Encuentro Nacional de Mujeres Afrodescendientes
El encuentro se realiza en el marco del 25 de julio, Día Internacional de las Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas y de la Diáspora, y como instancia previa a la premiación Amanda Rorra.
26 de julio, 2025
Sala Idea Vilariño
16 a 19 h
Esta instancia busca generar un espacio de diálogo y reflexión sobre las problemáticas específicas que enfrentan las mujeres afrodescendientes en el ámbito de la salud, la equidad racial y el ejercicio de derechos. A partir de un enfoque interseccional, se analizarán las barreras estructurales que limitan el acceso a servicios de salud de calidad y proponer estrategias para abordar estas desigualdades. Además, se intenta problematizar cómo las políticas públicas pueden incorporar una perspectiva de género y étnico-racial para garantizar el pleno ejercicio de los derechos de las mujeres afrodescendientes.
El acceso a la salud como derecho humano
De acuerdo a los principios de la Organización Mundial de la Salud: «El goce del grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano sin distinción de raza, religión, ideología política o condición económica o social». (OMS, 1946)
Asumir esta perspectiva de derechos es acercarse a la realidad poniendo en cuestión las relaciones de poder que se establecen en las relaciones sociales en general, las cuales están atravesadas por sistemas de poder, prácticas, creencias, valores, estereotipos y normas que las sociedades elaboran a partir de las diferencias y en función de las cuales se asignan roles y conductas esperadas.
El objetivo de esta mirada es que todas las políticas, estrategias y programas se formulen con el fin de mejorar progresivamente el goce del derecho a la salud de mujeres afrodescendientes. El concepto de etnicidad presenta una forma diferente de abordar estas temáticas, permitiendo introducir de manera más detallada diversos aspectos psicosociales, culturales y económicos, como factores que potencian la salud y la calidad de vida.
En este escenario, la atención a la salud mental de las mujeres afrodescendientes adquiere una relevancia fundamental. La Ley N°19.529 define a la misma como un estado de bienestar en el cual la persona es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, trabajar de forma productiva y es capaz de contribuir a su comunidad.
La ley referida subraya que la salud mental es un proceso complejo, no solo una condición individual, y que la construcción de una sociedad que promueva el bienestar general es fundamental para su preservación. Sin embargo, este bienestar está condicionado por la racialización de los cuerpos, la cual medicaliza las diferencias étnicas sin cuestionar las desigualdades estructurales ni el acceso a los mecanismos de salud.
En este sentido, abordar su salud mental es un aspecto fundamental que debe ser priorizado. Debido a las múltiples formas de discriminación, se experimentan niveles elevados de estrés, ansiedad y depresión, que afectan de manera profunda su bienestar y calidad de vida. Reconocer y atender su salud mental es esencial para promover su empoderamiento, y fortalecer su autoestima apuntando al ejercicio pleno de sus derechos.
La discriminación racial tiene efectos nocivos en las condiciones de vida que actúan en detrimento de una salud integral. Estas inequidades se manifiestan en la calidad de los servicios disponibles, las restricciones en el acceso, la segregación y la discriminación ejercida por los propios centros de asistencia y sus funcionarios, tanto médicos como no médicos.
Entendemos imprescindible que las políticas públicas incluyan enfoques interculturales y comunitarios que brinden apoyo emocional y psicológico, promoviendo espacios seguros donde puedan expresar sus necesidades y obtener respuestas. La incorporación de esta perspectiva permite reconocer la identidad y saberes ancestrales de estas mujeres, respetando la medicina tradicional como legado vivo, promoviendo la equidad en el acceso a servicios y fortaleciendo de esta forma su autonomía. Además, representa una forma de reparación al valorar sus conocimientos ancestrales y permite abordar su salud de manera integral (física, emocional y espiritual), elemento fundamental para contrarrestar el impacto del racismo estructural y mejorar su bienestar colectivo.
Desde un enfoque interseccional, es fundamental reconocer la historia de las múltiples violencias que han sufrido las mujeres afrodescendientes, desde la trata esclavista hasta la acumulación generacional y su invisibilidad en los espacios de lucha. Por eso, es importante crear espacios de diálogo con las instituciones del Estado responsables de diseñar políticas públicas, para escuchar y atender las demandas de estas mujeres y combatir las diversas formas de violencia que enfrentan.
En este marco, este encuentro nacional de mujeres resulta estratégico y necesario para contribuir a la participación ciudadana y a la descentralización a través de la territorialización de actividades, programas y proyectos que incorporen una perspectiva de género de forma transversal, impulsando iniciativas locales a partir de la más amplia participación de mujeres afrodescendientes de todo el país.
De esta forma, el encuentro se visualiza como un espacio privilegiado para la acción en términos de políticas públicas donde desplegar estrategias, coordinar acciones, establecer alianzas, como forma de ejercer responsabilidades por parte del Estado. Este encuentro se realizará en coherencia con los objetivos estratégicos propuestos por el ministerio, que apuntan a incorporar la perspectiva de género en sus acciones, incentivar la participación de la sociedad civil en la creación de políticas públicas, y considerar la descentralización de las mismas.