Nuestro territorio Edición Nº2

La Cuenca del Santa Lucía en clave territorial

Imagen satelital de la Cuenca del Santa Lucía

En esta segunda edición de Nuestro Territorio nos centramos en la Cuenca del río Santa Lucía. El objetivo es difundir  algunas de las múltiples iniciativas emprendidas desde la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial (Dinot) del Mvotma que hicieron foco en dar una mirada territorial sobre la situación del ámbito.  
 
El Ministerio viene trabajando desde hace tiempo en el análisis, diseño de estrategias e implementación de acciones en el ámbito de la Cuenca del río Santa Lucía desde diferentes planos, con el propósito de avanzar en las posibles maneras de enfrentar y revertir las problemáticas actuales de la cuenca y proyectar su desarrollo de forma sostenible.  

Han pasado tres años y medio del último episodio de floraciones de algas en la cuenca que afectó el sabor, olor y color del agua suministrada por OSE, y del posterior lanzamiento de un paquete de medidas en el año 2013 para atender esta situación, denominado Plan de acción para la protección de la calidad ambiental  y la disponibilidad de las fuentes de agua potable en la cuenca del río Santa Lucía. 

En virtud de lo cual el Presidente Tabaré Vázquez definió como prioritaria la coordinación de todos los ámbitos del Estado con competencia e incidencia en el tema y luego creara la Secretaria Nacional de Ambiente, Agua y Cambio Climático.  

A medida que se avanzó en el conocimiento y en la implementación de las acciones  previstas en el Plan de acción del 2013, se encontraron nuevos desafíos que requirieron nuevas iniciativas. Algunas de ellas, no previstas en el plan original, ya están en proceso de diseño e implementación, otras son parte de las propuestas que determinan los desafíos por delante. 

En esta etapa, desde la Dinot, se comenzó a trabajar en un nuevo abordaje al tema que introdujo una mirada territorial a la problemática de la cuenca hidrográfica.  Fue así que se elaboró un informe territorial denominado Atlas de la Cuenca del río Santa Lucía. Este informe, que fue realizado por los equipos del Mvotma desde fin del 2015 y hasta marzo del 2016, tuvo el objetivo de mejorar el conocimiento y compresión de las dinámicas y procesos urbanos, territoriales y ambientales de la Cuenca, su estado actual y sus tendencias.

Del mismo surge una mirada global y una serie de estudios temáticos parciales, que en conjunto confirman que estamos ante una situación muy compleja y multicausal. Algunas causas son fácilmente atribuibles y los nutrientes presentes en el agua se pueden vincular a fuentes conocidas, tanto fijas como difusas; otras, son resultado acumulado de actividades humanas que durante décadas han interactuado en este territorio impactando fuertemente en este ambiente.  

En este trabajo se trató de reconocer estos procesos y describirlos. En este territorio se acumula la historia del país, la primera delimitación colonial de la gobernación de Montevideo coincide con los límites de la cuenca del río y las principales ciudades datan del siglo XVIII, son los casos de Montevideo (1726), Canelones (1782), Santa Lucía (1782), San José (1783), Minas (1784), Las Piedras (1795) y Florida (1809). Hoy en el territorio de la cuenca habitan más de medio millón de personas, existen veinte mil empresas abiertas y la red carretera tiene una extensión de 1.273 km. Abarcando parcialmente seis departamentos del país sumando un total de 13.480 km2, que representa un 7.7% del territorio nacional. 
 
Respecto al uso principal del recurso agua, en el Uruguay prima el riego con un 80 % del volumen total, el consumo humano corresponde a un 9 %, al uso industrial 8% y otros usos un 3%. Sin embargo, en la cuenca, hay una variación importante con respecto al resto del país, ya que el uso más importante es el consumo humano con un 79%.  

En este ámbito se encuentra, los embalses de Aguas Corrientes, Canelón Grande y Paso Severino, que representan las reservas de agua superficial más importantes del país, en particular el embalse de Canelón Grande: 8 km2, 22,5 millones m3 y el embalse de Paso Severino: 20 km2, 70 millones de m3. De los recursos superficiales de esta cuenca depende el abastecimiento de agua potable para más de la mitad de la población del país, comprendida por 1.760.000 habitantes, asentados en la ciudad de Montevideo y en el departamento de Canelones.

En temas de planificación territorial se observó que el territorio de la cuenca es un área del país donde se ha generado experiencia y conocimiento en materia de elaboración y aprobación de varios instrumentos de ordenamiento territorial y desarrollo sostenible (IOT) en las diferentes escalas de planificación, promovidos a partir de la vigencia de la ley 18.308 de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible (LOTyDS).  
 
Tanto el Gobierno Nacional como los gobiernos departamentales de la cuenca han avanzado en la elaboración y aprobación de IOT de escala departamental y regional, entre los cuales se destacan: Las Estrategias Regionales para el Área Metropolitana y las Estrategias para la Región Este, varias directrices departamentales, planes locales y planes parciales. Asimismo existen otros instrumentos de ordenamiento territorial y desarrollo sostenible en fase de elaboración.  
 
Este Atlas fue editado e impreso, se presentó en la Comisión de Cuenca y se distribuyó en las instituciones públicas y privadas y en todos los centros educativos de nivel secundario, terciario y técnico de la cuenca buscando aportar al conocimiento y la reflexión integrada de la problemática.  

La intención del Mvotma es incorporar la Planificación Territorial a esta fase de las acciones, mediante la realización de un instrumento de ordenamiento territorial en el ámbito de la cuenca, con el objetivo de aportar desde esta mirada a la reversión  del proceso de deterioro y garantizar el acceso al agua potable de calidad.  

En este caso, el  Atlas se sumará a otros trabajos diagnósticos para servir de informe base para llevar adelante una planificación, que además exigirá desarrollar y profundizar los estudios y realizar una descripción de las tendencias con una mirada prospectiva de los diferentes escenarios en el mediano y largo plazo.  

Este instrumento de la cuenca tenderá a concretar definiciones territoriales que procuren mejorar la efectividad, los alcances y los efectos de las políticas implementadas. Se propone entonces desarrollar disposiciones de ordenamiento territorial y ambiental que acompañen las medidas del Plan de Acción ya implementado, como por ejemplo la definición de las áreas buffer o de protección; proponer una batería de proyectos territoriales concretos, como la recuperación del ecosistema del monte ribereño, y planificar definiciones para el mediano plazo, tales como la delimitación del área de protección vinculada a las nuevas reservas de agua.  

Es claro que revertir los procesos llevará muchos años y para lograrlo se debe contar con conocimiento y estrategia con un firme compromiso de los sectores público y privado que se traduzca en acciones concretas en el corto y mediano plazo.   

Esta elaboración requerirá necesariamente avanzar en coordinación y vinculación con los ámbitos nacionales y departamentales y promover las iniciativas que correspondan a los gobiernos departamentales en el marco de sus competencias, así como también con la sociedad civil.  

Este vasto entramado de actores no es más que un reflejo directo de la complejidad que la cuenca presenta, debido a  los múltiples intereses y formas de ocupación del suelo, que generan varias actividades que de manera conjunta afectan este estratégico recurso y la calidad de vida de sus habitantes.  

Con esta serie de artículos contenidos en esta edición de Nuestro Territorio pretendemos poner en conocimiento al menos parte de los esfuerzos y abordajes que se realizaron en el Atlas, de reciente publicación, y de las definiciones de la Dirección para aportar a la mejor concreción de una estrategia país efectiva para el área de la cuenca.  
 

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