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Avances y desafíos en interrupción voluntaria del embarazo

La ministra (i) de salud, Cristina Lustemberg, destacó el trabajo de monitoreo que está realizando el Ministerio de Salud a nivel nacional, con relación a los procedimientos de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) con el objetivo de garantizar este derecho.
Imagen de prueba

Lustemberg expresó que existen dificultades en el acceso a métodos de IVE, sobre todo en el interior del país, fundamentalmente tras el fallo sobre la objeción de conciencia de los técnicos. En tal sentido, el Ministerio de Salud, en colaboración de la sociedad civil y la Universidad de la República, realiza un monitoreo y relevamiento mensual sobre el funcionamiento de los servicios vinculados al IVE tanto a nivel público como privado, con el fin de detectar las dificultades en el acceso a esta prestación.
“Los prestadores tienen la responsabilidad de facilitarle a todas sus usuarias el acceso a esta prestación, tienen que garantizarle a cada mujer el ejercicio de este derecho”, sostuvo.
Las cifras de IVE han aumentado porcentualmente con el correr de los años. En el año 2016 hubo 9.719 casos, 350 más respecto al año 2015. Sin embargo, el porcentaje de distribución por rangos de edad se mantiene estable, mientras que en el último período el rango de las adolescentes disminuyo en un 0.8%. A su vez, se observa que el 6% de las mujeres decide continuar con el embarazo luego de realizar la consejería.
La ministra interina destacó el avance en los registros y la fiabilidad que se ha conseguido en los datos de mortalidad materna a través de los certificados de defunción y los distintos cruces de información. En los últimos años la mortalidad materna vinculada a interrupciones voluntarias del embarazo ha descendido significativamente,  encontrándose en uno o cero caso por año.

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