Ministerio de Salud Pública

Aunque la cifras de embarazo adolescente vienen en descenso, es una problemática que persiste y se aborda con una estrategia interinstitucional con hincapié en tres ejes de acción: en la prevención del embarazo para aquellos adolescentes que aún no son padres ni madres, en el acompañamiento de quiénes estaban cursando un embarazo, ya fuera que decidieran tenerlo o no y por último en la ayuda para la reinserción educativa o laboral de aquella persona que ya tuviera un hijo y la prevención de un segundo embarazo.

Lorena Quintana, referente del Programa de Adolescencia y Juventud del Ministerio de Salud Pública (MSP), explica que se han logrado buenos avances en todo lo concerniente al acompañamiento de los embarazos que se cursan durante la adolescencia, por lo que, sin descuidar esos avances, el foco está puesto ahora en la prevención que, por supuesto, está muy relacionado con el primer eje mencionado.

Aunque en el imaginario colectivo está presente la idea de que las adolescentes deben dejar su educación debido al hecho de quedar embarazadas, los estudios y estadísticas muestran que en su mayoría ya la habían abandonado al menos dos años antes del embarazo.

Por lo que una de las ideas base para trabajar la prevención del embarazo adolescente es desde la promoción de oportunidades; cómo se vive una situación así depende mucho de su realidad y es algo que se debe contemplar.

En algunos casos, explica Quintana, es bueno mostrar, como decía el slogan de la primera campaña “esas cosas únicas que puedes hacer durante la adolescencia: jugar a la pelota, quedarme en la casa de un amigo, ir a bailar, jugar a la play toda la noche, estudiar” por lo que es importante dar a conocer una “variedad de actividades no solo educativas sino también, recreativas, culturales, deportivas, laborales” que están disponibles para los adolescentes.

Una de las razones para que se presentara una baja en las cifras de estos embarazos fue la incorporación del implante de métodos anticonceptivos subdérmicos que se dio en los prestadores de salud públicos, por lo que se trabaja actualmente para su implementación también a nivel privado.

Otro pilar importante para la prevención es el incentivo a que los adolescentes participen de distintos grupos de canto, danza, fútbol, remo, etc. En este marco en noviembre se llevará adelante el Congreso Nacional de Adolescentes que este año se va a centrar en el tema “Los proyectos y sueños como una forma de prevención de conductas de riesgo entre adolescentes y jóvenes”. La idea es contar con proyectos realizados a estas edades que los motiven a crear, a explorar sus posibilidades e intereses. Apunta a un desarrollo saludable y a la prevención de conductas de riesgo como son, el consumo de sustancias, el suicidio, las relaciones sexuales sin protección y los comportamientos violentos.

En el evento además de colectivizar experiencias de adolescentes y jóvenes que han logrado concretar sus proyectos, se apunta a dar a conocer los recursos disponibles desde el Estado y otras instituciones, para que todos los adolescentes tengan acceso a la información que necesiten para la consecución de sus sueños y proyectos.