Productores familiares analizan cómo les afecta y proponen soluciones para adaptación al cambio climático

Con amplia participación de productores familiares, se realizó en la Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (DGDR/MGAP), el taller “Diálogo de Adaptación al Cambio Climático para la Agricultura Familiar”. La actividad, que tuvo lugar el jueves 11 de mayo, es el segundo taller de un total de siete que se van a realizar. 

El MGAP definió la adaptación al cambio y la variabilidad climática como una de las políticas transversales prioritarias de su gestión. Estos talleres de “Diálogo de Adaptación” se promueven como parte del proceso de construcción del Plan Nacional de Adaptación al Cambio y Variabilidad Climática para el Sector Agropecuario (PNA-Agro). La coordinadora nacional del Plan, Cecilia Jones, informó que el proyecto comenzó el año pasado y finaliza el año próximo y busca brindar al MGAP elementos para que haga buenos programas, políticas y proyectos en relación a este tema. Es un proyecto financiado por el gobierno alemán y gestionado por FAO y PNUD y para ello se convoca a los actores de los distintos sectores de la producción agropecuaria a intercambiar y recoger opiniones y saberes sobre cómo adaptarse al cambio y la variabilidad climática en los distintos sistemas de producción.

 

Mirar hacia el futuro

La participación de los productores familiares es fundamental para elaborar el plan: “el gran desafío es incluir todos los desafíos –valga la redundancia- que hay en el sector agropecuario, que es muy diverso (…) En cada uno de los sectores el clima impacta de manera diferente y dentro de los distintos sistemas de producción, la agricultura familiar es un sector transversal donde encontramos mucha heterogeneidad (…) Los agricultores familiares tienen cosas en común que son las que estamos tratando de recoger”, señaló Jones.

Según la técnica, en la búsqueda de soluciones, el trabajo en grupo potencia la investigación en las respuestas que se pueden dar. El desafío, según expresó, “es mirar hacia el futuro y ayudar a un mejor diseño de políticas públicas que contribuyan a la adaptación al cambio climático”. Y la meta principal es “lograr buscar caminos para bajar las vulnerabilidades que tienen los productores familiares, aumentar la capacidad adaptativa (…) y si acaso aumentar la resiliencia…”. A su vez valoró que la REAF esté liderando a nivel regional la conversación y la búsqueda de soluciones sobre estos temas.

Con el resultado de esta serie de talleres, la Unidad de Sostenibilidad y Cambio Climático de la OPYPA elaborará el Plan Nacional de Adaptación y luego habrá un proceso de devolución de los talleres.

En el taller del jueves, en un primer momento se realizó una presentación del tema a cargo del director del Programa de Producción Familiar del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Alfredo Albín; luego hubo trabajo en grupos, para finalizar el día con una puesta en común sobre las reflexiones compartidas.

El secretario técnico de la Reunión Especializada de la Agricultura Familiar (REAF), Lautaro Viscay, resaltó la importancia de la actividad y mencionó que lo producido en el taller tendrá relación con otras actividades que se realizan a nivel regional. Mencionó que este tema se viene trabajando a nivel de la REAF y que en los países del Mercosur ampliado existen hoy Mesas Nacionales de Cambio Climático convocadas por la institucionalidad pública y que se está viendo la posibilidad de que en esas Mesas Nacionales existan “sillas” para la agricultura familiar. Expresó que esta tarea va a demandar construir consensos y desarrollar una propuesta, un método de trabajo de diálogo y que para ello será fundamental el esfuerzo conjunto.

 

La visión y el aporte de los productores

Alberto Gómez participó del taller por la Red de Agroecología del Uruguay y entiende que este “es un tema clave”: “Estamos enfrentando fenómenos vinculados al clima cada vez más frecuentes, más variables y extremos y hay mucha preocupación de los productores y productoras de la Red”, señaló. El productor cree que la Red tiene mucho para aportar: “la propuesta agroecológica, como se basa en maximizar el uso de los recursos naturales, los recursos propios de cada predio, el conocimiento de la gente, de establecer vínculos diferentes con los consumidores para producir alimentos de mayor calidad, tiene algunas características que hacen algunos elementos positivos como posibles herramientas que le sirven a otros productores para adaptarse al cambio climático, por ejemplo: la diversidad”. Otra área que se trabaja, según Gómez, es el suelo: “más de la mitad de la estrategia de los productores orgánicos es mejorar la calidad de los suelos. Y un suelo de buena calidad, con buen nivel de materia orgánica, con muy buena vida, se ha demostrado que resiste mejor condiciones adversas como sequías o excesos de agua y los predios se recuperan más fácil de algunos problemas climáticos”.

Por otra parte, Gómez señaló que es interesante que se abran espacios de participación: “nos llevamos la expectativa de seguir cómo esto se aplica realmente a las políticas públicas, que es uno de los roles del Ministerio”. El productor es consciente que no todos los productores están manejando toda la información que hay sobre el tema, y que el deber de las organizaciones es trabajar esto con sus socios.

Cecilia Passeiro es apicultora y miembro de la Asociación de Mujeres Rurales del Uruguay. Participa del GT de Cambio Climático a nivel de la REAF, le preocupa enormemente el tema y por ello participó del taller. Señaló que los impactos que se tienen para todos los sistemas productivos son la inundación y la sequía y también el viento y el granizo que impacta mucho a los hortícolas: “La producción del Uruguay es una producción a cielo abierto, entonces la protección de nuestra producción es un tema para el que los productores tienen que reunirse y conversar y este es un primer paso. El siguiente paso es saber en el tema mitigación, a qué nos comprometimos como país. Es algo que tienen que manejar todos los productores”, expresó.

En el caso de las abejas, dijo que éstas cumplen un rol hacia la biodiversidad y que en otros países el apicultor tiene un subsidio por el aporte que hace, que no es un seguro como tal y que le permite recuperarse cuando pierde sus colmenas. Expresó además que desde la Asociación de Mujeres Rurales se viene trabajando para encontrar financiamiento para trabajar con los niños a partir de las Mesas de Desarrollo y las Escuelas rurales. “Yo siempre repito los compromisos que asumió Uruguay en 2015. Los niños que nacieron en 2015 van a tener 15 años a 2030 y no puede estar sobre ellos la responsabilidad de lo que hagamos con el medioambiente. El tema de cambio climático es un tema de desarrollo y por tanto hay que trabajarlo como tal, desde los productores”. Expresó además que es un tema que hay que trabajarlo con las mujeres: “las mujeres son más vulnerables al cambio climático, por una realidad de género: sobre nosotras pesa la alimentación, la elección de los alimentos, el cuidado de la casa, de los niños, de los adultos; tenemos menos acceso a los créditos (…) tenemos menos espacio en la toma de decisiones, entonces hay que trabajar fuertemente el tema género y cambio climático y nos parece que puede ser a través de las escuelas rurales y las Mesas de Desarrollo”.

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