Intercambio internacional

COVID-19: amenaza global, respuesta local

Con motivo de la conmemoración por el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria la Comisión Cascos Blancos de la Cancillería Argentina organizó el seminario internacional virtual: “La Asistencia Humanitaria en el nuevo escenario mundial pospandemia”.
Imagen ilustrativa

Según el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina el objetivo del Seminario fue “tender puentes de debate que nos ayuden a repensar qué rol tendremos los países, los organismos, organizaciones y agencias internacionales de asistencia humanitaria ante los desafíos de un mundo que necesita poner en el centro la vida y el desarrollo sostenible para salir adelante”. El seminario contó con el auspicio de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

“Los desafíos humanitarios pos pandemia: Desigualdad y vulnerabilidades después de la COVID-19” fue el título de la charla del 19/8, “COVID 19: amenaza global, respuesta local” fue el nombre del intercambio que tuvo lugar el 26/8 y “La Asistencia humanitaria y los grupos más vulnerados: género, diversidades y violencias” fue la consigna del encuentro del 2/9.

Uruguay a través de la Dirección Nacional del Sinae participó del segundo panel que tenía por objetivo “poner en común las experiencias de organismos globales, nacionales y subnacionales frente a la pandemia COVID-19 desde la perspectiva de la Gestión Integral del Riesgo de Desastres”.

La apertura y moderación del panel estuvo a cargo de Magdalena Vallarino, directora de Gestión Integral del Riesgo y Asuntos Humanitarios de Cascos Blancos, quien destacó “Esta perspectiva pone en el centro de los desastres socionaturales y de sus consecuencias a la acción humana, y de esa manera visibiliza el rol fundamental de los Estados, y la importancia del protagonismo de las comunidades”.

Y agregó: “La pandemia COVID-19 problematizó, entre otras cosas, el modelo productivo, la vida en las ciudades, las vulnerabilidades de amplios sectores de la población y el acceso a los servicios de salud. La estrategia centrada en lo local permite destacar la importancia de un estado de cercanía, y de construir niveles de articulación cada vez más fuertes para afrontar estos desafíos”.

Luego, comenzó la primera exposición, a cargo de Roberta Andraguetti, asesora de la Oficina Regional de la Organización Panamericana de la Salud, en la cual sostuvo “Durante esta pandemia, tanto los Estados como los individuos deben coordinar una respuesta común en favor de la salud pública. A nivel local, el involucramiento de las comunidades es imprescindible para evitar contactos estrechos y favorecer el distanciamiento social.”

En segundo lugar, Analía Rearte, directora nacional de Epidemiología e Información Estratégica del Ministerio de Salud de la Nación Argentina, aseguró: “El abordaje debe ser realmente integral porque la problemática no es solo sanitaria, sino también económica y social. En nuestro país, cuando comenzó la pandemia, desde el Ministerio de Salud articulamos el trabajo con otros ministerios nacionales y también con gobiernos provinciales y locales sobre normativas y soluciones locales” y resaltó “la participación de las comunidades en la toma de decisiones y la ejecución de acciones, como sucedió con el Detectar, fue muy importante. La inclusión de todos los actores es fundamental para responder a la pandemia.”

Posteriormente, Sergio Rico, director del Sistema Nacional de Emergencias de Uruguay y presidente pro tempore de la Reunión de Ministros y Altas Autoridades de Gestión Integral del Riesgo del MERCOSUR, expuso que “la cultura de la Gestión Integral del Riesgo supone la colaboración de todos los niveles ante un desastre. La academia, en este sentido, es fundamental. Los equipos científicos que asesoraron a los gobiernos sobre la emisión de líneas de acción posibilitó el abordaje local de la pandemia.”

También estuvo presente Claudia Herrera, secretaria ejecutiva del Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres en América Central y República Dominicana, que planteó “Nuestro principal objetivo es salvar vidas. Para ello, desarrollamos alianzas estratégicas para definir planes de contingencia a nivel regional y fortalecer nuestras capacidades de preparación, mitigación, respuesta y asistencia humanitaria.”

Por su parte, Raúl Salazar, jefe de la Oficina Regional de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, explicó que “La vulnerabilidad de la región se asienta en factores sociales, políticos y económicos. A pesar de la perturbación a causa de COVID-19, se nos abre una oportunidad para repensar las ciudades y para que, a través de la cooperación entre países y ciudades, se difundan las lecciones y buenas prácticas que se han visto en el ámbito regional, nacional y local para atacar este impacto y avanzar en la reducción del riesgo de desastres frente a amenazas cada vez más complejas”.

Por último, Vallarino concluyó: “La prioridad de Cascos Blancos, definida tanto por el canciller Felipe Solá como por la presidenta del organismo, Marina Cardelli, fue dar respuesta a la pandemia, volcando todo el conocimiento y la experiencia que desarrollamos a nivel internacional, al servicio de la salud y la vida del pueblo argentino. Tanto nuestro voluntariado, como los y las funcionarias y trabajadoras están haciendo un gran esfuerzo para asistir y cuidar a quienes más lo necesitan y, en el Día de la Solidaridad en Argentina, queremos agradecer su compromiso cotidiano.”

 

19 de agosto: Día Mundial de Asistencia Humanitaria

El origen de esta celebración se remonta al año 2008 cuando la Organización de las Naciones Unidas decretó este día en conmemoración del atentado terrorista perpetrado en Iraq el 19 de agosto del año 2003 contra la sede de esta organización y que causó la muerte de 22 personas, incluyendo a uno de sus miembros, el diplomático para la ONU, Sergio Vieira de Mello que realizó labores humanitarias durante más de 34 años.

 

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