El riesgo: sus prácticas complementarias, componentes y enfoques
Técnicas

Prácticas complementarias de la GIR
De acuerdo al Informe de evaluación global sobre la reducción del riesgo de desastres más conocido como GAR por su sigla en inglés: Global Assessment Report on Disaster Risk Reduction, la Gestión Integral de Riesgos involucra tres prácticas complementarias:
La llamada gestión correctiva del riesgo que implica mitigar o reducir los riesgos existentes invirtiendo en medidas correctivas, incluidos los preparativos y la alerta temprana.
La denominada gestión compensatoria del riesgo implica tomar medidas para apoyar la resiliencia de los individuos y las sociedades frente al riesgo residual que no puede reducirse de manera eficaz.
La gestión prospectiva del riesgo implica prevenir o evitar la acumulación de riesgos nuevos o futuros haciendo elecciones de desarrollo que tengan en cuenta el riesgo, también en la recuperación y la reconstrucción tras un desastre.
La gestión del riesgo no comienza ni termina con la ocurrencia de una emergencia. Es un ciclo en que las personas, las instituciones y los países trabajan de manera conjunta, y que por ser un ciclo, no tiene principio ni fin.
Componentes del riesgo
AMENAZAS O PELIGROSIDADES
Se denomina amenaza o peligrosidad a un fenómeno natural o antrópico que puede presentarse en un lugar determinado con la fuerza suficiente de causar pérdida de vidas humanas y/o daños en bienes materiales y naturales. Hace referencia al peligro latente de que los daños se produzcan. Es externa a las personas, bienes e infraestructuras.
Las amenazas de origen natural están en constante aumento y se constituirán en unos de los problemas que más preocupen a los gobiernos en los próximos años. Los riesgos urbanos, la variabilidad climática y los índices de pobreza, exponen cada vez más a las poblaciones.
Las peligrosidades pueden tener diverso origen y en grandes líneas se dividen en:
Peligrosidades de origen biológico: es una peligrosidad de origen orgánico o que se disemina mediante vectores biológicos como microorganismos patógenos, toxinas, enfermedades, etc., (por ejemplo el Dengue).
Peligrosidades de origen hidrometeorológicos: son procesos de origen atmosférico, hidrológico u oceanográfico. Por ejemplo los ciclones, vientos fuertes, inundaciones, sequías, olas de calor y de frío. Las amenazas hidrometeorológicas son las más frecuentes en el Uruguay.
Peligrosidades de origen socio-natural: surgen de la interacción de las amenazas de origen natural (biológicas, geológicas, hidrometereológicas) y la degradación o mal uso del territorio por parte de las personas. Se utiliza el término cuando por la actividad humana se incrementa la posibilidad de que ocurran ciertos eventos por encima de las posibilidades naturales. Éstas pueden evitarse o reducirse por medio de una gestión eficiente de los recursos naturales.
Los desastres no son naturales, las amenazas sí.
VULNERABILIDAD
Se refiere a la manifestación de una predisposición o susceptibilidad física, económica, política o social que tiene una comunidad de sufrir efectos negativos en caso de presentarse un fenómeno o peligro de origen natural o causado por el ser humano.
Es un factor de riesgo inherente a las personas o a los bienes expuestos, que habitan o tienen presencia en el territorio y está directamente asociada al desarrollo. Depende de varios factores que tienen que ver con:
- La manera en la se ha construido y ocupado el territorio. Es en referencia al uso a través del tiempo, es decir su historia.
- Las condiciones sociales, económicas, culturales, educativas y políticas del territorio.
- Ser mujer, hombre, niño, niña, anciano o inmigrante o perteneciente a un grupo minoritario.
Los factores que aumentan o disminuyen la vulnerabilidad, se relacionan con el nivel de exposición a un peligro y también a factores como la pobreza, las desigualdades sociales, la incorrecta ocupación de los territorios, las políticas públicas, la explotación indiscriminada de la naturaleza y el acceso a la información, participación y toma de decisiones, entre otras.
Tipos de vulnerabilidad:
Vulnerabilidad física: hace referencia a condiciones físicas. Un ejemplo es la calidad de los materiales con los que está construida una estructura; una casa construida con madera puede ser menos vulnerable a los sismos, pero más vulnerable a incendios o vientos fuertes.
Vulnerabilidad económica: se refiere a los recursos económicos, a su escasez o su uso inadecuado que impiden cambiar o mejorar una condición. Por ejemplo, cuando no es posible acceder a recursos para cambiar de lugar para vivir y la vivienda se encuentra muy cerca de un curso de agua.
Vulnerabilidad ambiental: se relaciona con la calidad o cantidad de los recursos presentes en el medio ambiente. Por ejemplo, cuando una sociedad se encuentra expuesta por la contaminación del agua, la explotación de los bosques o al mal mantenimiento de vehículos que contaminan el aire.
Vulnerabilidad social: es un tipo de vulnerabilidad más compleja. Hace referencia a la baja capacidad de la comunidad para organizarse en pro del desarrollo o cuando no es capaz de generar alternativas para mejorar el nivel de vida.
INCERTIDUMBRE
Cuando no es posible cuantificar el riesgo, el mismo se transforma en incertidumbre. Ésta aumenta con el grado de complejidad de las situaciones y es proporcional al número de variables necesarias para su comprensión.
La incertidumbre se relaciona con las limitaciones en el estado de conocimiento y las indeterminaciones en cuanto a competencias institucionales y aspectos normativos. Al mismo tiempo, estas limitaciones y la complejidad del fenómeno en cuestión, impiden el manejo de la totalidad de las variables involucradas. Esto genera incertidumbre en los procesos de toma de decisiones.
EXPOSICIÓN
Se refiere a la presencia de de personas, medios de subsistencia, servicios ambientales, recursos económicos y sociales o bienes culturales e infraestructura que por su localización pueden ser afectados por la manifestación de una amenaza.
Es una construcción histórica en la que se relacionan los procesos físicos naturales con los procesos socio-económicos y cuyo resultado se expresa en el uso del suelo, la infraestructura, los asentamientos humanos y los servicios públicos, entre otros.
Considerar de manera aislada cualquiera de las cuatro dimensiones que constituyen el riesgo con prescindencia de las otras, cierra el camino a la solución integrada de un problema complejo.
Enfoques sobre la GIR
Hay una corriente que entiende que el riesgo es Objetivo, es decir que existe como algo externo a las personas e independiente de la percepción de estas. Una aproximación a su conocimiento es la que se pretende mediante la aplicación del método científico y suele expresarse en términos probabilísticos, como esperanza matemática del daño (daño esperado). Sirve para prever escenarios de catástrofe como fundamento de los programas de prevención y preparación de la respuesta y en los análisis coste-beneficio y coste-eficacia elaborados como apoyo a la toma de decisiones en los programas de gestión del riesgo de desastres.
Hay otro marco que entiende que el riesgo es Subjetivo, que cada persona percibe ese riesgo “realmente existente” y lo interpreta, condicionando sus actitudes y comportamientos cuando la actuación sobre el riesgo se pone en cuestión. Pero esa “percepción del riesgo” no se realiza de forma neutra sino a partir de “construcciones culturales”. Para esta línea interpretativa, el riesgo no es una entidad objetiva sino, como toda forma de pensamiento, una elaboración cultural y, en consecuencia, social.
Hay una tercera corriente, llamada Realista que surge en el ámbito latinoamericano. Se trata de una elaboración teórica, también denominada “construcción social del riesgo”, que parte de la consideración de los desastres no como hechos aislados sino como sucesos que se van gestando a lo largo del tiempo según van estableciéndose y desarrollándose condiciones de vulnerabilidad.
La vulnerabilidad se va configurando socialmente, en tanto es entendida como una característica del sistema social, que evoluciona con éste, como resultado de procesos económicos, sociales y políticos.