15 de junio: día mundial de toma de conciencia contra el abuso y maltrato a la vejez
Uruguay aprobó y ratificó la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores de la Organización de Estados Americanos (Ley N°19.430), que en su noveno artículo hace referencia específica al derecho a la seguridad y una vida libre de cualquier tipo de violencia y que tiene un carácter vinculante u obligatorio en nuestro país.
El abuso a las personas mayores es más frecuente en el ámbito socio familiar, pero también puede ocurrir en las instituciones en las que son víctimas más frágiles y donde se encuentran con menor capacidad de denuncia y defensa. Es necesario seguir promoviendo los mecanismos adecuados, accesibles, oportunos y especializados para defender los derechos de las personas mayores frente a todas las formas de abuso y maltrato, cualquiera sea la situación global de salud.
Existe una realidad social poco visibilizada y en ocasiones naturalizada: el abuso económico, patrimonial o financiero que se da especialmente en el caso de personas mayores que no tienen capacidad objetiva para consentir préstamos. Es necesario fortalecer las herramientas que aseguren la protección al mismo tiempo de que prioricen la atención de las personas mayores víctimas de estas formas de abuso.
Las distintas formas de abuso y maltrato a la vejez surgen en gran parte desde los estereotipos negativos acerca de esta etapa de la vida. Una forma de prevenirlas es que toda la sociedad se involucre en el envejecimiento saludable, para lo que es necesario que personas de todas las generaciones, los medios de comunicación y formadores de opinión cooperen en la eliminación de los estereotipos negativos de la vejez.
El MSP ha definido metas asistenciales para avanzar en la respuesta del sector salud, facilitando el acceso y logrando que el personal pueda reconocer y asistir a las personas mayores en situaciones de violencia.
Se ha logrado que todos los prestadores de salud cuenten con un equipo de referencia en violencia al que se puede acceder a través de los sitios web de las instituciones o telefónicamente.
Por otra parte, en la web de las instituciones, los usuarios o sus familiares, acceden a una herramienta de autopesquisa para identificar si están sometidos a situaciones de violencia y de acuerdo a su respuesta, reciben orientación y el contacto con el equipo referente en violencia.
Recomendaciones:
Es importante que las propias personas mayores se involucren, participen, contribuyan a la aplicación de sus derechos en todos los espacios de su vida cotidiana.
Se aconseja a las personas mayores que se mantengan activas y participativas en los ámbitos sociales o recreativos. La integración y el desarrollo de redes de apoyo actúan como factor protector frente a situaciones de abuso y maltrato.
En caso de ser víctima de alguna forma de abuso, se aconseja que lo comente con personas de su confianza o en sus redes de apoyo. En caso de carecer de otras personas de confianza, siempre es aconsejable que se trasmita la situación al equipo de salud; el médico de cabecera, el geriatra, el personal de enfermería, los trabajadores sociales o cualquier otro miembro del equipo pueden y deben ayudar de alguna forma.
La persona adulta mayor debe manejar su dinero hasta que le sea posible, en caso de tener que delegar en terceras personas, deben ser de su confianza.
Se aconseja que las personas mayores no realicen poderes genéricos, no firmen papeles cuyo contenido no comprenda ni haga testamentos a favor de personas desconocidas o que se comprometan a cuidarla en caso de enfermedad. Frente a cualquier duda relacionada con bienes o herencias es aconsejable el asesoramiento legal y tener en cuenta que muchas veces la vía judicial es la forma de protegerse ante determinadas situaciones.
Se debe evitar que personas mayores convivan con personas o familiares que tengan problemas de adicción al alcohol o drogas porque los exponen a ser víctimas de abuso y maltrato.