Noviazgos Libres de Violencia

Noviazgos Libres de Violencia celebró 10 años de compromiso con la prevención

Con la presencia de autoridades nacionales, referentes departamentales, organizaciones sociales, docentes y estudiantes, se realizó en Tacuarembó el lanzamiento de la campaña Noviazgos Libres de Violencia (NLV) 2025.
Mesa de autoridades durante el lanzamiento de NLV 2025

El encuentro conmemoró los 10 años de esta estrategia interinstitucional que busca promover relaciones basadas en el respeto, la igualdad y el cuidado mutuo, consolidándose como una de las principales políticas públicas de prevención de la violencia basada en género entre adolescentes y jóvenes en Uruguay.

Apertura y bienvenida

La adjunta a la Dirección del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres, MDS), Leticia Benedet, destacó que la campaña fue creada para visibilizar y prevenir situaciones de violencia en los noviazgos adolescentes, en un momento de la vida donde suelen reproducirse prácticas de control, celos o violencia digital. Subrayó que NLV se caracteriza por el protagonismo juvenil, el rol de docentes y referentes de género, y la articulación con múltiples instituciones.

Por su parte, Eugenia Godoy, directora del Instituto Nacional de la Juventud (INJU, MDS), recordó que la adolescencia y la juventud son etapas clave en la construcción de autonomía e identidad, y reafirmó la necesidad de seguir actualizando la campaña a las nuevas formas de vincularse.

En representación de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la directora de Derechos Humanos, Nilia Viscardi destacó el valor de la educación sexual integral, la importancia de la participación juvenil en la formulación de políticas y la necesidad de abordar problemáticas emergentes como la violencia digital y las masculinidades.

La directora del Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU), Claudia Romero, enfatizó la relevancia de acompañar a niñas, niños y adolescentes en la construcción de vínculos saludables en un contexto marcado por la pobreza, la violencia y los desafíos en salud mental.

Desde el Ministerio del Interior, el comisario Julio Vidiella reafirmó el compromiso de la Dirección de Política de Género en la prevención de la violencia basada en género, señalando la implementación de protocolos de actuación policial y la atención a problemáticas específicas como la violencia sexual y digital.

En tanto, Tabaré Amaral, director departamental de Tacuarembó de la Dirección Nacional de Gestión Territorial (DNGT, MDS), subrayó el valor de la descentralización y el trabajo en territorio, reconociendo la tarea de los equipos técnicos que sostienen la campaña en todo el país, y en particular en un departamento extenso como Tacuarembó.

Logros y desafíos

En la mesa dedicada a los logros y desafíos de la campaña participaron Mariella Mazzotti (ex-directora de Inmujeres), Andrea Tuana (Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual), Laura Motta (ex-consejera de ANEP) y Glenda Rondán (ex-integrante y una de las fundadoras de la bancada femenina).

Mazzotti repasó el origen de la campaña, surgida en el marco del Consejo Nacional de Género y alimentada por la experiencia de Nunca más a mi lado, y resaltó que la clave fue siempre promover 50 días de reflexión como espacio de análisis colectivo y no solo como intervención puntual. Señaló además la necesidad de sostener la continuidad de la estrategia en un contexto actual signado por discursos de odio y retrocesos culturales.

Tuana compartió reflexiones y anécdotas de talleres con adolescentes, donde se abordan temas como el consentimiento, el amor romántico, los celos y la violencia digital. Destacó el entusiasmo y la creatividad de los jóvenes, así como la importancia de incluir también a adultos e instituciones en los 50 días de reflexión, para repensar sus propias prácticas y violencias.

Motta analizó la forma en que una idea se transformó en política pública educativa, con la educación sexual integral como derecho. Remarcó que más de 15 mil adolescentes y jóvenes han participado en la campaña en estos 10 años, multiplicando su impacto en familias y comunidades, y señaló la necesidad de fortalecer los protocolos de actuación en los centros educativos.

Finalmente, Rondán recordó el rol de la bancada femenina en los inicios de la campaña y subrayó que la violencia en el noviazgo debía ser reconocida socialmente para poder erradicarla. Señaló que las leyes son herramientas necesarias, pero que los cambios culturales solo se consolidan a través de la educación y la cultura.

Experiencias territoriales

Las referentes departamentales de Inmujeres compartieron experiencias que reflejan la potencia de la campaña en los distintos territorios del país.

  • Adriana Miraballes, referente del departamento de Salto resaltó el valor del trabajo interinstitucional y la ampliación de la Comisión Departamental de Violencia para sumar más actores educativos y sociales. Señaló que en Salto se organizan lanzamientos y cierres departamentales, y subrayó la necesidad de que la campaña evolucione hacia un programa estable con recursos propios, ya que hoy se sostiene principalmente en la articulación institucional.
  • Beatriz Alonso, referente del departamento de Treinta y Tres relató la experiencia desde 2016, destacando la buena recepción de la campaña por parte de adolescentes, incluso en contextos de alta vulnerabilidad. Mencionó el impacto de un mural colectivo en un centro juvenil como ejemplo de apropiación simbólica por parte de los jóvenes, y reafirmó la importancia del trabajo interinstitucional.
  • Julieta Purtscher, referente del departamento de Colonia compartió la experiencia en una UTU donde adolescentes transformaron mensajes violentos escritos en baños en frases positivas pintadas en maderas. Valoró esta dinámica como muestra del protagonismo juvenil y resaltó que la diversidad y convocatoria de las actividades solo son posibles gracias al pienso colectivo interinstitucional.
  • Luciana Martínez, referente del departamento de Canelones describió el trabajo en Ciudad de la Costa, Costa de Oro y Ruta 5, articulando con ANEP, Ministerio del Interior, INAU e intendencias. Mencionó capacitaciones y talleres sobre ciberacoso y ciberviolencia para jóvenes y docentes, y destacó la elaboración conjunta de materiales gráficos y campañas donde los propios adolescentes se convierten en promotores de vínculos libres de violencia.
Una política pública viva

A lo largo de la jornada quedó de manifiesto que Noviazgos Libres de Violencia es una política pública viva, interinstitucional y participativa, que ha sabido adaptarse a los cambios sociales y que se sostiene en el compromiso de instituciones, comunidades educativas y organizaciones sociales de todo el país.

En su décimo aniversario, la campaña reafirma su propósito: prevenir la violencia basada en género y promover relaciones sanas, igualitarias y libres de violencia entre adolescentes y jóvenes en todo el Uruguay.

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