Lactancia materna

Mitos respecto a la lactancia

Si bien el amamantamiento es una práctica ancestral, existen muchos mitos y creencias al respecto que provocan inseguridades, dudas, confusiones y desaliento en las madres que se proponen alimentar así a su bebé. En el marco de la Semana Mundial de la Lactancia Materna la Dra. Mercedes Pérez Roca, pediatra y asistente técnico del Área Programática de Salud de la Niñez despeja algunas de estas dudas con información veraz para brindar así más seguridad a las mamás de forma de que amamantar sea una experiencia tan única como reconfortante.
Lactancia materna (UNICEF)

MITO: “Hay mamás que tienen leche que no alimenta o no lo llena”.

La leche producida por las mamás contiene todos los nutrientes necesarios para cubrir cada una de las necesidades del bebé. La leche materna beneficia al lactante para que luego pueda alcanzar un crecimiento saludable y contiene sustancias activas que lo protegen frente a posibles enfermedades que pudiera trasmitirle la mamá a su hijo. La lactancia además, disminuye el riesgo de que el niño luego pueda padecer enfermedades no transmisibles como la diabetes y factores riesgo como la obesidad, no sólo durante la niñez, sino durante toda la vida de la persona.

MITO: “El bebé debe alimentarse necesariamente cada tres horas”.

Cada mamá e hijo establecen su propia dinámica de amamantamiento. El número de tomas y el tiempo de cada una puede variar entre los niños e incluso, para un mismo niño, a lo largo del día. Por esto es que el consejo es alimentar a libre demanda.

MITO: “La producción de leche depende de la ingesta de líquidos de la madre”.

El principal estímulo que tiene la madre para la producción de leche es la propia succión del bebé, por eso es que cuántas más veces toma pecho el niño, más leche produce la madre. Esta es una razón más para aconsejar el amamantamiento a libre demanda. De esta forma el lactante marca las pautas en lo que refiere al intervalo de tomas y su duración según sus propias necesidades. También es importante recordar que no tiene relación ninguna el tamaño del pecho con la cantidad de leche que la madre puede producir. Cada madre tiene el pecho que su hijo necesita.

Es esencial informarse y prepararse para la etapa de la lactancia antes del nacimiento del bebé, durante el embarazo. Para ello hay que referirse a los materiales impartidos por las instituciones de referencia como UNICEF y el MSP. También lo es el apoyo de los demás integrantes de la familia y del personal de salud, que pueden dar orientaciones, despejar dudas y plantear posibles soluciones a los inconvenientes que puedan surgir durante el amamantamiento.

MITO: "No es recomendable el uso del chupete".

Si bien no es recomendable que se ofrezca chupete al recién nacido que puede generar “confusión” al bebé, porque no se succiona de la misma manera que el pecho, y puede dificultar una lactancia eficiente, sí se recomienda su uso para dormir luego del primer mes de vida.

El chupete se considera una de las medidas de sueño seguro, además de dormir boca arriba, sin exceso de abrigo, dentro de la habitación de sus padres en su propia cuna. Por lo que luego del primer mes de vida, una vez que el niño tiene una lactancia afianzada, sí se recomienda el uso de chupete anatómico y adecuado al tamaño de la boca del bebé sin que se vuelva a colocar una vez que haya conciliado el sueño.

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