Ministro Basso reafirmó voluntad del gobierno de avanzar en la reforma sanitaria

El ministro de Salud Pública, Jorge Basso, presidió la segunda jornada de intercambio denominada “A 10 años de iniciada la reforma sanitaria. Evaluación y desafíos del Sistema Nacional Integrado de Salud”. El evento, realizado el 2 de junio en la sede ministerial, contó con la participación de representantes de prestadores públicos y privados, sindicatos (médicos y no médicos), usuarios y academia. La propuesta se divide en cuatro talleres: Recursos Humanos, Objetivos Sanitarios Nacionales, Calidad de la Atención y Financiamiento.
“Procuramos profundizar aquellos aspectos que se entienden sustantivos para seguir avanzando en la reforma. Las pocas experiencias exitosas que existen en el mundo —de reformas sanitarias— requieren una clara voluntad política e institucional y una acumulación desde lo gremial y lo social para identificar los puntos críticos sobre los cuales generar los mayores consensos posibles y así mejorar la salud de la población a través de recursos económicos que los ciudadanos pagan al Fondo Nacional de Salud (Fonasa)”, indicó Basso a la Secretaría de Comunicación Institucional.
El jerarca insistió en que existe una fuerte voluntad del gobierno de que la reforma sanitaria siga avanzando y mejorando y de hacerlo escuchando a todos los actores. “Es tarea del gobierno estar atento a las opiniones de todos y administrar ciertas tensiones de un sector que se caracteriza por un fuerte conflicto de intereses, intereses que son variados y legítimos, pero donde debe primar el bien mayor: la mejora de la calidad de la atención sanitaria de los ciudadanos”, dijo.
En la jornada del 2 de junio se trabajó en torno al plan de salud, es decir, el estudio de los objetivos sanitarios, la identificación de los principales problemas y qué debe hacer el sector salud para resolver muchos de ellos, que son antiguos, y otros que requieren una mirada intersectorial. “Trabajar con metas y objetivos es una novedad para este ministerio, lo que requiere un fuerte papel de rectoría de la secretaría de Estado y un fuerte involucramiento de las instituciones, de los recursos humanos y de la capacidad intersectorial del gobierno”, añadió.
Los objetivos prioritarios son cuatro: alcanzar mejoras en la situación de la población, disminuir las desigualdades en el derecho a la salud, mejorar la calidad de los procesos asistenciales y generar las condiciones para que las personas tengan una experiencia positiva en la atención. Asimismo, se definieron seis objetivos estratégicos: favorecer estilos de vida y entornos saludables y disminuir los factores de riesgo, reducir la carga prematura y evitable de morbimortalidad y discapacidad, mejorar el acceso y la atención de salud en el curso de la vida, construir una cultura institucional de calidad y seguridad en atención de salud y avanzar hacia un sistema de atención centrado en las necesidades sanitarias de las personas.
De todos estos encuentros surgirá un material que tendrá estado público en su momento y que permitirá tomar algunas decisiones de cara a la próxima Rendición de Cuentas, sobre las que se viene trabajando para racionalizar mejor los gastos, generar nuevas institucionalidades y lograr avances en las prestaciones, “logrando un Sistema cada vez más nacional, más integrado y más equitativo que permita reducir brechas”, concluyó.