Día de acción por la salud de las mujeres

Hoy conmemoramos el Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres, una jornada en la que se visibiliza el derecho de las mujeres a una salud integral a lo largo de todo su ciclo vital, considerando que es un Derecho Humano universal. En este contexto de pandemia, nos interesa hacer foco en el impacto que ha tenido la emergencia sanitaria en la vida de las mujeres uruguayas.

El trabajo no remunerado, es decir: el cuidado a infancias y adolescencias; personas mayores y en situación de discapacidad, además de la gestión de los hogares que ya antes de la pandemia, recaía principalmente sobre las mujeres, se ha visto incrementada.

Esta sobrecarga física y mental de llevar adelante el trabajo de cuidados y doméstico, sumado a la necesidad de buscar estrategias para conciliar con el trabajo remunerado desde sus casas, o que incluso no se encuentran en el mercado laboral,  es invisible, a nivel global, en los análisis económicos, incluso sanitarios. Es necesario destacar que en nuestro país se ha asumido como compromiso de Estado la inclusión de la perspectiva de género en el diseño de la política económica.

La pandemia ha significado, particularmente, un enorme desafío para las trabajadoras de la salud. La amplia mayoría son mujeres (el personal médico es mayoritariamente femenino, el de enfermería y auxiliares de servicio representa entre el 80 y el 90% del total de personas empleadas).

En cuanto a la educación, las cifras son similares, el cuerpo docente está integrado en su amplia mayoría por mujeres. El incremento sostenido y la capacidad de adaptabilidad a las nuevas lógicas de trabajo, tienen fuertes repercusiones en la salud mental de las mujeres.

A nivel general, de acuerdo a cifras oficiales de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), el 73% de las consultas recibidas en la línea de apoyo emocional 0800 1920, son realizadas por en su mayoría por mujeres mayores (datos que refieren a una muestra específica de formularios analizados, no del total de los llamados), que como principales causas mencionan la soledad, el aislamiento e incertidumbre.

Esta situación pone en evidencia que la salud integral no solo refiere a un hecho meramente biológico, sino también responde a factores psicosociales, que dependen directamente de los roles y estereotipos que cumplen las mujeres dentro de la sociedad, de la capacidad de acceso a los recursos materiales y simbólicos para vivir una vida plena, con igualdad de oportunidades y libre de violencias.

Desde Inmujeres en conjunto con quienes tienen a su cargo la rectoría en políticas de salud reforzamos el compromiso de impulsar políticas públicas que apunten directamente a la mejora de la calidad de vida y ejercicio de ciudadanía plena de las mujeres. Por este motivo se ha generado como línea estratégica para este período el área de salud mental en la estructura del instituto, que tiene como objetivo trabajar este tema desde una perspectiva de género y generaciones.

#LaSaludMentaldelasMujeresImporta

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