Sistema Nacional de Emergencias

Cruz Roja Uruguaya (CRU) y el Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) presentaron este viernes 12, un plan de acción para contribuir con las familias afectadas por las inundaciones ocurridas a raíz de las lluvias caídas entre el 12 y el 21 de marzo. La colaboración, que abarcará a unos 500 núcleos familiares de los departamentos de Canelones, Florida y San José, está conformado por un monto cercano a los 250.000 dólares.

Entre el 12 y el 21 de marzo se registraron, en Uruguay, una serie de eventos meteorológicos adversos que generaron graves situaciones en distintas regiones del país, como caídas de árboles, cortes de rutas, interrupción del suministro de energía eléctrica, inundaciones y el desplazamiento de miles de personas. 

A nivel país, el evento de emergencia tuvo una duración total de 25 días. Durante ese lapso, hubo evacuaciones y autoevacuaciones de personas en Canelones, Cerro Largo, Colonia, Durazno, Florida, Paysandú, Río Negro, Rivera, Rocha, San José, Soriano y Tacuarembó.

El máximo número de personas desplazadas fue 6.030 y el pico de personas evacuadas fue 995. El departamento con mayor número de personas desplazadas fue Durazno con 2.833, seguido de Canelones con 2.777, Florida con 1.995 y San José con 1.322 personas fuera de sus viviendas.

El máximo número de cortes simultáneos de rutas nacionales fue 30 y el pico de clientes sin suministro de energía fue 116.000.

El Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), como ámbito de articulación del conjunto del Estado uruguayo para garantizar la protección de la vida, los bienes de significación y el medio ambiente en situaciones de emergencia, brindó una atención integral a las personas afectadas por las inundaciones en el marco de la fase de respuesta a la emergencia, e inició la fase de recuperación.

Cruz Roja Uruguaya, en su rol de auxiliar de los poderes públicos, y con base en los lineamientos tanto nacionales como internacionales, puso en marcha sus sistemas de respuesta y elaboró un Plan que incluye la implementación de diversas acciones frente a las consecuencias de las inundaciones.

Ese Plan fue definido en conjunto con el Sistema Nacional de Emergencias que, cumpliendo con su mandato de dirección estratégica de las políticas públicas de gestión de riesgo, promueve la coordinación de los actores y el uso más eficiente de los recursos para brindar mayores niveles de seguridad y bienestar a la población.

El contacto y la coordinación permanente tanto a nivel nacional con la Dirección Nacional de Emergencias como a nivel departamental con los Centros Coordinadores de Emergencias Departamentales (Cecoed), aseguran una intervención integral, sin duplicidad de esfuerzos, ajustada a las necesidades y enfocada en las personas.

El 12 de abril fueron presentadas en conferencia de prensa las acciones incluidas en el Plan. En esa instancia estuvieron presentes el director nacional de emergencias, Santiago Caramés, el presidente de Cruz Roja Uruguaya, Daniel Pirotto y la coordinadora nacional de gestión de riesgo de Cruz Roja, Paula Vairoletti.

Caramés inició su intervención agradeciendo a Cruz Roja y en especial a sus voluntarios destacando que Cruz Roja genera "credibilidad y tranquilidad" por el tema donaciones, además del "soporte logístico y de territorio" y subrayando la tarea loable que realizan ya que "se preocupan por los hijos de los demás".

Pirotto por su parte hizo hincapié en la aspiración de en el futuro, poder trabajar en "las alertas tempranas" y en "generar capacidades en las comunidades" y agradeció a la Oficina USAID y a la Federación Internacional de la Cruz Roja.

Vairoletti detalló que a partir de un análisis de vulnerabilidad, exposición e impacto, a nivel espacial se priorizó a tres departamentos: Canelones, Florida y San José y, a nivel temporal el proceso se planificó en dos fases.

En una primera etapa, se realizará la distribución de insumos y kits para limpieza y desinfección y kits de prevención de dengue, para aquellas familias previamente identificadas, que se encuentran en proceso de retorno a sus hogares y necesitan acondicionarlos.

La segunda etapa, será un trabajo de mediano plazo, que consiste en brindar soporte a aproximadamente 500 familias afectadas que se encuentran en mayor contexto de vulnerabilidad. El objetivo es facilitar herramientas que les permitan recuperarse de la mejor manera posible.

El monto total de las ayudas asciende a 250.000 dólares.