Uruguay retoma la senda de la vanguardia internacional en las políticas de control de tabaco

La ministra de Salud Pública, Cristina Lustemberg, participa de las sesiones plenarias y mesas de alto nivel en representación de Uruguay. En sus intervenciones afirmó que el país retoma la senda de vanguardia internacional en materia de control del tabaco y destacó que el cuidado de la salud debe primar siempre por encima de intereses económicos que afectan directamente a la población. “Nuestro deber es no retroceder un centímetro y continuar en la senda del cuidado”, expresó ante las delegaciones presentes.
En el plenario general, Lustemberg subrayó que el tabaquismo continúa siendo una de las principales causas prevenibles de enfermedad y muerte en el mundo, y que el Convenio Marco ha demostrado ser una herramienta eficaz para reducir la carga sanitaria en numerosos países. También recordó que los nuevos productos de nicotina mantienen los mismos riesgos que motivaron la aprobación del tratado hace veinte años, y advirtió sobre su impacto en adolescentes, especialmente a través de estrategias de marketing digital que buscan normalizar el consumo.
Durante la mesa ministerial dedicada al desafío de la nicotina en adolescentes, la ministra expuso la experiencia de Uruguay en la aplicación del principio precautorio y en la adopción de medidas integrales para evitar una nueva ola de adicción juvenil. Recordó que Uruguay restableció este año la prohibición plena de de todos los tipos de dispositivos electrónicos de fumar , lo que ha permitido mantener estable su uso en adolescentes, a diferencia de la tendencia regional y global. En su intervención destacó la importancia de blindar los avances alcanzados, impedir la interferencia de la industria, prohibir los nuevos productos que impulsan la adicción y aplicar un enfoque de derechos, especialmente para proteger a niñas, niños y adolescentes.
Lustemberg también participó del Diálogo Estratégico sobre salud planetaria, donde presentó la dimensión ambiental del tabaco y los desafíos que implica su cadena de producción, desde la deforestación hasta la contaminación por residuos y microplásticos. Señaló que la industria debe asumir responsabilidad por estos impactos y alertó sobre prácticas de “ecolavado” y el intento de posicionar a los productos electrónicos como alternativas limpias, cuando en realidad generan nuevos desechos y riesgos. En ese espacio afirmó: “El tabaco enferma a las personas, pero también enferma al planeta. No podemos permitir que nuevas formas de consumo abran otra puerta a la adicción y a la contaminación”.
Las discusiones de la COP11 incluirán posibles lineamientos regulatorios sobre residuos, filtros y componentes plásticos de los productos de tabaco, así como medidas para frenar la expansión de los dispositivos electrónicos. La ministra sostuvo que la protección de la salud y del ambiente requieren coherencia entre agendas globales y reafirmó el compromiso de Uruguay con acciones basadas en evidencia, con perspectiva de derechos y orientadas a prevenir la adicción de las futuras generaciones.
