Que no te gane la impaciencia ni el apuro; el cinturón y el SRI son el freno a tu cuerpo en caso de impacto
En un siniestro de tránsito, se producen dos impactos: el primero es el choque y el segundo el golpe de los ocupantes del vehículo contra el volante, el tablero o el parabrisas.
Tanto el cinturón de seguridad como el Sistema de Retención Infantil (SRI), evitan el salir despedido del habitáculo, y/o impactar contra el parabrisas. Evitan el golpe contra el interior del auto, reduciendo las lesiones al cerebro, la cara y los pulmones.
Su uso en los asientos traseros es fundamental. En un impacto frontal, la probabilidad de que un ocupante de los asientos de atrás golpee mortalmente a otro pasajero de los asientos delanteros se multiplica por ocho.
Sin cinturón de seguridad, a 80 km/h los pasajeros de atrás no tienen ninguna forma de sujetarse y son proyectados contra los de adelante con una fuerza equivalente al golpe de una bola de 1.200 kg a 10 km/h, lo que podría matar o lesionar gravemente a los ocupantes de los asientos delanteros.