Salud cerebral

22 de julio: “Día mundial del cerebro”

En el “Día mundial del cerebro” desde el Ministerio de Salud Pública se busca concientizar sobre el impacto de la incidencia de las enfermedades que afectan este órgano en la salud pública del país y aprovechar la oportunidad para visibilizar los factores de riesgo, así como las conductas de prevención.
Día mundial del cerebro

En 2020 el Ministerio de Salud Pública (MSP) creó el programa de salud cerebral, lo que coloca a Uruguay entre los primeros tres, junto con Noruega y Polonia, en tener un enfoque específico e integral para este tipo de enfermedades.

Las acciones del programa de salud cerebral vienen obteniendo excelentes resultados y de esta experiencia se ha servido la Organización Mundial de la Salud que creó su propio programa inspirado en el modelo uruguayo.

Las enfermedades neurológicas representan en el mundo una de las principales causas de morbimortalidad. Dentro de ellas las enfermedades cerebrovasculares juegan un rol preponderante, destacándose los ataques cerebrovasculares (ACV).

En Uruguay el ACV tiene una importancia epidemiológica fundamental: se ubica entre las tres primeras causas de muerte a nivel general y es la primera causa de incapacidad en adultos.

De acuerdo a información publicada por la Comisión para la Salud Cardiovascular, alrededor de 80 millones de personas que viven en el mundo hoy han sufrido un accidente cerebrovascular y, en consecuencia, más de 50 millones de sobrevivientes viven con algún tipo de discapacidad permanente.

Aunque la vida después de un ACV no es igual en muchos casos, sí es posible, con el cuidado y apoyo oportuno y adecuados, alcanzar una buena calidad de vida.

Los ACV consisten en déficit bruscos de una función neurológica focal (o varias), producidas por la patología de los vasos sanguíneos cerebrales. Los infartos cerebrales (ACV isquémicos) son el 85 % de los ACV y consisten en la obstrucción del flujo de sangre en una arteria cerebral que produce el sufrimiento del tejido cerebral por ella irrigado. El resto de los ACV consisten en hemorragias (“derrames”) en el cerebro o sus envolturas (ACV hemorrágicos).

Teniendo en cuenta que se trata de una patología tiempo dependiente, conocer los síntomas de ACV resulta clave para identificar la necesidad de una consulta precoz de cara a lograr una detección temprana que derive en un tratamiento oportuno, efectivo, con sustancial mejoría del pronóstico.

Una forma sencilla de reconocer un ataque cerebro vascular (ACV) es recordar la sigla en inglés FAST:

  • F (de face, que significa cara): desviación de la mitad de la cara

  • A (de arm, brazo): al intentar levantar los brazos la persona no puede hacerlo o lo hace, pero caen rápidamente

  • S (de speech, habla): dificultad para hablar o emitir palabras

  • T (de time, tiempo): si surgen alguno de los síntomas previos llame rápido a una emergencia.

En el marco del “Plan nacional de ACV” en diciembre del 2021, se incorporó al Fondo Nacional de Recursos (FNR) el protocolo de abordaje del ACV isquémico agudo.

Hoy, el programa de salud cerebral del Ministerio de Salud Pública se encuentra abocado a incorporar el tratamiento de los ACV hemorrágicos por aneurismas y malformaciones arteriovenosas (MAV) al FNR y a realizar el contralor para un adecuado cumplimiento del Plan Nacional de ACV.

 

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