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¿Qué son los ACV?
Los ACV consisten en pérdidas bruscas de una función cerebral debido a enfermedad de sus arterias.
Los infartos cerebrales (ACV isquémicos) son el 85% de los ACV y consisten en la obstrucción del flujo de sangre en una arteria cerebral, produciendo el sufrimiento del tejido cerebral que ésta irriga.
El resto de los ACV consisten en hemorragias (“derrames”) en el cerebro o sus envolturas (ACV hemorrágicos).
Los ACV constituyen una de las primeras causas de carga de enfermedad, en Uruguay y el mundo, en años de vida saludables perdidos (AVISA), indicador que engloba tanto la mortalidad como la discapacidad que producen.
Prevención del infarto cerebral (ACV isquémico):
El 80 % del riesgo de un ACV es prevenible mediante la modificación de nuestras conductas.
Los factores de riesgo cerebro-vasculares tradicionales pueden ser controlados mediante:
un patrón alimentario saludable: comer al menos tres frutas por día y que la mitad del plato de nuestras comidas principales estén compuestos por verduras; cocinar en casa con alimentos frescos priorizando, además, el pescado, las legumbres y los frutos secos
la realización de actividad física
evitar el consumo excesivo de sal, azúcar, harinas, alimentos y bebidas ultraprocesados de manera de evitar la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol alto el sobrepeso y la obesidad; también de debe evitar el tabaco y el alcohol.
Las arterias se tapan debido a la formación de placas obstructivas formadas en su pared (ateromas) y los factores mencionados son determinantes en su formación. Es fundamental la consulta al médico, quien realizará las recomendaciones específicas para cada caso. Es necesario, en muchas oportunidades, una consulta con nutricionista.
Síntomas de un ACV:
Desviación de rasgos de la cara
Pérdida de fuerzas de la mitad del cuerpo o caída del brazo
Dificultad para hablar correctamente
Visión borrosa en uno de los ojos