Nuestro territorio Edición Nº7

Uruguay es parte de la ofensiva global contra la desertificación

Suelo degradado. Imagen extraída de Pixabay
Foto: Pixabay

 

La erosión de suelos es el problema ambiental más importante a nivel rural, ya que provoca la falta de sostenibilidad del desarrollo en el futuro. El mantenimiento del recurso suelo es clave para asegurar la actividad del sector agroexportador y la soberanía alimentaria.

Nuestro país está comprometido a mantener la calidad de su suelo para que sea fuente de seguridad alimentaria de su población actual y futura y, en segunda medida, como mecanismo de generación de riqueza.

En este sentido el Uruguay aprobó la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación mediante la Ley Nº 17. 026 de noviembre de 1998. Es una de las tres Convenciones surgidas de la Cumbre de la Tierra (Río 92), por lo tanto es una convención ambiental y forma parte de las “tres hermanas”, junto con la Convención de Biodiversidad y la de Cambio Climático.

Desertificación y degradación

Por “desertificación” se entiende la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, resultante de diversos factores, tales como las variaciones climáticas y las actividades humanas. 

Por su parte, “degradación de tierras” es la “reducción o pérdida de la productividad biológica o económica y la complejidad de las tierras agrícolas de secano, las tierras de cultivo de regadío o las dehesas, los pastizales, los bosques y las tierras arboladas, ocasionada, en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, por los sistemas de utilización de la tierra o por un proceso o una combinación de procesos, incluidos los resultantes de actividades humanas y pautas de poblamiento”.

Desde la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS),  el objetivo 15 (Vida de Ecosistemas Terrestres) hace especial referencia a proteger, restablecer y promover el uso sostenible de los ecosistemas terrestres, efectuar una ordenación sostenible de los bosques, luchar contra la desertificación, detener y revertir la degradación de las tierras y poner freno a la pérdida de la diversidad biológica. 

En lo que respecta específicamente a la calidad del suelo, la meta 15.3 establece: para 2030, luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación neutra de la tierra.

Neutralidad de la degradación

Neutralidad de la Degradación de Tierras es un estado en el que la cantidad y calidad de los recursos del suelo, necesarios para soportar las funciones y servicios eco-sistémicos y mejorar la seguridad alimentaria, se mantiene estable o aumenta dentro de escalas temporales y espaciales específicas. La Convención se plantea en su  12ª Conferencia de las Partes la responsabilidad de reportar esta meta.

¿Qué ha hecho Uruguay?

El Mvotma,  junto a la  Dirección General de Recursos Naturales Renovables del Mgap y  las facultades de Agronomía y Ciencias, fueron los responsables de elaborar  los tres primeros informes nacionales presentados en los años 2000, 2002 y 2006 respectivamente, así como de formular el Plan de Acción Nacional (PAN).

En los años 2012-2013 se desarrolló un proyecto de Alineamiento del Programa de Acción Nacional a la Estrategia Decenal de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) y del informe nacional.

Ya en el año 2005 se elaboró el Plan de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía (PAN) a partir de un proceso de discusión y concertación. El PAN tiene como objetivo luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía, a fin de contribuir al logro del desarrollo sostenible en las “zonas afectadas” con miras a mejorar las condiciones de vida de la población. La idea principal fue la planificación por cuencas que luego es consagrada en la Política Nacional de Aguas (Ley Nº 18.610). 

En el marco de los compromisos adquiridos, Uruguay ha presentado informes de implementación de la UNCCD, el último en 2015 en el quinto período de reporte. Como país Parte, Uruguay participa activamente en las negociaciones de esta Convención, y fue seleccionado entre otros países para implementar el Programa de Establecimiento de Metas Voluntarias de NDT en el año 2016. 

Asimismo, desde el 2017 existe un proyecto de cooperación sur-sur de intercambio técnico con Argentina, en el marco del programa de cooperación bilateral con ese país. 

Por último, Uruguay forma parte de un proyecto global recientemente aprobado por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), el cual tiene como objetivo apoyar a los Estados Parte en la Convención en el monitoreo y reporte de información. 

En el reporte de Uruguay a la convención en el año 2017 se hizo un ejercicio conjunto para la cuenca del Santa Lucía prioritaria, identificando las zonas degradadas integrando 2 de los 3 indicadores propuestos por la convención. 

Mapa que identifica la zonas de suelo degradado en la Cuenca del Río Santa Lucía

Actualmente se está trabajando para el próximo reporte a nivel nacional y luego implementar un año de trabajo para poder generar acciones concretas en algunas zonas degradadas.
 

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