Emergencias que fueron hitos

Los ciclones extratropicales son fenómenos comunes en nuestro país. Según sus características pueden estar asociados a fenómenos meteorológicos adversos como vientos, lluvias fuertes, precipitaciones intensas, marejadas, etc.
Los investigadores han observado un aumento en la frecuencia de los ciclones en nuestra región durante los años afectados por el fenómeno de El Niño, sin embargo, en los años afectados por La Niña han sido más intensos. Si bien son más frecuentes durante el invierno, pueden sucederse en cualquier época del año.
El ciclón del 23 de agosto de 2005 tuvo severos efectos en la costa uruguaya y, según los registros, las rachas de viento alcanzaron los 174 kilómetros por hora. Los departamentos afectados fueron Canelones, Colonia, Maldonado, Montevideo y San José y la duración total del evento fue de aproximadamente 10 horas.
La evolución institucional asociada a eventos extremos
La Reducción del Riesgo de Desastres (RRD) es un área relativamente nueva en América Latina, que no tiene más de dos décadas. En Uruguay la evolución institucional reciente de la RRD estuvo influida por la ocurrencia de eventos extremos que pusieron en escena una amenaza y desencadenaron una pérdida de confianza sobre el control social del riesgo. El incendio que afectó el Palacio de la Luz en la madrugada del 13 de agosto de 1993 es un buen ejemplo de ello. En tanto símbolo de una época de prosperidad, puso en evidencia pública algunas carencias fundamentales, como los problemas de seguridad de las estructuras, la falta de preparación para evacuar y la ausencia de una normativa actualizada.
En ese contexto, cristalizó públicamente la percepción del riesgo de desastres y la conciencia de que se debían adoptar medidas para gestionarlo. Esas primeras medidas se centraron en los aspectos logísticos y operativos, generando un primer marco permanente de trabajo en la preparación y respuesta en 1995.
El ciclón extra-tropical de agosto de 2005 es otro hecho que puso en escena la necesidad de gestionar los riesgos, ya no sólo fortalecer las capacidades de respuesta, sino disminuir significativamente los patrones de exposición y de vulnerabilidad. En ese contexto, y a partir del proceso de recuperación de las inundaciones de 2007, se inició un debate sobre la necesidad de adoptar nuevas herramientas institucionales que permitieran un abordaje más integral de la RRD, que culminó con la aprobación de la Ley 18.621 “de Creación del Sistema Nacional de Emergencias” de octubre de 2009.
En igual sentido el tornado de Dolores de algún modo motivó la creación de la Junta Nacional de Emergencias y Reducción de Riesgos.
Evolución institucional del Sinae