Nuestro territorio Edición Nº11

De la economía de enclave al desarrollo territorial: la Región Centro como laboratorio de nuevas prácticas

Lecciones recientes  y desafíos futuros  para la región centro del país a partir de UPM II. 

El presente artículo pretende poner sobre relieve algunos aspectos de las políticas públicas en relación a la región centro del país que suelen quedar solapadas en el tratamiento habitual del tema. 

Al final de su lectura será evidente que el mismo no pretende agotar la totalidad del tema, sino tan solo exponer algunos aspectos que sumen al análisis y al aprendizaje colectivo en estas múltiples y complejas temáticas vinculadas a la planificación y el desarrollo territorial en clave de sostenibilidad.

En este sentido quizás dos  de los más importantes  desafíos que afronta nuestro país son, por un lado lograr un desarrollo equilibrado socio-territorialmente. Todos sabemos que la región centro del país presenta un considerable rezago respecto a la regiones más dinámicas del país. El otro gran desafío es el que deriva de los impactos no deseados de las respuestas implementadas para generar  ese desarrollo. 

Es decir ¿Cómo hacer para que nuestras débiles, primarizadas y dependientes economías logren no solo atraer inversiones, sino que lo hagan hacia esos lugares. ¿Cómo hacer además para que esas inversiones superen el tradicional esquema de las economías de enclave que en la actual etapa de la globalización no han hecho más que exacerbarse respecto a su versiones anteriores?  

¿Cómo superar las históricas y conocidas restricciones derivadas de estas lógicas neoextractivistas, generando escasos beneficios a las poblaciones locales. ¿Cómo hacer para que no solo derramen a su entorno sino que sean motores que induzcan las generaciones de más y mejores capacidades y oportunidades en sus entornos?

Se denomina economía de enclave a un modelo económico donde, en un mercado globalizado, se localizan actividades productivas en países subdesarrollados destinadas a la exportación y sin integrarse en el mercado local.

Este es un debate abierto, sin unanimidades, permeado por fuertes intereses,  y con gran impacto político y mediático.

Sabido es que la instalación de la pastera generó un amplio e intenso debate sobre las oportunidades y los riesgos que proyectos de esta envergadura, en este caso hablamos de la más grande inversión en la historia del país, puede traer para el futuro económico social y ambiental de esta zona del país y sus habitantes.

Este escenario, si bien tiene la ventaja de sumar voces y puntos de vista que favorecen el intercambio democrático,  tiene la desventaja de generar visiones y posiciones demasiadas convencidas de sus argumentos, que a veces obturan el sano y necesario intercambio de posiciones y el logro de síntesis constructivas.

Lo cierto es que tanto los  problemas como las oportunidades tienen a la región centro del país  como escenario y como protagonista y ámbito de aplicación de medidas que innoven en relación a las históricamente aplicadas partir de la instalación de la segunda planta de UPM y la traza del ferrocarril que permitirá el traslado de su producción hacia el puerto de Montevideo.

Zona que como dijimos más arriba sufre el histórico y estructural resabio en sus indicadores de desarrollo humano. Una estructura social productiva y territorial  de base agroganadera, poco diversificada, con crónica falta de trabajo y de perspectivas que propiciaron su tradicional vaciamiento poblacional y la falta de oportunidades para sus habitantes. 

Al mismo tiempo la intensificación productiva de la última revolución agrícola, sumado a los factores climáticos pusieron al río Negro en el límite de la sostenibilidad ambiental y varias voces alertan sobre si dicha instalación no llevará al definitivo colapso de dicha estratégica cuenca que parte y une el país en dos.

La entendible y hasta cierto punto necesaria alarma que este  proyecto (planta + tren) generó que en diversos ámbitos de la sociedad no permitiera sin embargo visibilizar una serie de importantes y estratégicas medidas, planes y programas  que se están implementando en directa sintonía con él.  

Es decir que para romper la lógica de enclave, del emprendimiento que solo conecta con la metrópolis, es necesario desplegar una estrategia país de varios frentes, niveles y plazos.

En el caso del Mvotma y específicamente en lo concerniente a la Dinot, en conjunto con OPP y otras instituciones del Gobierno Nacional, los gobiernos departamentales y los locales, realizó desde antes incluso de confirmada su instalación, el desarrollo de un amplio abanico de acciones integradas dentro de un Programa Nacional de Ordenamiento Territorial y desarrollo sostenible para la región centro del país.

El programa nacional

Este Programa con sus  7 líneas estratégicas de trabajo coordina y ordena territorialmente más de 170 líneas de acción, que potencian el desarrollo de la región Centro y sus pequeñas localidades, comprendida por Durazno, Tacuarembó y el oeste de Cerro Largo. 

Movilidad, transporte y conectividad;  Vivienda, Desarrollo productivo, Hábitat y condición de vida;  Ocio y esparcimiento; Salud y Educación son las  7 líneas en las que focaliza este programa de desarrollo. 

10 proyectos urbanos  

Como parte de este nuevo enfoque de desarrollo y con el propósito de mejorar  las experiencias pasadas en relación a la instalación de estos grandes emprendimientos, el Gobierno Nacional trabajó en una intensa coordinación y negociación con la empresa UPM para aprovechar las oportunidades y generar las mejores posibilidades para la región. 

Dentro de esas acciones, la Dinot trabajó durante estos últimos tres años en línea directa con la pastera en la negociación de la ubicación de los 10 proyectos urbanos, que alojarán a los trabajadores temporales y que finalmente se destinarán a políticas habitacionales.  Además de colaborar en la definición para la implementación de  importantes infraestructuras generadas para que la empresa aterrice en la región. 

Esta planificación que logró la implementación de proyectos urbanos integrados a las ciudades y con todos los servicios (saneamiento, cableado eléctrico, internet, entre otros). También permitió generar trabajo local, nuevas capacitaciones  a trabajadores, emprendedores y empresarios para satisfacer las nuevas demanda y la contratación de empresas de la región para el desarrollo de todas las obras. 

El cronograma de obras pautado entre UPM y el Gobierno viene cumpliéndose con éxito. La Dinot realiza su seguimiento. 


 

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