cumbre de ministros

Cónclave de ministros de salud

El pasado 9 de setiembre tuvo lugar una nueva reunión de los ministros de salud de todos los países hispanohablantes, estados miembros de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Por Uruguay, participó el ministro de salud pública, Daniel Salinas.
Ministro de Salud Pública

La sesión rondó sobre dos ejes temáticos de interés común: la preparación de futuras respuestas a situaciones pandémicas como la que estamos transitando con la covid-19 y la producción de vacunas.

Con la irrupción de la covid-19 en el mundo, las asimetrías ya existentes entre los países para poder hacerse de vacunas que sirvieran para poner freno a esta situación, quedaron aún más evidenciadas. Por esto es necesario repensar los mecanismos previstos para saldarlas.

Hace más de 40 años que la OPS cuenta con la herramienta del Fondo Rotatorio, que es un sistema por el que, gracias a que se aúnan los intereses de los países de la región, se puede conseguir insumos y medicamentos a mejor precio que si cada país los negociara bilateralmente. Este método, ya asentado y de buen funcionamiento, es el que permite a Uruguay proveerse de la mayor parte de las vacunas; en palabras del ministro Salinas, es un “mecanismo históricamente muy confiable” que ha permitido la accesibilidad y, sobretodo la continuidad en ese acceso, a las vacunas para enfermedades inmuno prevenibles. Con este antecedente y ante la posibilidad de que en el futuro próximo se integre a este instrumento la provisión de vacunas contra la covid-19 para todos los países de la región, Salinas llamó a confiar en él como una posible solución y a brindarle más dinamismo, teniendo la solidaridad necesaria para estos temas como base.

En relación a la producción de vacunas, Brasil, Argentina, Chile, Colombia y México cuentan con grandes industrias farmacéuticas que podrían hacer foco en la producción de vacunas de ARN mensajero, mientras que Uruguay cuenta con una industria farmacéutica tradicional sin producción de vacunas en la actualidad.

Sobre este punto hizo referencia Daniel Salinas, quien explicó que si bien se previó en la última rendición de cuentas el financiamiento de profesionales para un posible futuro desarrollo nacional de vacunas, como por el momento no es posible contar con ello, el país pone a disposición las otras áreas con las que se pueda colaborar para conseguir una producción de vacunas regional.

El subdirector de la OPS Jarbas Barbosa, al terminar la exposición el ministro Salinas, retomó este punto resaltando la importancia de contar con la colaboración del país en otras áreas, más allá de la estricta producción de vacunas, debido a que la apuesta debe ser conjunta con beneficios para todos; el modelo de fabricación de vacunas de ARN mensajero tiene componentes que se pueden desarrollar en distintas empresas de biotecnología independiente del origen de las mismas y “no es factible, lamentablemente” que un solo país pueda desarrollarlas solo.

Para finalizar la intervención el ministro Salinas hizo referencia a la necesidad de pensar en el mundo que quedará después de que pase la pandemia de covid-19 que implicará un cambio de paradigma que estamos transitando. Esta epidemia no solamente fue un problema sanitario sino también social, económico, que tuvo implicancias laborales y educativas, entre otras. Es por esto que las soluciones y la mirada a futuro debe ser de una política trasversal y no meramente sanitaria.

En la experiencia de Uruguay en el aspecto sanitario, el ministro resaltó el intercambio fluido y a-partidario que se logró hacer entre el sistema político y la Academia, la importancia que se constató de completar la inmunización contra la covid-19- que ha permitido la baja en el número de contagios y personas con cuadros graves de la enfermedad o fallecimientos-, lo positivo del desarrollo de tests PCR que servirán también para el diagnóstico de otras enfermedades y el fortalecimiento de la vigilancia epidemiológica con la secuenciación genómica de los casos positivos de covid-19.

Asimismo, explicó que ya se está trabajando en poner al día todo lo relacionado al tamizaje oncológico y en el control de nuevos emergentes como la tuberculosis, la hepatitis C, el VIH y la salud mental, que en Uruguay es un grave problema que se ve reflejado en las altas tasas de suicidio.

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