, kétchup y mayonesa, así como también las comidas listas para consumir aportan gran cantidad de sal.
Dada la elevada cantidad de pan que comemos a diario, se está promoviendo en nuestro país una estrategia para reducir su contenido de sal.

Recomendación

Para realzar el sabor de las comidas, agregá la mínima cantidad de sal posible. Dale sabor a tus comidas con cantidades generosas de limón, cebolla, puerro, ajo, orégano, laurel, perejil, pimienta, cilantro y cualquier otro condimento natural. Agregale hierbas aromáticas a los aceites y vinagres: mejorarán el sabor de tus comidas.

Guía Alimentaria para la Población Uruguaya

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