21 nuevas viviendas con apoyo

Volver a tener llave

Autoridades del Ministerio de Desarrollo Social, de la Agencia Nacional de Vivienda y del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial, visitaron a participantes del Programa de Vivienda con Apoyo en el complejo de viviendas de Millán.
Persona abriendo un portón de hierro

A través de un convenio con la Agencia Nacional de Vivienda (ANV) fueron otorgadas en préstamo varias unidades habitacionales en diferentes complejos. Esta vez tocó visitar a los flamantes vecinos de Millán. Cada uno hizo su proceso, la mayoría se mudó hace una semana o menos. Todos tienen algo en común: el brillo en los ojos al escuchar sonar las llaves que anuncian que, por fin, están en casa.

La lluvia anunciada para ese día faltó sin avisar. El calor y la humedad tenían a los hibiscos en vilo. Los vecinos de los diferentes módulos del complejo estaban sentados a la sombra de los árboles y desde ahí vieron pasar la comitiva de autoridades. Caras nuevas que venían con una misión: conocer la tan esperada casa nueva.

Los técnicos, conocedores del lugar, fueron guiándonos por una pequeña ciudad de calles propias, almacenes y hasta un jardín de infantes para los más pequeños del complejo.

La primera en abrir la puerta fue Milly, que se mudó hace ya cuatro meses, la más baqueana en esto de estrenar apartamento. La recorrida fue breve, pero los puños chocaron y las puertas se abrieron de par en par. “Ahora me voy a poner a cocinar”, dijo Milly con una sonrisa que no pudo disimular, a pesar del tapabocas. Sobre la mesada de granito había ajo y perejil, la promesa de un almuerzo que inspiró bromas y elogios entre los presentes. 

Seguimos rumbo a la casa de Jenniffer. A ella le tocó estar en situación de calle y ser mamá de una niña que actualmente está al cuidado de su hermana, quien también es la madrina. Hace apenas una semana que se mudó. “Perdón, pero todavía me emociono cuando hablo de esto”, se disculpa aunque no hay por qué. Recompone el aliento y nos cuenta que su pareja está trabajando en un emprendimiento de mantenimiento de áreas verdes y que tiene planes de, pasadas las vacaciones, volver a estar con su hija y salir adelante todos juntos, como una familia. 

Eduardo y Juvenal son compañeros de apartamento ahora. Ambos peinan canas. Se conocieron en el centro de contingencia dispuesto en el Palacio Peñarol, en las peores épocas de la pandemia. Eduardo fue amputado de la pierna derecha, está esperando la prótesis pero mientras tanto se las apaña con su andador para hacer las tareas de la casa, lavar los platos. Barrer no puede, eso lo hace Juvenal quien nos confesó, mirando el parque que se asoma por la ventana, que a veces le gusta ir a hamacarse ¿Por qué no?. Están esperando que llegue el ropero, por ahora las cosas están en cajas, como en cualquier mudanza. 

En otro de los bloques de viviendas nos esperaban Mariela y Claudia. Ellas son hermanas y transitaron juntas por una etapa que se inició en 2013, cuando por momentos podían costear alguna pensión, a veces tenían que acudir a un centro nocturno. En 2020 la situación se complicó e ingresaron a un centro 24 horas de MIDES. Pero ahora esos momentos quedaron atrás, las dos juntas ya instaladas hace una semana en el apartamento dicen que “volvieron a los orígenes” porque “el hecho de estar en refugios no significa que estuvieran en la calle”. Le buscaron la vuelta y la encontraron. Claudia tiene además problemas de salud. Al igual que su hermana, están gestionando la jubilación para poder estar mejor y continuar su camino a la par.

Tomás es el último de la recorrida. Tres pisos por escalera tienen como premio una hermosa vista y un aire fresco que alivia el vapor de ese mediodía casi tropical. A pesar de rondar los setenta años, no se queja por el ejercicio, al contrario. Dice que se mudó hace una semana y un día. Tenía asignado un compañero, pero por cuestiones de la pandemia quedó en suspenso ese tema. Por ahora está solo. Es menudo y tiene la piel curtida por la intemperie. Sus ingresos mínimos provienen del rubro de carga y descarga. Le hacemos unos retratos donde posa algo tímido con una taza, un libro y un manojo de llaves sobre la mesa. Al finalizar la nota baja con nosotros, pero antes cierra bien la puerta de su casa.

Programa Viviendas con Apoyo

El programa Viviendas con Apoyo fue creado en 2020 para brindar soluciones de larga estadía a personas en situación de calle que utilizan dispositivos del Ministerio de Desarrollo Social, como centros nocturnos o 24 horas. A eso se le suma  acompañamiento social y apoyos técnicos de equipos de la cartera para promover el sostén del alojamiento. 

El programa está inspirado en el modelo “Housing First”. Dicho modelo se basa en la premisa de que una vivienda contribuye a facilitar la inserción sociolaboral, reduce la incertidumbre de quienes se encuentran sin hogar y otorga a las personas mayor control en las decisiones que afectan sus vidas.

Viviendas con Apoyo está enfocado en personas mayores de 18 años y familias monoparentales con jefatura femenina, que participan de los diferentes programas de atención a personas en situación de calle del Ministerio de Desarrollo Social. En todos los casos las personas cuentan con ingresos propios que les permiten solventar los gastos esenciales de las viviendas, pero cuyo monto no les permitía acceder a una solución habitacional sin apoyo. 

 

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