Leishmaniasis

El segundo caso de Leishmaniasis en Salto en el último mes exige extremar medidas de prevención

El Ministerio de Salud confirma que se detectó un nuevo caso de Leishmaniasis en el departamento de Salto. En ese marco, el Sinae amplía información sobre la enfermedad y recuerda las principales medidas de prevención.
Lutzomyia longipalpis

Recientemente una niña de cuatro años en Salto contrajo la enfermedad, se trata del segundo caso en un mes. Su cuadro fue detectado precozmente y evoluciona favorablemente en el Hospital Pereyra Rossell.

Hasta el momento el flebótomo sólo se ha encontrado en Salto y en Bella Unión, pero existe el temor de que se expanda al departamento de Paysandú.

El Ministerio de Salud Pública considera que el uso de collares con deltametrina es la herramienta fundamental para prevenir la leishmaniasis. Para ello, solicitó al Ministerio de Economía y Finanzas, financie los collares.

Además se diseñarán las estrategias para la colocación de los collares y el seguimiento de los animales para asegurar el uso adecuado de los mismos. El subsecretario de Salud, Jorge Quian recordó que está vigente un decreto que insta a la población a no trasladar perros de esa zona al resto del país y viceversa.

¿Qué es la Leshmaniasis?

La Leishmaniasis Visceral americana (LV), también llamada del “Nuevo Mundo”, es producida por Leishmania infantum y tiene como principal o único vector de acuerdo a las regiones, al flebótomo Lutzomyia longipalpis (especie de mosca). Las especies del género Lutzomyia son más pequeñas que otras moscas y tienen un sólo par de alas. 

Las leishmaniasis sin tratamiento pueden revestir gravedad, conduciendo a mutilaciones, deformaciones permanentes o la muerte dependiendo de la forma clínica en juego.

Actualmente nuestra región está afectada por la forma visceral (LV) americana producida por Leishmania infantum. Se ha expandido progresiva y efectivamente por el continente americano como consecuencia del tránsito fluido de personas, transportes, animales y mercaderías. Los cambios ambientales vinculados a la acción de las personas y el cambio climático, favorecen la expansión del vector.

La Leishmaniasis afecta fundamentalmente y muestra su mayor virulencia en niños y personas con diversos grados de vulnerabilidad social y/o compromiso en su salud. La desnutrición, el alcoholismo, la situación de calle, son factores favorecedores de la leishmaniasis visceral y su gravedad. Muy particularmente la co-infección Leishmania-VIH plantea singular gravedad e importantes dificultades para el tratamiento.

La principal vía de transmisión es mediante la picadura del flebótomo Lutzomyia longipalpis, díptero hematófago de la familia Psychodidae.

El reservorio de Leishmania infantum es el perro infectado, con o sin manifestaciones clínicas, aunque también infecta a humanos y otros animales. Se expresa bajo formas cutáneas, cutáneo- mucosas o viscerales. Los perros presentan condiciones que los transforman en el reservorio por excelencia de este parásito.

El período de incubación ronda entre 10 días y 24 meses (promedio 2 a 6 meses). La mayoría de las infecciones son asintomáticas. Las personas desarrollan una respuesta inmune efectiva y no presentan manifestaciones clínicas.

La enfermedad puede hacerse sintomática años después de la exposición en personas con inmunosupresión. Los casos sintomáticos ocurren mayoritariamente en niños por debajo de los 10 años de edad, así como en personas con desnutrición o trastornos inmunitarios, alcohólicos, personas de avanzada edad o que reciben tratamientos con inmunodepresores.

Medidas

La toma de conciencia por parte de la población y la incorporación del concepto que nadie está libre de verse afectado por la enfermedad, es fundamental para controlarla.

Además, se debe prestar especial atención que los perros no permanezcan sueltos en las calles de ciudades y centros urbanos, proceder a la castración y no trasladar a ejemplares a otros departamentos. Para ello se piensa en realizar controles carreteros, sin sanciones económicas. También, ante la aparición de cualquier síntoma, es importante concurrir a un centro de salud para realizar un rápido y certero diagnóstico.

Las principales medidas recomendadas son extremar la higiene domiciliaria y ambiental, y sacrificar a los perros cuyos exámenes evidencian la presencia de la enfermedad. De existir  resistencia por parte de los dueños, se dispondrá la derivación del caso a la Justicia.

 

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