Inteligencia financiera Perú

Tipologías de lavado de activos

Guías

Descripción de los distintos tipos de lavado de activos definidos por la Unidad de Inteligencia Financiera del Perú.

Empresas de transferencia de fondos

Estas empresas reciben dinero en el exterior y lo trasladan a los beneficiarios vía giros,  generando  cierta  utilidad  por  el  cobro  de  la  comisión  del  giro  y  la monetización  a tasas de cambio inferiores a las oficiales, lo cual se origina por los incrementos que pueda tener la moneda entre la fecha de recibo y pago del giro.  Este  proceso  es muy  atractivo  para  el  lavador,  ya  que  trae  dinero  del exterior sin riesgo, limitado solo por los montos de giros permitidos, para lo cual, consigue  varias  personas.  La  identificación,  ubicación  y demás  datos  de los beneficiarios son falsos y suministrados por el lavador.

Amnistías tributarias

Este es un mecanismo  utilizado  por el gobierno  con el propósito  de que  los contribuyentes  legalicen los capitales que poseen  en el exterior y que  no han sido  declarados.  Con la declaración  fiscal de estos patrimonios  los  gobiernos buscan  aumentar  la  base  gravable  de  los  contribuyentes  y  por  ende,  sus ingresos tributarios hacia el futuro; mientras que, para el lavador, esta opción es muy esperada, ya que por el pago de una suma relativamente baja de dinero, a título de impuesto, legaliza grandes cantidades de dinero, sin tener que justificar su  origen  ni  estar  sujeto  a  investigaciones  o sanciones  por  infracción  a  las normas de control de SUNAT. El lavador una vez se acoge a la amnistía, cuenta con  un  documento  legal  con  el  que  justifica  plenamente  sus  movimientos financieros.

Adquisición de loterías y juegos de azar ganadores

El lavador logra un contacto en la entidad organizadora de  la lotería y obtiene la información  de las personas ganadoras  de un premio, los aborda  y les ofrece comprar el billete ganador por un monto igual al premio más un adicional (“plus”). Para el ganador del premio esto resulta muy atractivo, ya que recibe el valor del premio y los impuestos  que le descontarían  al  momento  del pago del premio. Para el lavador  es un excelente  medio  para  justificar  una buena  cantidad  de dinero, facilitando además su colocación en el sistema financiero.

Ocultamiento bajo negocios lícitos

El   lavador   procura   la   adquisición   de   empresas   con   serias   dificultades económicas, pero con buena reputación, trayectoria  y volumen de ventas, de tal manera que se pueda justificar el ingreso de dinero ilícito, presentándolo  como producto de la buena marcha de la compañía ó de su recuperación.

También  el lavador procura la adquisición  o montaje  de negocios cuyo  objeto social  conlleva  el  manejo  diario  de  dinero  en  efectivo,  como  pueden  ser restaurantes,  bares, hoteles, discotecas,  supermercados, droguerías,  empresas de transporte,  etc. El lavador  o éste en complicidad  con el dueño   o de los administradores  (cuando él no es el mismo propietario), incrementan las ventas con el fin de ingresar a las entidades financieras mayores cantidades de dinero.


Por  ello,  para  el  lavador  son  muy  atractivos  los  negocios  que  involucran actividades  de  comercio  exterior,  ya  que  facilitan  la  legalización  del  dinero poseído en el exterior. Así mismo, el lavador, establece compañías “off shore” o empresas  que sólo existen  en papeles,  pero no físicamente,  para así originar presuntos ingresos que realmente se originan en una actividad ilícita. Se pueden llegar a constituir un sin número de sociedades, a fin de no permitir evidenciar el vínculo entre las diferentes empresas formadas.

Utilización de cuentas de terceros

El  lavador  utiliza  cuentas  de  terceras   personas   para  realizar   operaciones financieras  con dinero de origen ilícito. El uso de estas cuentas  se da muchas veces con el permiso de sus titulares o sin el permiso de los mismos; asimismo, en muchos  casos  los  lavadores  son  ayudados  por  funcionarios  de la  misma institución financiera, quienes pueden incluso indicarles que cuentas de terceros pueden utilizar para este tipo de operaciones.

Créditos ficticios

Es una figura que disimula las verdaderas intenciones del lavador, quien solicita, para sí o para un tercero (testaferro),  un crédito a una institución  del sistema financiero,  otorgando  como  colateral,  normalmente,  una  garantía  de  rápida realización.

Al crédito se le da un buen manejo en los primeros meses, luego entra en mora y por último en la imposibilidad  de pago. En esta situación el lavador   induce la cancelación  del crédito con la garantía ofrecida,  logrando  justificar,  para sí, la procedencia de los recursos.

Fondos colectivos

Corresponde  al aprovechamiento  de la figura del ahorro en grupos, en la  cual periódicamente se participa en sorteos o remates de sumas importantes para la adquisición de bienes muebles o inmuebles.

El lavador acude a las personas de uno de los grupos que administra la empresa de fondos colectivos, con el objeto de adquirir sus contratos, que,  finalmente le den la posibilidad de ser propietario del total del grupo. Una vez que un contrato se hace ganador de un sorteo o remate, éste es transferido para él o para la persona que él indique, justificando la procedencia del dinero.

Metas e incentivos

Las altas metas y los incentivos establecidos para los ejecutivos de las entidades financieras, con el propósito de lograr objetivos institucionales, se han convertido en un elemento de presión, que muchas veces generan malas decisiones.

Cuando un ejecutivo no ha cumplido con sus metas, sabe que está arriesgando no solo sus incentivos  económicos,  sino también  el mismo  puesto  y sustento familiar.  En esta etapa  es cuando  aparece  el lavador,  contacta  al ejecutivo  y procura convertirse en cliente estrella. Siempre aparecerá en los momentos que más se necesita  y dará la mano  al  ejecutivo  para que éste  cumpla  con  sus metas.  La  presión  por  el  cumplimiento  de  metas  hace  que  se  debiliten  los controles  y que se  presuma  que los recursos  del lavador son de procedencia lícita. En este caso, el lavador utiliza a un funcionario para sus fines.

Sobrefacturación de exportaciones

El  lavador  de  dinero  necesita  que  ingrese  al  país  dinero  proveniente  del extranjero,   producto   de   sus   actividades   ilícitas.   Es   así,   que   mediante exportaciones  ficticias  o  de  bienes  de  un  valor  ínfimo,  las  mismas  que  son declaradas ante la autoridad aduanera a un valor exagerado (sobrefacturación), permite que ingrese ese dinero ilícito como pago de la exportación sobrevaluada.

Estructurar o hacer "trabajo de pitufo" o "trabajo de hormiga"

Consiste  en  el  fraccionamiento  de  operaciones  financieras  con  el  fin  de  no levantar sospechas y/o que las mismas no sean detectadas; pueden ser a través de depósitos o cambio de cheques por otros de sumas menores, para que las efectúen  diversas  personas,  naturales  o  jurídicas,  pero  afectando  una  sola cuenta o beneficiario, operaciones cuyo monto no obligue el diligenciamiento  de documentos  de control. Método sencillo  de  ejecutar  y difícil de detectar;  pues puede  burlar  el  control  consolidado  de  operaciones  diarias  en  efectivo.  Otro sistema  de  pitufeo  consiste  en  evadir el  control  de  operaciones  en  efectivo mediante la utilización de un mismo “pitufo” en diferentes instituciones financieras donde realiza  operaciones para el mismo beneficiario,  siempre inferiores  a los límites de control diario y consolidado.

Complicidad de un funcionario u organización

Individualmente,   o  de  común  acuerdo,  los  empleados  de  las   instituciones financieras  o comerciales  facilitan  el lavado de dinero  al  aceptar  a sabiendas grandes  depósitos  en  efectivo,  sin  llenar  el  Registro  de  Transacciones   en Efectivo, llenando registros falsos ó exceptuando  incorrectamente  a los clientes de llenar los formularios requeridos, etc. Esta técnica permite al lavador evitar la detección,  asociándose  con  la primera  línea  de  defensa  contra  el lavado  de dinero, o sea, el empleado de una institución financiera.

Negocio o empresa de fachada

Una compañía de fachada es una entidad que está legítimamente incorporada (u organizada)  y participa,  o hace  ver que participa,  en una actividad  comercial legítima.   Sin  embargo,   esta  actividad   comercial   sirve   primeramente   como máscara para el lavado de fondos ilegítimos. La compañía de fachada puede ser una empresa legítima que mezcla los fondos ilícitos con sus propias rentas.

Puede   ser   también   una   compañía   que   actúa   como   testaferro,   formada expresamente  para  la  operación  del  lavado  de  dinero.  Puede  estar  ubicada físicamente en una oficina o tener únicamente un frente comercial; sin embargo, toda  la renta  producida  por  el  negocio  realmente  proviene  de  una  actividad criminal.  En algunos  casos, el negocio  está  establecido  en otra ciudad o país para hacer más difícil rastrear las conexiones del lavado de dinero.

Mal uso de las listas de clientes habituales

En esta técnica, el lavador de dinero se colude con un funcionario del banco a fin de ser incluido dentro de la lista de clientes habituales, ello con el fin de realizar operaciones  de  legitimación  de  dinero  y  no  ser  reportado  por  la  institución financiera como operación sospechosa.

Transferencias electrónicas

Esta  técnica  involucra  el  uso  de  la  red  de  comunicaciones  electrónicas,  de Bancos o de compañías que se dedican a transferencias de fondos, para mover el producto  criminal  de un sitio a otro. Por medio de este método,  el lavador puede mover fondos prácticamente a cualquier parte del país o al extranjero. El uso de trasferencias electrónicas  es probablemente  la técnica más usada para estratificar  fondos  ilícitos,  en  términos   del  volumen  de   dinero  que  puede moverse, y por la frecuencia  de las trasferencias.  Los  lavadores prefieren esta técnica porque les permite enviar fondos a su destino rápidamente, y el monto de la  transferencia  normalmente  no  está  restringido.  Después  de  transferir  los fondos  varias  veces,   especialmente   cuando  esto  ocurre  en  una  serie  de trasferencias sucesivas, se vuelve difícil la detección de la procedencia  original de los fondos. Un refinamiento  adicional en el uso de trasferencias telegráficas es transferir fondos desde varios sitios dentro de un país o región a una cuenta canalizadora  en cierta localidad.  Cuando  el saldo  de la cuenta  alcanza  cierto nivel o "umbral", los fondos son trasferidos, automáticamente, fuera del país.

Transferencias entre corresponsales

Esta técnica presume que una organización de lavado de dinero puede tener dos o más filiales en diferentes países, o que podría haber alguna clase de filiación comercial entre dicha organización y su contraparte ubicada en el extranjero. Los fondos  a  ser  lavados  entran  en  la filial  en  un  país  y  después  se  los  hace disponibles en un segundo país en la misma moneda o en otra diferente. Como hay  una  relación  de  corresponsalía   entre  las  dos  filiales,  no  se  necesita transportar  los  fondos  físicamente.  Tampoco  hay  necesidad  de  transferir  los fondos   electrónicamente.   La   coordinación   entre   ambas   terminales   de   la operación se lleva a cabo por teléfono, fax, o por algún otro medio.

Cambiar la forma de productos ilícitos por medio de compras de bienes o instrumentos monetarios

Bajo esta técnica, el lavador de dinero cambia los productos ilícitos de una forma a otra, a menudo  en rápida sucesión.  El lavador  puede,  por  ejemplo,  adquirir cheques de gerencia con giros bancarios o cambiar giros por cheques de viajero. Los   productos   se   vuelven   más   difíciles   de   rastrear   a   través   de   estas conversiones; además, dichos productos se vuelven menos voluminosos, con lo cual se hace menos probable su detección si se los transporta de o hacia el país.

En algunos casos, los casinos u otras casas de juego pueden facilitar el lavado de dinero convirtiendo los productos criminales en fichas. Después de un corto tiempo, el lavador cambia las fichas por cheques o efectivo.

Ventas fraudulentas de bienes inmuebles

El lavador compra una propiedad con el producto ilícito por un precio declarado significativamente  mucho  menor  que  el  valor  real,  pagando  la  diferencia  al vendedor, en efectivo "por debajo de la mesa". Posteriormente, el lavador puede revender  la propiedad  a su valor  real  para justificar  las  ganancias  obtenidas ilegalmente a través de una renta de capital ficticia.

 

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