Actividad física

Estar más activos para prevenir enfermedades

Una de las principales recomendaciones para mantenerse sano en cualquiera de los ámbitos de la salud es, además de llevar adelante el hábito de la alimentación saludable, la práctica de ejercicio físico en contraposición al sedentarismo.
Personas corriendo

Lo primero a tener en cuenta es a qué hacemos referencia cuando hablamos de ejercicio físico. El imaginario colectivo nos lleva a pensar en una instancia particular de práctica de algún deporte o en gimnasia estructurada con reglas, horas determinadas, en determinados días de la semana. Pero para la Organización Mundial de la Salud (OMS) la actividad física es cualquier movimiento intencional producido por los músculos esqueléticos que determina un gasto energético. Así es que se incluye el deporte y el ejercicio que se realice con fines deportivos, pero también las actividades diarias como pueden ser subir y bajar escaleras, las tareas en el hogar y en el trabajo, actividades recreativas y hasta los traslados que puedan hacerse caminando o en bicicleta. Por lo que el la actividad física se puede clasificar en dos tipos: el estructurado y el no estructurado. El primero es el deporte o el ejercicio físico que se enmarca en ciertas reglas con objetivos, tanto del juego en particular que puede ser la competencia, como el del fin de mejorar la condición o aptitud física. Por otro lado está laactividad física no estructurados que son todos aquellos que se hacen como las tareas en la casa, jugar, moverse de un lugar a otro, etc.

El sedentarismo por otra parte, no hace referencia únicamente a no hacer deporte ni actividad física alguna, sino que es el estar sentado o recostado sin moverse, con un gasto energético mínimodurante más de una hora, como hacemos cuando estamos mirando televisión o frente a la computadora trabajando.

La evidencia internacional es cada vez más fuerte en cuánto a la importancia de combatir ambas cosas, tanto el sedentarismo como la inactividad física, puesto que de cumplir solamente con las recomendaciones de actividad física pero no practicar deporte los riesgos de mortalidad seguirán siendo muy altos. 

María José Rodríguez Asesora Coordinadoradel Área Programática de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud Pública explica que “Cada minuto cuenta y lo ideal es evitar estar quieto (...) Es importante buscar cualquier momento para movernos: entre las pausas publicitarias cuando miramos televisión, ir caminando o en bicicleta a los lugares de estudio o trabajo. No hay excusas, hay que volver a fomentar estilos de vida más saludables, estar más activos. Moverse lo más posible es un cambio que tenemos que hacer todos”.

En este mes de las enfermedades cardiovasculares es importante recordar y tener en cuenta estos conceptos que son esenciales como elemento de prevención de estos padecimientos si se llevan a la práctica.

Los factores de riesgo para enfermedades como algunos tipos de cáncer, enfermedades respiratorias crónicas como EPOC y asma, las cerebrovasculares, están directamente relacionados a los estilos de vida y refieren a conductas como el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, la alimentación saludable y la inactividad física o sedentarismo; los demás factores de riesgo se presentan cuando ya se manifiesta cierto daño en el físico como en el caso del sobrepeso y la obesidad, la elevada presión arterial, glucosa y/o colesterol en sangre.

Desde hace años hay consenso a nivel médico y de la ciencia de la importancia que tiene el estar más activos; lo que no solamente recae en el hacer deporte y ejercicio físico, sino en todo movimiento que signifique gasto de energía; lo que atañe a todos, sin importar edades.

 

Para combatir el comportamiento sedentario es importante definir lo que según la OMS es ser una persona activa según las edades:

Niños y adolescentes 5 a 17 años: Practicar al menos 60 min diarios de una actividad moderada a intensa. Incluir actividades que fortalezcan los músculos y huesos por lo menos 3 veces por semana.

Personas 18 a 64 años: Acumular al menos 150 min semanales de actividad física moderada o al menos 75 minutos semanales de actividad intensa o una combinación de ambas.  Realizar actividades de fortalecimiento muscular  2 o más días en la semana de manera de ejercitar  grandes grupos musculares, lo que contribuye a mejorar el equilibrio  y prevenir caídas.

Adultos de 65 y más años: Acumular al menos 150 min semanales de actividad física moderada o al menos 75 minutos semanales de actividad intensa o una combinación de ambas.  Realizar actividades de fortalecimiento muscular  2 o más días en la semana de manera de ejercitar  grandes grupos musculares.

 

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