Ministerio de Desarrollo Social

Coorganizado por organismos estatales y organizaciones sociales integrantes de la Mesa Nacional de Voluntariado, el encuentro se realizó en múltiples locaciones ubicadas en la zona centro de la ciudad: Casa INJU, Liceo IAVA, Centro de Estudios de BPS, Paraninfo de la UDELAR, entre otros.

“Intentamos darle una vuelta de tuerca a algo que ya se viene generando hace tiempo con voluntariado, que ya lleva inscriptos 15000 participantes desde que comenzó el programa”, explica Lorena Seijo, responsable del programa de Voluntariado del MIDES.

El concepto apunta, como su nombre lo indica, a dejar “una llama encendida”, no importa la intensidad o color de la misma, pero que quede “picando el bichito de la solidaridad”, y que la persona se involucre con una causa, de la forma que quiera y pueda.

Se trata de “visibilizar la solidaridad como algo que se contagia”, explica Seijo, y la idea es que sea independiente, más allá de los apoyos institucionales, que “siga solo”. Por eso, además de una convocatoria totalmente abierta, se creó yesca.uy, un dominio gratuito que guardará algo de la memoria y el fuego de esa llama que se encendió el 25 de mayo.

“Haberlo armado con la sociedad civil le da más sustentabilidad”, concluye.

Hacer, decir, sentir

La actividad, que copó parte del centro de Montevideo y lo tiñó de naranja, se estructuró en tres instancias paralelas. Hubo un encuentro de referentes pares en el Paraninfo, donde se trató más que nada el tema voluntariado en clave educativa. También se organizó una “zona involucrarte”, donde en formato de feria social, diferentes organizaciones que promueven el voluntariado mostraban su trabajo e invitaban a ser parte. A esto se le sumaron los 24 talleres de la agenda Yesca, donde hubo propuestas tanto de la sociedad civil como del Estado.

Además de las intervenciones urbanas, visibles en redes sociales bajo la etiqueta #encedésolidaridad, se llevaron a cabo tres murales en el marco del encuentro. Uno de ellos quedó plasmado en Casa INJU, otro en el Liceo IAVA y el tercero se preparó para ser llevado a la Unidad 5 del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR).

Solidario 100%

Coherentes con la propuesta, Yesca involucró en la organización aspectos del voluntariado. El registro gráfico, por ejemplo, estuvo a cargo de estudiantes de la escuela de fotografía Fotoarte. El proyecto Plato Lleno, por su parte, aportó los bizcochos para el desayuno y el Sistema Nacional de Emergencias, SINAE, puso a disposición un dron para captar imágenes de la jornada desde un plano aéreo.

Para saber más y conocer todas las organizaciones que organizaron y apoyaron, haciendo posible encender esta primera llama, te invitamos a visitar Yesca.uy, que promete arder más allá de 2019.