Boletín de Precios de Mercado Externos
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El Departamento Promoción Comercial aporta a través de esta publicación quincenal información de mercados externos. El mencionado boletín se distribuye en forma gratuita. Permitida la reproducción mencionando la fuente.
Fuerte caída de exportaciones y balances negativos en el sector cebollero patagónico.
El sector cebollero de la Región Protegida Patagónica atraviesa una campaña marcada por la preocupación y la falta de rentabilidad. Según un informe de la Fundación Barrera Zoofitosanitaria Patagónica (Funbapa), correspondiente al período enero-agosto de 2025, los envíos al exterior totalizaron 123.996 toneladas, una caída del 38,26% en comparación con las 200.840 toneladas exportadas en el mismo periodo de 2024.
Para Funbapa, se trata de una "campaña mala en términos económicos" que afectó a todos los eslabones de la cadena. El documento describe un arranque de temporada inusualmente lento, con apenas 2 envíos en enero y 53 en febrero. La actividad repuntó recién en marzo y alcanzó su pico en mayo, para luego volver a niveles bajos en agosto, con salidas casi exclusivamente hacia Uruguay.
Brasil se mantuvo como el principal destino, con 108.226 toneladas —el 87% del total—, aunque su elevada producción interna redujo el interés por la cebolla patagónica en el primer trimestre. Paraguay ocupó el segundo lugar, con 11.148 toneladas empacadas en origen y otras 21.707 toneladas enviadas vía Clorinda (Formosa), lo que elevó el total a 32.855 toneladas.
Además, la cebolla patagónica se exportó a otros ocho mercados: Uruguay (2.486 toneladas), Noruega (520), Irlanda (105), Canadá (49), Reino Unido (920), Estados Unidos (150), España (205) y República Dominicana (185).
Del total exportado, el 41% provino de Patagones, el 32% de Río Negro y el 27% de Villarino. En materia de procesamiento, los empaques bonaerenses de Patagones y Villarino concentraron más del 89% de la cebolla exportada, mientras que el resto correspondió a Río Negro.
Más allá de los volúmenes, la campaña dejó resultados económicos negativos. Los precios abonados al productor oscilaron entre 25 y 70 pesos por kilo, insuficientes para cubrir costos. Las plantas de empaque registraron márgenes muy ajustados y los trabajadores del campo y galpones tampoco alcanzaron niveles salariales satisfactorios.
A ello se sumó la falta de demanda para calibres grandes, lo que dejó sin salida una cantidad importante de cebollas de más de 90 mm de diámetro.
Los cálculos de Funbapa muestran que, aun con costos similares a los de años anteriores, la baja cotización arrojó márgenes brutos negativos en todos los sistemas productivos. Una hectárea de cebolla temprana sembrada en tablón y cosechada con máquina tuvo un costo promedio de 2.500 dólares y un margen negativo de 840 dólares por hectárea. En el caso de la cebolla tardía, sembrada en surco y cosechada a mano, el costo ascendió a 4.400 dólares, con un margen negativo de 2.980 dólares por hectárea.
Para cubrir los costos, los rindes necesarios habrían debido situarse entre 100.000 y 133.000 kilos por hectárea, muy por encima de los registros obtenidos.
El mercado doméstico absorbió 290.000 toneladas de cebolla desde Río Negro y el sur bonaerense hasta fines de agosto, destinadas principalmente a Buenos Aires, Santa Fe, Misiones, Córdoba y Mendoza.
Funbapa subrayó que la apertura de nuevos mercados es clave para reducir la dependencia de Brasil y evitar que fluctuaciones externas comprometan el futuro del sector.