Primer paso hacia la transformación del transporte público metropolitano

La ministra Lucía Etcheverry subrayó que el objetivo central del Gobierno es mejorar la eficiencia, la calidad y la confiabilidad del servicio durante este quinquenio. La ciudadanía necesita respuestas y recuperar “un transporte público de calidad, confiable y seguro”, indicó.
Los primeros 10 millones otorgados por el BID se destinarán a estudios de preinversión, necesarios para preparar los proyectos y licitar las obras. Según el organismo, esta etapa permitirá optimizar procesos, reducir riesgos contractuales y asegurar una ejecución eficiente y sostenible.
Los estudios abarcarán la red de semáforos, simulaciones del tránsito particular, análisis de frecuencias del transporte público en distintas zonas, y la evaluación de tiempos de viaje por día, hora y departamento. Con esta información se elaborarán los pliegos para la licitación, proceso que estará a cargo del propio BID.
El documento del BID detalla que la transformación del transporte metropolitano de Uruguay incluye la implementación de un sistema de bus de rápido tránsito (BRT por su sigla en inglés), eléctrico y de alta capacidad, que operará en dos corredores troncales: sobre la avenida 8 de Octubre y avenida Italia.
El proyecto contempla estaciones, carriles exclusivos segregados, pasos a desnivel en cruces principales, un tramo subterráneo en avenida 18 de Julio y una terminal intercambiadora en Tres Cruces, que funcionará como punto de conexión entre ambos corredores.
Etcheverry valoró el trabajo conjunto de las intendencias de Montevideo, Canelones y San José, con el fin de avanzar en este proyecto que está en etapa de elaboración para reducir los tiempos de viaje y mejorar la calidad del transporte metropolitano. Esto requiere estudios “desde el punto de vista de ingeniería, de la simulación del tránsito, los tiempos de viaje, encontrar los ejes troncales, dónde confluye la mayor cantidad de usuarios del transporte público, cuáles son las necesidades de estos departamentos”, explicó.
Una transformación de esta escala requiere, además del apoyo del BID, el respaldo financiero del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y del Banco Mundial, actualmente en proceso de aprobación, informó la jerarca.
