MÁS AGUA PARA EL DESARROLLO

Ciclo de charlas de AFRUPI incorpora la mirada de género al cambio climático

En el marco del Proyecto “Más Agua para el Desarrollo Rural”, la Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR/MGAP) y la Asociación de Fruticultores de Producción Integrada (AFRUPI) llevan adelante el ciclo de charlas sobre uso racional del recurso agua a nivel predial.

En este ciclo se incluyó un módulo enfocado a plantear una mirada al cambio climático desde una perspectiva de género. Ello porque ambos temas, el cambio climático y la utilización del recurso agua, además de tener implicancias a nivel predial, la tienen a nivel social. El taller se realizó el pasado miércoles 8 de setiembre, por Zoom, y participaron unas 40 personas, de diferentes organizaciones del país. Había productores y técnicos de AFRUPI, de la Sociedad Sin Frontera, de la Liga de Molles, de Canelón Chico y del grupo Mucachis, entre otros.

Natalia Guidobono, técnica de AFRUPI, explica que como en este ciclo se busca trabajar el tema agua desde múltiples lugares, se decidió incluir esta propuesta con una mirada de género. Guidobono es socióloga y trabaja en temas de género desde hace mucho tiempo. Es Máster en Género y Políticas Públicas y en AFRUPI es la encargada de la elaboración, coordinación de proyectos y acompañamiento a la directiva desde el año 2012.

“Desde esta lógica, desde las miradas múltiples y diversas, es que incluimos esta charla sobre gestión del riesgo en aguas. ¿Y por qué en gestión de riesgo en el marco del cambio climático? Porque tenemos fehacientes muestras de que hay un proceso de cambio climático a nivel mundial y este cambio climático nos afecta a todas las personas. Ese efecto, en mujeres y varones, así como en niños o en adultos, es diferencial. Y eso es lo que queremos empezar a mirar. Es una mirada a conocer los efectos y cómo nos impacta diferencialmente en distintas cuestiones a mujeres y varones”, dice la técnica.

En el encuentro, se trabajó el concepto de gestión del riesgo. Es decir, se intentó trabajar, con una mirada de género, qué sucede ante situaciones concretas de inclemencias o desastres en nuestro país: “Si bien a nivel del Uruguay no hemos tenido grandes desastres climáticos como puede ser un terremoto, sin embargo sí solemos tener tanto sequías como inundaciones. Y una de las cuestiones claves que se plantean, exceptuando los terremotos, tiene que ver con el agua, que cae por exceso, se mueve por exceso, o falta. En esta lógica, nosotros tratamos de mirar, para nuestro país, qué es lo que sucede desde una perspectiva de género”, dice Guidobono.

Los abordajes se centraron en la división sexual del trabajo, los roles, cómo las mujeres y los varones generan tareas diferenciales y cómo a veces se concibe que para las mujeres es una obligación desarrollar algunas tareas, en su rol de cuidadoras, de madres. “El solo hecho de contar con la posibilidad de engendrar, nos habilitaría, aunque sea teóricamente, a ser mejores en todos los aspectos que tienen que ver con el cuidado. Y a la larga, esos aspectos que tienen que ver con el cuidado, que en el ámbito de las mujeres rurales se vincula con el cuidado dentro de la casa, con las tareas domésticas y las tareas de reproducción, que son de cuidados, higiene, alimentación y limpieza... en las mujeres rurales además se incluyen las tareas de cuidado a los pequeños animales, a las huertas cercanas a la casa... a una serie de tareas que quedan invisibles, pero sin las cuales no se sostiene el hogar o el predio”, plantea la técnica.

Por otra parte, plantea que esta lógica de lo que implica la división sexual del trabajo, lo que hace también es “colocar a los varones en un lugar de trabajo en el ámbito público, preocupado por el predio, por lo productivo, por la generación de ingresos, porque los varones suelen estar más asociados a la reproducción económica, y eso tiene un montón de connotaciones”.

En el taller, la docente Ana Gabriela Fernández presentó una investigación que mostró que “en los momentos claves de desastres, como puede ser una inundación, las mujeres suelen ocuparse de que las personas y los animales domésticos estén cuidados, es decir, que puedan salir de las situaciones de desastre rápidamente. Eso implica que según lo que ella ha podido detectar, quienes mueren en situaciones de desastre son las mujeres por ocuparse de cuidar... pensando en la lógica de los otros. Sin embargo, los varones, que también fallecen en este tipo de desastres, de lo que se ocupan es de cuidar el predio, el galpón, la maquinaria y el animal productivo que luego va a dar el ingreso”.

“Estas cuestiones no son ni malas ni buenas, lo que es interesante es incorporar cada vez más esta perspectiva de mirar cómo los efectos de problemas que parece que son para todos, no son tan iguales para mujeres y para varones. Y como son problemas distintos, tenemos que abordarlos de diferentes lugares”, dice Guidobono.

La actividad “fue sumamente interesante, estuvo muy movida... llevó a la reflexión y hubo un intercambio permanente”, señaló la técnica.

El ciclo de charlas sobre el agua en AFRUPI, en el marco de “Más Agua para el Desarrollo Rural”, se extenderá hasta el 22 de setiembre.

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