Cáñamo en Uruguay: Primer diagnóstico agronómico

4. Comentarios finales y conclusiones

Se produjo una caída significativa de superficie y empresas vinculadas al sector entre la primera y la segunda zafra. Las causas se vinculan a problemas en la comercialización, y a la reducción significativa de los precios de venta. Esta tendencia empezó a observarse en anteriores, pero hizo crisis en la comercialización de la zafra 2021/22. También se registró una alta proporción de descartes por no llegar a la calidad exigida por los mercados, lo que redujo el valor del producto y los porcentajes comerciales. Desde el 2018 al 2022 se pasó de 0 a 12000 kg de flores no psicoactivas exportadas. Entre 2021 y 2022 se redujo 35% el valor exportado debido principalmente a una caída significativa de los precios de venta (Uruguay XXI, 2023). Esta situación también se refleja en la percepción de los empresarios, quienes identifican a la comercialización como el principal cuello de botella para el desarrollo del rubro.

En la producción de flores no psicoactivas en Uruguay con producción a campo en la zafra 2021/22 convivieron empresas de pequeño porte (menores a 1 ha) con empresas de gran porte (15 ha). Esta situación cambió en la zafra siguiente, donde el tamaño de empresas se redujo significativamente (todas menores a 2 ha). Este cambio tiene que ver con la coyuntura comercial que generó una retracción en el rubro en Uruguay. En invernadero, las áreas por empresa no superaban los 2000 m2 en ninguna de las dos zafras, la mayoría con superficies de cultivo entre 501 y 1000 m2.

En la zafra 2021/22 conviven empresas con experiencia previa (78%) con empresas nuevas en el rubro (22%), mientras que en la zafra siguiente todas las empresas que se mantuvieron en el rubro contaban con experiencia previa. Una característica de este rubro es que en la mayoría de las empresas manifestaron que la producción de cáñamo no era su principal fuente de ingresos (64% en 2021/22 y 30% en 2022/23) coexistiendo esta actividad económica con otras actividades muy diversas (otras profesiones, ganadería, agricultura, apicultura, actividades relacionadas al turismo, etc).

En 2023 el sector del cannabis empleó a 900 personas de manera directa en 102 proyectos (Uruguay XXI, 2023). Es un rubro con alta demanda de mano de obra. Esto se comprobó en este estudio donde la mayoría de las empresas contaba con personal permanente contratado, más la contratación de personal jornalero para tareas como cosecha y acondicionado de las flores. Entre el 59 y 50% (zafra 2021/22 y 2022/23, respectivamente) de los predios realizó el secado de flores en los propios predios, en cambio entre un 32 y 38% contrató servicios especializados para el secado. Esto es de remarcar, ya que el 27% de los productores indicaron el secado y poscosecha del producto como limitantes principales para el desarrollo del rubro, lo que puede asociarse a condiciones deficientes para el secado que limitan la obtención de producto que llegue a los estándares de calidad exigidos por los mercados.

El estudio reveló una importante variabilidad de rendimiento entre predios de la zona sur del país, con valores entre 200 y 1684 kg/ha en cultivos a campo y 64 a 2124 g/m2 en condiciones de invernáculo. Esto indica que hay un amplio margen para mejorar el rendimiento en los predios. Los mayores rendimientos fueron obtenidos en los cultivos con mayor densidad de plantación y mayor fracción PAR interceptada a inicio de cosecha, es decir con mayor desarrollo de follaje por superficie antes de empezar la cosecha. Densidades de plantación menores a 5000 pl/ha a campo y 2 pl/m2 en invernáculo presentaron rendimientos más bajos que con densidades mayores. Como sucede en otros cultivos hortícolas donde se aplicó esta metodología (tomate, boniato y frutilla) la intercepción de luz es un parámetro clave para explicar el rendimiento obtenido (Dogliotti et al., 2021). Se definió un rendimiento máximo (línea frontera) para cada nivel de PAR interceptado a inicio de cosecha, que indica el rendimiento alcanzable. En este estudio la variación en la fracción PAR interceptada por los cultivos se pudo explicar por diferencias en la densidad de plantación, la materia orgánica del suelo y variables relacionadas a la nutrición de la planta (nivel de potasio, nitrógeno y fósforo). En este sentido, mayor contenido de nutrientes foliar y en savia, mayor contenido de materia orgánica de suelo y mayor densidad de plantación se asociaron a mayor fracción PAR interceptada a inicio de cosecha. La correlación fue negativa entre la fracción PAR interceptada y el largo del ciclo. Esta relación requiere mayor investigación

A pesar de la importancia de este factor en explicar el rendimiento obtenido, se observó una importante variación para cada nivel de PAR interceptado que se puede explicar por otros factores que limitan el rendimiento. Se encontró que el RAS del agua utilizada para riego en los cultivos a campo se correlacionó negativamente con el rendimiento indicando una alta sensibilidad del cultivo al alto contenido de sodio en relación al calcio y magnesio en el agua de riego. Esto también se reflejó en la correlación negativa que se observó entre el nivel de sodio medido en brotes y la fracción PAR interceptada. Las plantas de cannabis de variedades textiles, muestran una tolerancia moderada a la salinidad, con mucha variación entre variedades (Cheng et al., 2016). 

En el caso de los cultivos de invernáculo los factores limitantes del rendimiento estuvieron relacionados a la nutrición con nitrógeno y potasio. Los cultivos con mayores niveles presentaron mayor rendimiento. Estudios previos de análisis de brechas de rendimiento en condiciones de invernáculo también encontraron que la variedad, la densidad de plantas, la intensidad de luz (luz artificial) y la fertilización fueron los aspectos clave que explicaron la variabilidad de rendimientos en cannabis (Backer et al., 2019).

Este trabajo puso foco sobre los factores limitantes del rendimiento para identificar caminos para la mejora de la productividad de los cultivos a nivel de chacras. En este rubro, dada la importancia que tiene la calidad de las flores cosechadas, y el gran peso que tiene el secado y la poscosecha en la calidad final, sería necesario complementar este trabajo poniendo énfasis en estos aspectos. De esta forma, identificar aspectos a mejorar globalmente el resultado final del cultivo.

Por otra parte, también seria conveniente realizar experimentos parcelarios en condiciones controladas con el fin de identificar aquellos niveles de fertilización óptima, crítica y tóxica de los distintos nutrientes, como también la demanda de agua por cultivo. Además, estudiar las distintas densidades de trasplante que optimizan el uso de recursos, que logren alcanzar el rendimiento potencial. También, otro aspecto que carece de estudio es el efecto de los diferentes tipo de podas (apical, basal y sanitaria) sobre la calidad del producto y el rendimiento final.

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