Prevención

10 de marzo - Día Mundial del Riñón: “Cerrar la brecha del conocimiento para lograr una mejor atención en salud renal”

En el “Día mundial del riñón” se hizo una puesta a punto de la situación de la asistencia nefrológica en Uruguay y del trabajo del Programa de Salud Renal del Fondo Nacional de Recursos (FNR).
Placa por el Día Mundial del Riñon

La actividad contó con la presencia del ministro de salud pública, Daniel Salinas; la directora general del FNR, María Ana Porcelli; el presidente de la Sociedad Uruguaya de Nefrología (SUN), Ricardo Silvariño; Eliana López, integrante de la Sociedad Uruguaya de Enfermería en Nefrología (SUEN); Sonia Dergazarian, en representación de la Asociación Uruguaya de Dietistas y Nutricionistas; Ignacio Olivera, representante de la Coordinadora Nacional de Instituciones de Asistencia Médica Colectiva y Aldana Marrero, presidenta de Asociación de Trasplantados del Uruguay, pacientes en diálisis y lista de espera (ATUR).

Cuando las enfermedades renales dan síntomas, estos son fácilmente confundibles con otras patologías yen muchas ocasiones se distinguen cuando la enfermedad ya está muy avanzada, por eso se dice que las enfermedades renales son “silenciosas”; el ministro de salud pública, Daniel Salinas, destacó la importancia de llevar hábitos de vida saludables para prevenir factores de riesgo como la hipertensión o la diabetes y de los controles médicos periódicos para lograr un diagnóstico precoz. Se estima que el diez por ciento de la población mayor de 20 años tiene algún nivel de disfunción renal y no lo sabe.

En Uruguay hay más de 3000 personas en tratamiento de diálisis crónica (93 % en hemodiálisis y 7 % en diálisis peritoneal) y 1500 pacientes viven con un trasplante renal funcionando. Todos los tratamientos sustitutivos de la función renal son enteramente financiados por el FNR a los que les destina el 30 % de su presupuesto, más de 65 millones de dólares al año.

La directora general del FNR, María Ana Porcelli, explicó que el Comité Directivo del Día Mundial del Riñón decidió hacer hincapié este año en la necesidad de concientizar y educar a la población sobre la importancia de los riñones y en el fomento de hábitos de vida saludables para prevenir la aparición de enfermedades renales. Porcelli, al igual que el Ministro, habló de la necesidad de involucramiento de todos los actores en la búsqueda de medidas dirigidas a la prevención, el diagnóstico precoz y el tratamiento más adecuado.

Desde 2004 existe el Programa de Salud Renal (PSR) en el FNR para personas con enfermedades renales en distintas etapas. SIlvariño fue quien explicó su funcionamiento: “Es un programa estructurado de cuidado nefrológico y de gestión de la enfermedad crónica”. Fue planificado por la Sociedad Uruguaya de Nefrología y el Centro de Nefrología de la Facultad de Medicina de la Universidad dela República, implementado a través del FNR y el MSP y sustentado en el Sistema Nacional de Salud con el objetivo primordial de sacar el cuidado nefrológico del tercer nivel de atención e integrarlo al primer nivel. También busca difundir pautas de prevención de salud y diagnóstico precoz que tiendan a enlentecer la progresión de la enfermedad renal y disminuir la incidencia de la enfermedad renal extrema para, de esta manera, disminuir la morbimortalidad cardiovascular, principal razón de muerte en los pacientes renales. El PSR pretende facilitar la continuidad asistencial y tener un registro de personas con enfermedad renal para tener un seguimiento de su epidemiología. La participación en el PSR es voluntaria tanto para las instituciones – que reciben contraprestaciones por participar- como para los pacientes que egresan una vez que logran trasplantarse, entran a diálisis o mueren.

Este programa tiene estructurada una serie de controles a los que el paciente ha de ir. En el caso de que se ausente, prende alarmas en un sistema de informático que avisa de esta situación al equipo de profesionales de la salud para que tenga la posibilidad de acercarse al paciente y explicarle nuevamente la importancia de los cuidados y controles, de “reeducarlo cada vez”, explicó Silvariño. Asimismo, el PSR tiene indicadores de la cobertura que tiene a nivel país, de la calidad del proceso en las distintas etapas del programa, de los tratamientos y de resultados finales. A su vez, hay una comisión asesora en salud renal que hace guías de práctica clínica, brinda educación médica continua, controla los indicadores, hace investigación, maneja las contraprestaciones del programa y ejerce la gobernanza.

El PSR tiene que constituirse en cada institución de salud pero es de muy bajo costo. Más allá de las varias contraprestaciones y beneficios que tiene para el prestador, tiene muy buenos resultados para los pacientes renales que participan de él - como el retraso de la progresión de su enfermedad llegando a retrasar hasta siete años la entrada de la persona a diálisis - un beneficio sustancial en la vida del paciente renal cuya expectativa de vida así, aumenta. El PSR también permite el control de los factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial, la dislipemia, la diabetes, el tabaquismo. Los pacientes que están con cuidado nefrológico en el programa mueren un 30 por ciento menos que los que padecen la misma enfermedad renal pero no participan del PSR. Más allá de los evidentes beneficios para los pacientes, es un programa que también tiene beneficios para el sistema sanitario, en investigación y creación de datos para implementar políticas de salud, pero también en cuanto a lo financiero.

Este año para el Día Mundial del Riñón se eligió como consigna: “Cerrar la brecha del conocimiento para lograr una mejor atención en salud renal”. Así se busca hacer énfasis en la necesidad de que se cree conciencia de la amenaza mundial que las enfermedades renales representan por su incidencia, que va en aumento, y de que ocupe un espacio de mayor relieve en las agendas de salud gubernamentales; se busca también resaltar la importancia de que los profesionales de la salud se mantengan actualizados en la información sobre la salud renal y de que haya más información accesible para la comunidad.

Todos los oradores hicieron un gran hincapié en la importancia de la prevención puesto que el riesgo de padecer enfermedad renal crónica aumenta con la edad, la obesidad, la hipertensión arterial y la diabetes. Tienen más riesgo de padecerla las personas con familiares en diálisis o trasplantados porque algunas enfermedades renales tienen componentes hereditarios, las personas que sufren infecciones urinarias recurrentes, cálculos renales, enfermedad de próstata, enfermedades autoinmunes o infecciones crónicas como hepatitis B, C y HIV. Las personas con enfermedad vascular conocida (enfermedad coronaria, ataque cerebro vascular, enfermedad arterial periférica), los tabaquistas y aquellas personas que tuvieron bajo peso al nacer también tienen riesgo incrementado de desarrollar enfermedad renal crónica.

 

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